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Especial Óscar 2015: Mejor Guion Original

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La guerra entre el niño y el hombre pájaro se traslada a la categoría de Mejor Guion Original con un invitado de lujo, Wes Anderson. Él, Iñárritu y Linklater parecen repartirse el favoritismo dejando de lado dos trabajos de altísimo nivel, Foxcatcher y Nightcrawler. En una hipotética gala que tuviera cinco candidatas a Mejor Película, este quinteto no estaría nada mal. Pero dejemos de soñar y centremos nuestras miradas en cinco guiones que representan la maravillosa diversidad de miradas que nos dejó el pasado año cinematográfico. Apellidos ilustres que centraron su sensibilidad para hacernos vibrar con aventuras europeas llenas de ternura, sesudas reflexiones sobre el papel del intérprete dentro de una industria comandada por la fama y sus consecuencias, retratos de una vida contados con mimo y delicadeza, panorámicas del lado más perturbador de los medios de comunicación y un paisaje oscuro, triste, deprimente sobre el sueño americano. Cinco guiones, cinco estrellas. Si quieren, pueden quitar la coma.



BOYHOOD (MOMENTOS DE UNA VIDA) - Richard Linklater (3ª nominación / 0 Óscar)

Puede parecer sencillo pero no lo es. Hablar de la vida a través de los paréntesis, centrar la mirada en los huecos que se suceden entre los momentos más dramáticos de ese viaje intenso, complejo e irrepetible que se vive desde la niñez a la adolescencia. Digo que parece fácil siempre que se observe con la perspectiva más frívola, sin usar las gafas de cerca, sin establecer vínculos emocionales con el proyecto, sin recalcar la épica de la hazaña. Por eso, cuando uno se introduce de lleno en Boyhood, ¿qué decir de ella que no se haya dicho a estas alturas? Puede pasar por alto el papel tan importante que juegan, precisamente, las hojas en blanco sobre las que se comenzó a crear semejante iniciativa artística. Porque se ha comentado mucho, especialmente desde el punto de vista de sus detractores, la supuesta invisibilidad de la trama, la ausencia de golpes de efecto narrativos de mayor relevancia, el sopor que se sufre al ser testigo de La Nada. No estamos aquí para polémicas sino para analizar, y Boyhood es una experiencia tan, tan, tan personal que, posiblemente, todos tienen (tenemos) razón. ¿Es el guion de Linklater su mejor arma? La mayoría parece apuntar a que no, prefiriendo recalcar el valor de sus doce años de rodaje por encima de (casi) todos sus factores paralelos. Se trata de un titular lo suficientemente impactante que, sin embargo, no debería anular los méritos de un trabajo de guion tan sencillo como conmovedor.

Porque Boyhood es un todo en el cual cada uno de sus factores deben funcionar a la perfección para que toda la estructura no solamente se mantenga en pie, sino que se eleve hacia el infinito y más allá. Lecciones de vida combinadas con el lado más cotidiano y rutinario del ser humano, aprendizaje de los traumas, pesadillas vitales en medio del tramo que separa una casa de la escuela. El punto de partida intimida y toma el camino más complicado, basar todo su metraje en observar cada pequeño gran paso que un niño da hasta llegar a esa puerta que permite la entrada al mundo adulto. Da miedo, es perturbador pero, al mismo tiempo, hermoso el modo en el que Linklater da voz a unos personajes que no usan cada momento para recitar grandes discursos, ni se pierden en conversaciones repletas de metáforas y consejos. No, aquí tenemos a una familia intentando entender de qué va todo esto, como hacemos todos, preocupados por llegar a fin de mes, tratando de comprender las motivaciones que llevan a una ruptura, buscando su lugar en el mundo, descubriendo que el equilibrio sigue siendo una utopía para nuestra especie. ¿Sencillo? Solo si nos quedamos en la superficie. Linklater no lo hace, aunque lo parezca. Por eso, Boyhood habla de todo en medio de la nada.

