En los últimos años, la categoría de mejor actor secundario ha dejado poco espacio para la sorpresa. Las ceremonias de entrega de premios que se adelantan a los Óscar suelen ir dejando bien señalado el camino para coronar a uno de los candidatos con poco margen a la especulación. Si salvamos el premio de Christoph Waltz por Django Desencadenado, cuando Tommy Lee Jones parecía tener cierta ventaja por Lincoln, los premios a Jared Leto, Christopher Plummer, Christian Bale, el propio Waltz por Malditos bastardos, Heath Ledger o Javier Bardem parecían salir con el nombre grabado directamente de la fábrica de las estatuillas. Este año todo indica que volverá a ser otra de esas noches, rizando aún más el rizo. Ya no es solo que no parece quedar ningún suspense para saber quién será el vencedor. Es que incluso el quinteto finalista ha copado prácticamente la categoría en toda la feria anual. La única alternativa que se ha dejado ver un poco ha sido Josh Brolin por Puro Vicio y tampoco es que le hayan dejado asomar mucho la cabeza precisamente.



ROBERT DUVALL – EL JUEZ (7ª nominación / 1 Óscar)

Hablar de Robert a estas alturas es hablar de una leyenda viva con una trayectoria donde se encuentran verdaderos iconos de la historia del cine, participando, entre otras, en hasta ocho producciones nominadas al Óscar a mejor película, resultando dos de ellas ganadoras. Criado en California en un ambiente militar, antes de desplazarse a Nueva York para estudiar interpretación y hacerse íntimo amigo de Gene Hackman y Dustin Hoffman (con quién compartía piso) siguió la tradición familiar y sirvió en el ejército, lo que, a juzgar por buena parte de su filmografía, le sirvió de inspiración para tantos y tantos papeles donde interpretó a militares y personajes con capacidad de mando.

Debutó con un personaje menor en contenido pero con gran relevancia en Matar a un ruiseñor, donde interpretaba a Boo Radley, un disminuido psíquico que atemorizaba a los niños del barrio pero acababa haciéndose amigo de la hija de la familia protagonista. Años después, por sus personajes descubrimos lo que era un consigliere (El Padrino) y que Charlie no hace surf, aparte de las bondades del olor de napalm por la mañana (Apocalypse now). Por ambos personajes consiguió sus dos primeras nominaciones al Óscar sin conquistar ninguno de ellos, y para entonces ya se había dejado ver en cintas tan conocidas como La Jauría Humana, Bullitt, Valor de Ley, M.A.S.H o Network, un Mundo Implacable. En los 80 empezó fuerte, nominado en 1981 por El Don del Coraje y consiguiendo su único Óscar hasta la fecha en 1984 por su papel de cantante country alcohólico intentando rehacer su vida en Gracias y favores. Y entonces sucumbió a la famosa maldición del Óscar, pasando de tener una trayectoria destacada en películas de renombre a recaer en papeles secundarios carismáticos en películas bastante olvidables salvo contadas excepciones.

A finales de los 90 encadenó dos nuevas nominaciones seguidas: por Camino al Cielo, su debut como director de ficción (previamente había filmado un documental), interpretando a un predicador obligado a abandonar su congregación para comenzar una nueva; y Acción Civil, donde interpretaba uno de los pocos 'villanos' de su carrera en forma de abogado defensor de un empresario demandado por vertidos ilegales. A sus 84 años sigue activo y en buena forma, como demuestra esta nueva nominación, y quién sabe si la última, que lo convierte en el actor de más edad en ser nominado en esta categoría. En El Juez encarna al personaje del título, una figura venerable y respetada en su pueblo hasta que se ve acusado de un asesinato que no consigue recordar si cometió o no a causa de una enfermedad degenerativa.

A FAVOR: Lejos de parecer el típico premio honorífico reconociendo su carrera, su personaje es un caramelo para un actor de su edad y su interpretación está a la altura de sus mejores trabajos por todos los matices que llega a incorporar. Que no quita que el factor homenaje le ayude a sumar.
EN CONTRA: En un año con una competencia menos fuerte bien podría haber sido un serio aspirante, pero hay un gran favorito entre los finalistas y su película ha pasado bastante desapercibida por crítica y público. La vieja guardia de la Academia le ha ayudado para llegar hasta la nominación, pero no parece que vaya a pasar de allí.

Finalista: SAG, Globo de Oro, Critics’ Choice, Satellite.




