Con permiso de los festivales de Telluride y Toronto, siempre dispuestos a que las películas que quieren plantar su primera pica en el camino hacia el Oscar desembarquen en sus cines ante la prensa yanqui, el certamen cinematográfico por excelencia de final del verano es el FESTIVAL DE VENECIA, que este año llegaba a su edición número 71 con ganas de reivindicar su puesto como el segundo más importante del mundo después de Cannes (sin duda, en Europa ostenta esa posición).

El certamen tuvo de todo y para todos, gozó del lustre y el betún que uno se espera en citas tan señaladas, siempre a caballo entre la más absoluta maestría y el más completo fracaso, entre la adoración y la indiferencia, entre las historias íntimas y las épicas grandiosas, entre las estrellas y los estrellados. Y como en años anteriores, su palmarés se ha inclinado por lo más alejado de las luces y las lentejuelas, dejando en la cuneta a cintas de directores respetados, actores populares o cinematografías potentes para premiar a una sencilla comedia surrealista de un modesto director sueco, más accesible que anteriores ganadoras del León de Oro (como la del año pasado), pero aun así muy alejada de los titulares rimbombantes. La gran perjudicada, aunque seguro que durante la temporada de otoño se suplirá con creces su falta de premios, ha sido Birdman, de Alejandro González Iñárritu, que desde que se mostró en la inauguración fue un rotundo éxito entre crítica y público.

En cualquier caso, el palmarés del festival es el siguiente:

LEÓN DE ORO a la Mejor Película:
EN DUVA SATT PÅ EN GREN OCH FUNDERADE PÅ TILLVARON
(Una paloma posada en una rama reflexionando sobre la existencia),
de Roy Andersson (Suecia)

LEÓN DE PLATA al Mejor Director:
Andrej Koncalovskij, por BELYE NOCHI POCHTALONA ALEKSEYA TRYAPITSYNA
(Las noches blancas del cartero Alexei Tryapitsyna) (Rusia)

GRAN PREMIO DEL JURADO:
THE LOOK OF SILENCE, de Joshua Oppenheimer
(Dinamarca, Finlandia, Noruega, Reino Unido, Indonesia)

PREMIO ESPECIAL DEL JURADO:
SIVAS, de Kaan Müjdeci (Turquía, Alemania)



COPA VOLPI al Mejor Actor:
Adam Driver, por HUNGRY HEARTS (Italia)

COPA VOLPI a la Mejor Actriz:
Alba Rohrwacher, por HUNGRY HEARTS (Italia)

OSELLA al Mejor Guión:
Rakhshan Banietemad y Farid Mostafavi, por GHESSEHA (Cuentos) (Irán)

PREMIO MARCELLO MASTROIANNI al Mejor Actor Joven:
Romain Paul, por LE DERNIER COUP DE MARTEAU (Francia)

PREMIO FIPRESCI DE LA CRÍTICA:
THE LOOK OF SILENCE, de Joshua Oppenheimer