A FAVOR: Es original. La Academia siempre ha valorado de manera muy positiva la labor como guionista de Linklater (sus dos nominaciones previas corresponden a sus libretos para Antes del atardecer y Antes del anochecer), por lo que el efecto recompensa puede sumarle puntos. La película es una de las grandes favoritas a llevarse el premio principal y esta es una categoría que podría servir a la perfección para engordar su cosecha final. También es de las mejor valoradas por crítica y público de los últimos años.
EN CONTRA: Aquellos que se sitúan en el lado de los detractores señalan su guion como el principal culpable. Su apuesta por esquivar grandes momentos dramáticos y dejarse llevar por el lado más cotidiano de la vida puede terminar jugando en su contra, sobre todo porque la Academia gusta de historias más subrayadas.


Ganador: Boston, Detroit, Houston.
Finalista: Premios CINeol, WGA, BAFTA, Globo de Oro, Critics' Choice, Satellite, Chicago, Crítica Online, Dallas, San Francisco, Londres, Washington, St. Louis, Florida, Toronto, San Diego, Phoenix, Denver, Georgia, Indiana, North Carolina.




BIRDMAN (O LA INESPERADA VIRTUD DE LA IGNORANCIA) - ALEJANDRO GONZÁLEZ IÑÁRRITU, NICOLÁS GIACOBONE, ALEXANDER DINELARIS y ARMANDO BO (1ª nominación para todos)

Por arte de magia o, mejor dicho, de industria, Birdman llega como la gran rival de Boyhood en la madrugada del próximo 22 de febrero. La película de Iñárritu sobre (tomemos aire) el proceso creativo, la búsqueda del reconocimiento público, el papel de la crítica dentro del universo del actor, el peso de la fama y sus consecuencias mentales, las redes sociales y su importancia en el nuestra sociedad actual y la redención tras la firma de un cheque millonario, consecuencia de la enésima entrega de una saga de blockbuster, encuentra su voz a través del guion firmado a ocho manos por el director mejicano y su equipo. Ayuda un reparto en permanente estado de gracia, entregado en cuerpo y alma a la ironía, el sarcasmo y, finalmente, la poesía que desprenden sus personajes, pero nada habría funcionado igual sin los diálogos mordaces, agudísimos, profundamente humanos de unos personajes que no dejan de ser más que sombras alargadas de lo que Hollywood intenta esconder más veces de las que le gustaría. Dejando el drama por la comedia negrísima, Iñárritu y compañía han conseguido un guion divertido y al mismo tiempo melancólico, desquiciado y sencillo, egocéntrico y universal, autobiográfico y cercano. Ninguno de nosotros ha conseguido un Óscar, ni hemos pisado las tablas de Broadway entre tormentas de aplausos, ni hemos tenido que justificar por qué regresamos al papel que nos dio la fama por quinta vez y, sin embargo, entendemos a la perfección las reflexiones de cada uno de los seres que pueblan los pasillos de ese teatro que parece sostenido en mitad de ninguna parte.

Fuera de sus puertas está el ansioso público que paga el precio de la entrada para reencontrarse con su estrella favorita, mientras que dentro, entre camerinos destrozados, engaños de managers con ansias de dinero y actrices con problemas de autoestima, se cuece una reflexión brillante y mucho más comedida de lo que las apariencias nos pueden hacer creer en un primer vistazo. Mucho se ha hablado, y con razón, de la pirueta visual que propone Iñárritu, pero dentro de las justificaciones que se están dando para explicar la necesidad de ese falso plano secuencia de más de dos horas, debería tener un lugar privilegiado su guion. Incansable, laberíntico, rabioso, profundo y genial en muchísimos momentos, se trata de un trabajo que nos ofrece una cara desconocida de su responsable principal y que sirve para poner el foco en las alcantarillas de una industria que ha entendido a este hombre pájaro como el eco de sus victorias omnipresentes cayendo en su trampa. Ya lo dijo el mejicano tras recoger el premio en esta categoría en la última edición de los Globos de Oro: “todo es sobre el ego, amigos”. Más claro, Birdman.