ETHAN HAWKE – BOYHOOD (MOMENTOS DE UNA VIDA)
(2ª nominación / 0 Óscar)

Pocos son los actores que debutan siendo niños y, con los años, en lugar de estropearse o desaparecer para siempre, consiguen adaptarse y confirmarse con filmografías destacadas. Ethan es uno de ellos. Con apenas 15 años protagonizó Exploradores junto a River Phoenix. Lejos de acomodarse con la buena acogida que tuvo la película en su día, se formó en el teatro hasta que cuatro años después le llegó el turno de El Club de los Poetas Muertos, cinta que contribuyó definitivamente a lanzar su carrera, y eso que ha tenido tiempo para todo. Mientras su trayectoria en cine se mantenía constante, siempre ha sabido sacar tiempo para dedicarse a sus otras dos pasiones: el teatro y la escritura. De su segunda novela, The Hottest State, dirigió personalmente su adaptación cinematográfica.

Si algo ha demostrado es su capacidad para moverse por un abanico de géneros dando la talla en todos y cada uno de ellos. Película de aventuras y supervivencia (Colmillo Blanco, ¡Viven!), dramas generacionales (Bocados de realidad), clásicos modernizados (Hamlet, Grandes Esperanzas), ciencia ficción (Gattaca) y terror (Sinister). Ha interpretado a policías corruptos (Los Amos de Brooklyn) y arriesgadamente honestos (Asalto al Distrito 13, Training Day: Día de Entrenamiento). Con esta última consiguió su primera nominación como actor en 2011, por interpretar al nuevo compañero de un detective por encima del bien y el mal que supuso un Óscar para Denzel Washington.

Pero si hay un director con el que ha mantenido una conexión especial, ese es Richard Linklater, con quién ha rodado ya seis películas. Los Newton Boys y Fast Food Nation se movían dentro de lo convencional, pero en 1995, su primera colaboración en Antes del Amanecer supuso el germen de lo que acabaría completándose con dos secuelas, Antes del Atardecer (2004) y Antes del anochecer (2013), separadas por una década en la ficción y en la realidad, recuperando a los mismos personajes a través de los años. Por ambas estuvo también nominado a una estatuilla, pero en esta ocasión como coautor del guion junto a Julie Delpy y el propio Linklater. Con Boyhood lo han llevado más lejos al construir toda una película con episodios rodados a lo largo de doce años, en la que Ethan ha aportando experiencias propias (criado por su madre divorciada) y con la que ha vuelto a ser nominado por interpretar a un padre cariñoso pero distante durante la adolescencia de sus hijos, que va pasando de la irresponsabilidad de juventud a la madurez mientras intenta entender en qué consiste criar a un hijo y formar una familia.

A FAVOR: Su película es una de las favoritas de la noche y si acaba triunfando pueden ser varios premios los que acabe sumando. Ya son varias sus nominaciones previas, está claro que gusta a la Academia y en algún momento querrán premiarle.
EN CONTRA: Presente en infinidad de premios, no ha conseguido triunfar en ninguno. Aparte de haber un claro favorito, su personaje es el que menos trascendencia tiene en su propia película de los cinco nominados. No se contempla ni siquiera como alternativa.

Finalista: Premios CINeol, SAG, BAFTA, Globo de Oro, Critics' Choice, Independent Spirit, Gotham, Satellite, Chicago, Crítica Online, Dallas, Londres, San Francisco, Washington, St. Louis, Ohio, San Diego, Iowa, Detroit, Phoenix, Houston, Denver, Georgia, Indiana, North Carolina.




EDWARD NORTON – BIRDMAN (O LA INESPERADA VIRTUD DE LA IGNORANCIA) (3ª nominación / 0 Óscar)

Su irrupción en el cine fue de las más prometedoras de la década de los 90. Formado en el teatro neoyorquino, su debut en 1996 le reportó sus primeros premios destacados y le situó en primera línea del panorama cinematográfico. Ese año estrenó tres películas: El Escándalo de Larry Flynt, interpretando al abogado y asesor de Woody Harrelson; Todos dicen I Love You, el musical de Woody Allen donde incluso cantaba y que le reportó un premio como el NBR; y Las Dos Caras de la Verdad, por la que ganó un Globo de Oro y su primera nominación al Óscar, siendo derrotado por Cuba Gooding Jr. en Jerry Maguire.

En esta última, su personaje mostraba una dualidad que le ha acompañado en buena parte de su filmografía: The Score, Smoochy, El Increíble Hulk, El Club de la Lucha e incluso, de alguna forma, American History X, donde su personaje de neonazi a quien la cárcel cambia su visión de la vida supuso su segunda nominación, aunque en la ceremonia se vio eclipsado por el protagonista de La Vida es Bella (con la famosa imagen de Roberto Benigni avanzando por el respaldo de las butacas hacia el escenario para recoger el premio de mejor actor). Para las pocas veces que este premio recae en personajes cómicos, a Edward le tocó sufrirlo dos veces.

