Robert De Niro (Vito Corleone en la segunda parte) se presentó a las audiciones por el papel de Sony Corleone, pero no le contrataron.

La cabeza de caballo que se puede ver en la película iba a ser real, pero Coppola dice que recibió multitud de quejas de sociedades protectoras de animales y la tuvo que cambiar por una de cerámica.

El Oscar que debía recibir Brando por su papel, se negó a recogerlo y envió a Pequeña Pluma, una india nativa americana que en su discursó criticó a la industria del cine por haber tratado tan mal a su pueblo.

Según comenta un productor, alguno de los italianos contratados para hacer papeles secundarios eran de la mafia y gente del sindicato y demás en cuanto Coppola les dijo que si querian podían trabajar en la película.

Según cuentan, nunca dicen palabras relacionadas con la Mafia en toda la saga porque Coppola y Puzo tuvieron una visita de dos personas bien vestidas, que siempre se dirigieron hacia ellos con mucho respeto y les comentaron: Sabemos que están trabajando en una película sobre unos negocios en Nueva York... por su bien y por el de la cinta esperamos que no se mencionen palabras como Mafia, Cosa Nostra o alguna similar...

La Paramount se lo pidió a Coppola pero este, que no veia sentido a una segunda parte y que lo habian "puteao" mucho durante el rodaje de la primera les contestó a los de la Paramount que sólo seria productor y que él pondria un director. La Paramount le dijo que segun que director aceptaria o no. Coppola propuso a su amigo Martin Scorsese y la Paramount dijo que ni hablar, que Coppola o nada. Así que Coppola aceptó rodarla con unas condiciones, ser productor y tener libertad absoluta.

Puzo siempre dijo que ese libro lo escribió para ganar dinero y salir de un bache económico, y no por una inspiración (en aquel momento Puzo estaba pluriempleado en trabajos de columnismo y similares).

Los derechos de la obra de Puzo fueron vendidos por 410.000 $

La Paramount se hubiese ahorrado 400.000 dólares de aquella época (1972) si hubiese seguido las indicaciones de Coppola desde un principio.

Los que rondaban el papel de Michael Corleone antes que Pacino fueron Robert Redford, Warren Beatty, Ryan O'Neill y James Caan.

Peckinpah (el otro director propuesto para hacer la película), contaba los minutos de cinta por cadáveres, mientras que Coppola no quería tanta violencia si no las costumbres de una familia italiana en América, con la peculiaridad de que pertenecían a la mafia.

Para el papel de Vito también estaban pensados George Scott y Laurence Olivier, aunque al final prevaleciese la elección de Coppola.

Coppola eligió a Marlon Brando para hacer de Vito. Paramount dijo que no, porque no les gustaba, ya que había tenido problemas con él en otras películas debido al caracter del actor, porque no era italiano y porque no se ajustaba a la edad del personaje. Coppola les convenció llevando una cámara de 16mm a casa del actor acompañado de Mario Puzo, le grabaron mientras Marlon Brando tenía ideas sobre como afrontar ese personaje. Se lo llevaron a la Paramount que quedó fascinada.

La Paramount quería ambientar la película en los años 70 para que no se elevase mucho el presupuesto, y en el guión había hippys. Coppola se negó en rotundo y dijo que se haría en los años 40, aunque eso fue un problema debido al bajo presupuesto.