A FAVOR: Tras su triunfo en los tres gremios principales, actores, productores y directores, la película de Iñárritu parte como ligera favorita para alzarse como la gran triunfadora de la noche y, de ser así, esta categoría es uno de sus premios más claros. Se trata de un guion que ha conseguido unanimidad crítica. El lado cómico del mejicano parece haber conectado mejor con los académicos. A lo largo de los años ha quedado claro que la Academia valora el trabajo de Iñárritu desde sus comienzos.
EN CONTRA: Anderson y su hotel. Linklater y su niño. Que la Academia valore más Birdman por su forma que por su fondo. Realmente no habla de nada nuevo, ni aporta elementos diferentes a los que, más o menos, todos podemos tener presentes a la hora de reflexionar sobre la industria de Hollywood. En los últimos años, se ha usado esta categoría para recompensar a una de las grandes películas del año que, sin embargo, no tiene opciones reales en Director y Película.


Ganador: Globo de Oro, Critics' Choice, Boston, Kansas, Dallas, San Francisco, Washington, St. Louis, Las Vegas, Nueva York Online, Utah, Denver.
Finalista: BAFTA, Los Angeles, NSFC, Satellite, Chicago, Southeastern, Londres, Ohio, Florida, San Diego, Detroit, Phoenix, Houston, North Carolina.




FOXCATCHER - E. MAX FRYE (1ª nominación) y DAN FUTTERMAN (2ª nominación / 0 Óscar)

La película incógnita de los Óscar 2015. Presente en más de una categoría importante, Actor Principal, Secundario y Director incluidas, pero fuera de Mejor Película. ¿Las razones? Desconocidas, incomprensibles. Quizás el exceso de oscuridad estaba cubierto, quizás el lado perturbador de la cinta, su visión tenebrosa del capitalismo, su profunda tristeza a la hora de hablar sobre el sueño americano, han lastrado sus opciones de estar presente dentro de la categoría reina. Que su lugar lo ocupen trabajos como La Teoría del Todo o El Francotirador es una sensación casi más desoladora que la que deja su visionado. Nos encontramos ante un trabajo mayúsculo, y uno de sus puntos clave lo encontramos en su guion. La labor desarrollada por Frye y Futterman no era nada sencilla. Se trataba de trasladar a la gran pantalla una historia real tan disparatada que las opciones de que el resultado final fuera esperpéntico, ridículo e incluso paródico eran bastante altas. Sin embargo, la sobriedad, la calma tensa, los diálogos, el ritmo con el que se suceden, la progresiva intensidad con la que se desarrollan los sucesos, la construcción de los personajes, todo, absolutamente todo, está tratado con elegancia y delicadeza, dentro de las posibilidades del relato.

La manera en la que Bennett Miller maneja todos estos elementos es superlativa, al igual que sus tres interpretaciones principales, pero nada sería posible sin la seriedad y el compromiso con el lado humano de los monstruos y juguetes que protagonizan este cuento de terror. Ahí reside la clave de su triunfo, la decisión por apartar todos los elementos polémicos y morbosos del suceso y centrarse en analizar las motivaciones, los traumas, las causas y consecuencias. Tomarse tiempo para radiografiar las relaciones que se establecen, la personalidad de cada uno de sus protagonistas, los miedos, los fracasos, las victorias y, por encima de todo, la soledad que dinamita todos sus aspectos esenciales. En manos de otros guionistas, Foxcatcher habría sido un circo. En manos de este dúo nos encontramos ante uno de los mejores trabajos cinematográficos de los últimos años. Un guion cautivador, hipnótico y demoledor. Una nominación que funciona como acto final de justicia poética.

A FAVOR: La película ha gustado en la Academia, aunque de una manera un tanto extraña. Puestos a premiarla, esta sería la única categoría factible para hacerlo, puesto que en el resto de sus nominaciones parte con (aún) menos ventaja. La película ha contado con el favor total de la crítica, que la ha valorado como uno de los trabajos más completos de la temporada. Tiene aura de Gran Película Americana, algo que gusta en la Academia. Su presencia en el WGA demuestra que los responsables del gremio de guionistas la han tenido más que en cuenta.
EN CONTRA: Casi todo. No es que no haya ganado nada en toda la carrera, es que no ha estado presente en ella salvo en, precisamente, el sindicato de guionistas. Su estatus de película ‘sí pero no’ en estos Óscar 2015 es tan claro que, si tuviéramos que apostar por una nominada que se irá de vacío en todas sus opciones, esa sería Foxcatcher.


Finalista: WGA.