Al comienzo de los 2000, la espuma que levantó pareció irse evaporando. Participó en varias películas que funcionaron bien en taquilla, pero habitualmente en personajes que no le exigían demasiado a nivel interpretativo. Incluso en El Reino de los Cielos, quizás por la oportunidad de trabajar con una leyenda como Ridley Scott, su rostro estuvo oculto tras una máscara inexpresiva. Con la nueva década parece haber cambiado de nuevo su tendencia. Ha entrado de lleno en el peculiar universo de Wes Anderson participando en el reparto coral de su dos últimos trabajos: Moonrise Kingdom, una historia centrada en la fuga de dos niños enamorados; y El Gran Hotel Budapest. O sea, que a la hora de la ceremonia tendrá su corazón dividido al competir de forma directa con la película por la que ha vuelto a ser nominado. Birdman supone un regreso a sus orígenes en el Off Broadway, interpretando a un actor metódico y respetado que llega como salvador a una obra a punto de estrenarse y acaba desquiciando a su director con sus manías, egos y provocaciones.

A FAVOR: En cierto modo se lo deben, si uno recuerda ahora el resultado de su segunda nominación y el poso que han dejado con los años uno y otro personaje. Por otro lado, su nominación es más que merecida y su personaje tiene peso específico en la historia de una de las películas que parten como favoritas de la noche. Es el único que le ha podido quitar algún premio al favorito del año.
EN CONTRA: En cualquier otro año ganaría con facilidad, pero el favoritismo de Simmons es aplastante. A pesar de que la categoría tiene un gran nivel este año, el pescado parece vendido, disecado y colocado encima de la chimenea de J.K.

Ganador: NBR, Crítica Online, Kansas, San Francisco, Oklahoma, Boston Online, North Carolina.
Finalista: SAG, BAFTA, Globo de Oro, Critics' Choice, Independent Spirit, Los Angeles, NSFC, Satellite, Chicago, Boston, Dallas, Southeastern, Londres, Washington, St. Louis, Ohio, Florida, Toronto, Utah, San Diego, Iowa, Detroit, Phoenix, Houston, Denver, Georgia.




MARK RUFFALO – FOXCATCHER (2ª nominación / 0 Óscar)

Y de un Hulk pasamos a su sucesor. Su trayectoria hasta hace unos años se podría resumir con cierta escena bastante premonitoria de su paso por Studio 54: siempre cerca de gente importante pero no lo suficientemente 'cool' como para acceder al olimpo de las estrellas. Y es que, sin grandes protagonistas ni papeles especialmente prometedores, Mark se ha ido labrando una filmografía interesante aportando serenidad y templanza a la mayoría de sus personajes. Sus facciones duras aunque de gesto amable han amenazado con encasillarle en papeles de detectives y soldados, pero paso a paso ha logrado ampliar sus registros trabajando con algunos de los nombres más respetados en Hollywood.

Tampoco le va nada mal en ese registro. Sus papeles en Collateral, Zodiac, Shutter Island o Ahora me ves... así lo atestiguan, además de permitirle trabajar con directores de la talla de Michael Mann, David Fincher o Martin Scorsese, entre otros. Lo que no le ha impedido participar en varias películas de corte romántico de dudoso recuerdo que le han servido para irse labrando una trayectoria explotando sus posibilidades. Aunque con Puedes contar conmigo comenzó su aparición en la feria de los premios, siendo nominado a alguno tan importante como el Independent Spirit, 2010 fue el año en que definitivamente se puso en el escaparate de las alfombras rojas. Su debut como director con Sympathy for Delicious recibió el premio especial del jurado en Sundance, y su personaje en Los Chicos están bien recibió una nominación en casi todos los premios importantes del año, incluido el Óscar, por interpretar a un hombre que descubre ser el padre biológico de dos hijos criados por una pareja de lesbianas, aportando su carisma y punto simpático en una cinta de corte más o menos dramático.

En 2012 su popularidad se disparó gracias a Los Vengadores, auténtico éxito de taquilla mundial donde uno de los aspectos más comentados fue su interpretación de Bruce Banner, destacándola por encima de sus predecesores con el personaje, Edward Norton y Eric Bana. Y 2014 le ha vuelto a meter en la vorágine de los esmóquines y alfombras rojas. Con The Normal Heart, producción televisiva de HBO, ha ganado el premio del sindicato de actores (SAG) y ha estado nominado a Globo de Oro, Emmy y Satellite, interpretando a un activista gay reclamando sus derechos en los años de aparición del sida. Sus años de instituto donde competía en lucha deportiva, siguiendo los pasos de su padre, le han debido servir como preparación para Foxcatcher, su nueva nominación, donde se pone en la piel de un personaje real, David Schultz, campeón olímpico y entrenador de su hermano, que accedió a trabajar para un caprichoso millonario amante de los valores que transmite dicho deporte. Un papel muy físico donde actúa como figura paterna, mentor y guía profesional y personal de su turbado hermano, un papel que le viene que ni pintado para explorar todos sus registros.

