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Los Hombres que Miraban Fijamente a las Cabras

'¿Quién es la cabra?'

Los hombres que miraban fijamente a las cabras, es la comedia sin pretensiones más disparatada del año. Si en 2008 Tropic Thunder semi-sorprendió por su particular humor irreal y satírico, ahora, el eterno secundario con cara de buena persona,Grant Heslov, al que pocos o nadie recuerda, “salía en Congo”, viene acompañado de sus mejores y más fiesteros colegas para adaptar la novela homónima de Jon Ronson


Estreno en España: 5 de Marzo de 2009
CRÍTICA
Los hombres que miraban fijamente a las cabras, es la comedia sin pretensiones más disparatada del año. Si en 2008 Tropic Thunder semi-sorprendió por su particular humor irreal y satírico, ahora, el eterno secundario con cara de buena persona,Grant Heslov, al que pocos o nadie recuerda, “salía en Congo”, viene acompañado de sus mejores y más fiesteros colegas para adaptar la novela homónima de Jon Ronson, dispuestos a dar rienda suelta a esta surrealista sátira sobre las técnicas de control mental y programas de entrenamiento militar. Formando una particular ida de olla a la que no han tardado en comparar con las obras menos serias de los Coen, Cierto es, sus paralelismos tiene. Un film, que hará las delicias de los espectadores amantes de lo absurdo, prometiendo estar basada en hechos y personajes reales en desequilibrio, que viven dentro de un universo extrañamente coherente.

(Más imágenes en su galería)

¿Qué se puede esperar de una película con semejante título? Pues un argumento tan disparatado como éste; Bob Wilton (McGregor), es un periodista al que ha abandonado su mujer, desesperado, decide marcharse a Irak para dar con el reportaje de su vida y demostrar que es todo un hombre. Allí, conoce a Lyn Cassady (Clooney), un tipo que trabajaba para el servicio secreto militar de Estados Unidos, que asegura tener poderes psíquicos y fue devuelto a la actividad tras el 11 de septiembre. Juntos, emprenderán un viaje en búsqueda de una misión sin sentido.

Ambos saben reírse de ellos mismos, uno demostrando que sabe desmarcarse del papel de eterno galán cada vez que le apetece, y el otro, burlándose de aquella parodia llamada Sindrome de Mark Hamill, dos artistas, acompañados por otra pareja de grandes que saben divertirse como nadie en esto del séptimo arte. Jeff Bridges, repitiendo prácticamente el papel que más fans le ha dado ,El Nota de El Gran Lebowksi, salvo que en esta ocasión se llama Bill Django, un militar reconvertido a hippy new-age con todas sus excentricidades y tópicos del movimiento. Ridiculizando al ejército y la violencia. En la otra cara de la moneda se encuentra Kevin Spacey, con su rol de malo malísimo, caricaturizando al villano por excelencia. Un posible guiño a esa broma llamada Lex Luthor en el Regreso de un Superman que no tendría que haber vuelto nunca. Un reparto de lujo para esta comedia alucinógena, cuyos actores buscarían la inspiración a base de psicotrópicos, alcanzando un nivel de buen rollo que se nota en pantalla. Mucha química…

Irregular película, cargada de gags, con un guión tan absurdo que tiene sentido, dejando en evidencia toda aquella rumorología sobre las actividades paranormales en la década de los 80. Riéndose a carcajadas del imbecil que se cree listo, poniendo en evidencia las miserias de la fe irracional por parte de un estrambótico y acertadísimo reparto no exento de carisma y que rara vez tenemos la suerte de ver juntos en este género.

Apuesta arriesgada a la que no le faltarán detractores, ya que mal entendida puede resultar una autentica majadería. Desde luego no pasará a la historia del cine, sus contantes caídas de ritmo y quedarse dos tonos por debajo del humor negro adecuado la dejan en una digna posición intermedia entre la obra maestra y la fanfarronería. Superando con creces a la mayoría de las comedias simples para adolescentes con aparatos y granos, acercándose al terreno de las inclasificables marcianadas que tanto se agradecen de vez en cuando.

Como nota importante para todos aquellos que quieran verla, recomendaría pasar del trailer. Cada vez veo menos, y es que el arte de contar poco y bueno parece que se ha perdido con el paso de los años. Destripar nunca ha estado bien visto.“El factor sorpresa” no puede perderse.

Un film antibélico diferente del que poco más se puede decir; como un buen viaje, hay que vivirlo, no se puede contar. Experiencias, para algunos buena, para otros, mala.

Lo mejor: El reparto de fiesteros, caraduras y buenos profesionales que han dado vida a semejante locura.

Lo peor: Que no sepa mantener el ritmo y se diluya un poco
niete04@gmail.com

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ÑeTeRMiND

03/03/2010

Valoración

6.00

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