EL GRAN HOTEL BUDAPEST - WES ANDERSON
(3ª nominación / 0 Óscar) y HUGO GUINNESS
(1ª nominación)


Vale, ya lo sabemos, haters de Anderson: este tipo lo hace todo muy bonito pero lo de contar historias es otro cantar. Una filosofía de vida cinematográfica que se vino bastante abajo tras Moonrise Kingdom (nominación incluida) y que ha quedado casi silenciada por completo después del fenómeno de El Gran Hotel Budapest. Ya sea por su aroma a historia clásica de toda la vida, por sus ecos a una Europa decorada con nostalgia, por la preciosa historia de amistad que centra su relato o por el humor descacharrante en cada discurso de sus personajes, en especial el maravilloso Gustave H. al que da vida un no menos brillante Ralph Fiennes, la última película de Wes Anderson ha calado de manera especial entre el público, más allá de sus fieles admiradores, y la Academia, más allá de sus fieles críticos. Si había ganas o no de abrir las puertas del selecto club de los Óscar a alguien como Anderson es toda una incógnita, pero a la hora de hacerlo los académicos lo han dado todo y han convertido a su última maravilla en la película más nominada de la noche, empatada con Birdman. ¿Premios claros? Más allá de algunos técnicos como Diseño de Producción, Maquillaje y Vestuario, más que factibles, está su guion. Básicamente porque funciona en todos sus niveles y porque lo hace a través de una historia agradable y familiar que se desmarca ligeramente de la extravagancia que suele rodear los proyectos de su autor.

Se trata de un guion que condensa todos los elementos clásicos de la filmografía de Anderson: familias desestructuradas, romances imposibles, tradición vanguardista y viceversa, surrealismo cotidiano, y personajes tan tiernos como perdidos en el mundo que les ha tocado vivir. Puede que esa sensibilidad que ha ido aumentando en los últimos trabajos del cineasta, especialmente en sus dos obras previas, Fantástico Sr. Fox y la citada Moonrise Kingdom, nos hubieran podido servir como pista evidente, pero al llegar a este hotel todo parece explotar en un tablero de juego en el que Anderson parece disfrutar más que nunca, teniendo además un control insólito hasta la fecha para jugar con frases y réplicas memorables y, además, redondear su mensaje. Como colofón, se sirve de un prólogo y, especialmente, un epílogo de emocionantes dimensiones humanas. Un guion que mezcla a Zweig con Highsmith, a Hergé con Wilder, para dar como resultado al mejor Anderson.

A FAVOR: Llega como favorita en esta categoría tras ganar en el gremio de guionistas, aunque Birdman no estuviera presente entre las nominadas por las polémicas reglas de estos premios. Se ha convertido en la película fenómeno de la temporada de premios, la gran rescatada, superando el paso del tiempo y llegando a la madrugada del 22 de febrero como una de las dos más nominadas. Entre todas sus alabanzas siempre se ha destacado el trabajo de guion de Anderson. Efecto recompensa: Moonrise Kingdom, su trabajo anterior, se coló entre los finalistas y no consiguió premio. Si la película ha gustado tanto como parece, este premio es suyo. Ha hecho una carrera de premios más que notable.
EN CONTRA: Que la batalla entre Boyhood y Birdman se traslade también a esta categoría. Su gran contrincante a lo largo de la temporada de premios ha sido Iñárritu y, si es la noche del hombre pájaro, esta categoría parece uno de sus premios más evidentes. Anderson sigue siendo un chico raro y los chicos raros no tienen tan fácil conseguir un Óscar. El fuerte componente europeo de la propuesta, alejado del patriotismo del resto de nominadas. Es la más extravagante de las nominadas.


Ganador: Premios CINeol, WGA, BAFTA, Los Angeles, Nueva York, NSFC, Chicago, Crítica Online, Southeastern, Londres, Toronto, Florida, Oklahoma, Phoenix, Indiana, North Carolina.
Finalista: Globo de Oro, Critics' Choice, San Francisco, Washington, St. Louis, Ohio, San Diego, Detroit, Houston, Denver, Georgia.