A FAVOR: Su interpretación destaca por ser el punto de calma y serenidad entre dos personajes traumáticos y acomplejados que crean un ambiente opresivo a su alrededor. Aunque es el menos protagonista del trío principal, la historia acaba girando a su alrededor. Su actuación le ha merecido nominaciones en la plana mayor del año.
EN CONTRA: Apenas ha ganado nada y el más importante ha sido una mención especial compartida con sus compañeros. Incluso dentro de su misma película bien podría haber sido nominado Channing Tatum en su lugar, un personaje con muchos más matices y peso en pantalla que ha sido ignorado sistemáticamente por las distintas asociaciones de premios. Y, por supuesto, está Simmons.

Ganador: Gotham*, San Diego.
Finalista: SAG, BAFTA, Globo de Oro, Critics' Choice, NSFC, Satellite, Chicago, Crítica Online, Dallas, San Francisco, Washington, St. Louis, Londres, Ohio, Florida, Detroit, Phoenix, Houston, Denver, Georgia, North Carolina.
*Premio especial del jurado compartido con Channing Tatum y Steve Carell.




J.K. SIMMONS – WHIPLASH (1ª nominación)

Aunque lleva cerca de 20 años dedicándose sin parar al cine y la televisión, es ahora, recién cumplidos los 60, cuando empieza a saborear los reconocimientos en forma de premio por su trabajo. Cierto es que su carrera se ha desarrollado sobre todo en un perfil bajo, en apariciones generalmente muy secundarias y con poca presencia en el conjunto de sus películas. Salvo cuando le han dado margen para hacerse notar, y ahí es cuando su talento y su expresiva cara han llamado la atención por la calidad de sus trabajos. Un rostro que le permite moverse entre registros muy distantes: desde personajes de marcado perfil cómico y caricaturesco, hasta papeles autoritarios y en ocasiones amenazantes, dejando su sello en todos ellos con la misma habilidad.

En el primer grupo, sin duda destaca su aparición en la trilogía de Spider-Man dirigida por Sam Raimi, donde encarnaba al excesivo jefe de Peter Parker, o su personaje de ladrón con síndrome de colon irritable en The Ladykillers, una de las películas menos afortunadas de los hermanos Coen. En el otro lado de la balanza, ha brillado más en televisión por sus apariciones en The Closer, serie policíaca donde interpretaba al jefe adjunto del departamento de Los Angeles, y la aclamada Oz, por su personaje de presidiario neonazi, violento y homófobo. En papeles más intermedios, le hemos visto en toda la filmografía de Jason Reitman.

Para el papel que le ha servido para conseguir su primera nominación, podría decirse que jugaba con cierta ventaja. Por un lado, su propia formación musical con la que se preparó para trabajar en el teatro en sus comienzos. Por otro, su participación con el mismo personaje en el corto que sirvió de carta de presentación para conseguir financiación para hacer de él un largometraje. Sin duda ha aprovechado esta segunda oportunidad de recrear al tiránico, abusivo y despiadado profesor musical que no tiene reparos en destruir anímicamente a sus alumnos en busca de una genialidad única entre ellos. Un papel difícil de olvidar y muy en línea con los villanos carismáticos que han frecuentado esta categoría en los últimos años.

A FAVOR: Teniendo en cuenta que no ha habido quien le tosa en toda la temporada de premios, lo tiene todo de su parte. Ha acaparado todos los galardones importantes y es una de las partes más importantes e impactantes de una de las películas favoritas del año. Además, es la categoría idónea para premiar a los grandes villanos, por lo que hemos visto durante los últimos 10 años. Es de las quinielas más fáciles de acertar de toda la ceremonia.
EN CONTRA: Dos de las películas favoritas para la gran victoria están presentes en esta categoría. Si alguna de ellas se hinchara a ganar premios podría arrastrar a su actor por inercia. Aun así, parece muy poco probable.

Ganador: SAG, BAFTA, Globo de Oro, Critics' Choice, Los Angeles, Nueva York, NSFC, Chicago, Boston, Dallas, Southeastern, Londres, Washington, St. Louis, Las Vegas, Toronto, Ohio, Nueva York Online, Florida, Utah, Austin, Iowa, Detroit, Houston, Phoenix, Denver, Nevada, Georgia, Indiana.
Finalista: Independent Spirit, Satellite, Crítica Online, San Francisco, San Diego, North Carolina.


GANARÁ EL ÓSCAR: J.K. Simmons.
PODRÍA GANAR: Nadie, pero como hay que decir uno, Edward Norton.
SI HAY UNA SORPRESA, SERÁ: Mark Ruffalo, pero igualmente se tendría que helar el infierno para que pasase.