NIGHTCRAWLER - DAN GILROY (1ª nominación)

Los fanáticos que seguimos con pasión la carrera por los Óscar somos capaces de casi todo para informarnos de qué está pasando en Hollywood, no solamente en la Academia sino a pie de calle. Las reacciones a las nominaciones de los premios más importantes de la industria han dejado muchos titulares a lo largo de estas últimas semanas: el cansancio/respeto/comprensión por las 1.500 ocasiones en las que Meryl Streep ha optado a la estatuilla, la polémica que rodea a El Francotirador, la depresión tras la ausencia de La Lego Película en la categoría animada y el cabreo general por la poca presencia de Nightcrawler. Ni Jake Gyllenhaal, ni película, ni director. Guion original y casi dando las gracias. Sorprenden ambas cosas: por un lado, que el público estadounidense haya convertido en obra de culto a un thriller tan notable como crítico con los medios de comunicación, en general, y los americanos, en particular. Por otro, que a estas alturas alguien pueda sorprenderse por la actitud de la Academia ante una película así. Ni estamos ante un caso Drive, ni ante un ejemplo similar al de Shame, ya que aquellas eran mucho más crudas y violentas. Sin embargo, si había algo que celebrar en Nightcrawler, además de su memorable interpretación protagonista, era el guion. Su delirante historia, rozando lo increíble justo cuando más realista debería ser, resume toda la filosofía de la película, su mirada enfermiza a lo mediático de la tragedia, la búsqueda incesante de la exclusiva en medio de la desgracia, el foco de la noticia sobre la sangre de un asesinato, la mirada envenenada de un personaje que despierta nuestra fascinación y temor con un mismo gesto, una amplia sonrisa.

Dan Gilroy, responsable de los guiones de (glups) El Legado de Bourne y Acero puro, da un salto importante de calidad con una trama que tiene muy claro su objetivo y que sigue todos los pasos para llegar a él. No importa que por el camino se pierda algo de coherencia a favor de un sensacionalismo del cual se ofrece una visión tan radical como, paradójicamente, sensacionalista, aquí lo que importa es culminar con ese gran momento de thriller clásico que suponga una deslumbrante explosión artística y, al mismo tiempo, un subrayado de todo lo que se ha ido intuyendo a lo largo del relato. Sustentado en diálogos obvios pero inteligentes, tomando una posición muy acertada a la hora de no entrar en la crítica gratuita ni aleccionadora, el guion de Gilroy brilla especialmente en los momentos que comparten los personajes de Gyllenhaal y Rene Russo. En esos pequeños instantes es cuando las palabras vuelan con enfermiza agilidad, frenético ritmo, depurado sentido del humor, sarcasmo e ironía en dosis justas para entender, con claridad, el mensaje que Nightcrawler nos quiere transmitir. Gilroy ha conseguido, de lejos, su mejor guion hasta la fecha apoyándose en los hombros de El Gran carnaval en clave fincheriana. A falta de nominaciones grandes, buenos son los aplausos a una historia bien contada.

A FAVOR: Poco. La película se ha convertido en un pequeño fenómeno social entre los cinéfilos. No hay medias tintas con ella, los que la defienden lo hacen con devoción, encumbrándola como uno de los grandes thrillers de los últimos años. Llega a los Óscar con el aroma de película de culto, algo que suele funcionar en una categoría como la de Mejor Guion Original. Ha conseguido algunos galardones interesantes.
EN CONTRA: Todo. Su presencia parece testimonial, consecuencia directa de su sprint final en la carrera de premios. La Academia no parece haber disfrutado demasiado con las andanzas de Gyllenhaal, por lo que su victoria es prácticamente imposible. La competencia en la categoría es altísima y las favoritas son evidentes. Puestos a recompensar un trabajo diferente, el ganador sería Wes.


Ganador: Satellite, San Diego, Austin, Nevada, Georgia.
Finalista: WGA, BAFTA, Critics' Choice, Independent Spirit, Londres, St. Louis, Utah, Houston.



GANARÁ EL ÓSCAR: Birdman (o la inesperada virtud de la ignorancia).
PODRÍA GANAR: El Gran Hotel Budapest.
SI HAY UNA SORPRESA, SERÁ: Boyhood (Momentos de una vida).

 

Fuente: CINeol | Visitada: 1845 veces