Especial Óscar 2014: Mejor Vestuario

Este premio lleva entregándose desde 1948, aunque ha sufrido alguna modificación importante, puesto que antes se dividía en dos apartados: color y B/N. A pesar de su relativa importancia en la gala de los Óscar, el vestuario forma parte decisiva de una película, sirviendo para situar tanto a los espectadores como a los propios actores. No se entendería una película de época, de fantasía o de ciencia ficción sin un buen vestuario. Por otra parte, un mal vestuario puede arruinar una película, sacando al espectador de la misma por la dificultad de ambientarse y por la pérdida de credibilidad, así que año tras año los diseñadores de vestuario ponen de su parte para conseguir una colección de trajes y complementos que se ajuste a la perfección al guion, la época y el género tratado.

LA GRAN ESTAFA AMERICANA - MICHAEL WILKINSON
(1ª nominación)

Michael Wilkinson se estrena en la categoría con un gran trabajo que se complementa perfectamente con el resto de aspectos de la película. Uno de los puntos clave del vestuario es la capacidad para definir a los personajes y su función en las numerosas estafas, engaños y manipulaciones que tienen lugar. La ropa representa su estilo de vida al límite, pasado de vueltas, en cierta manera tal y como se vivía en la época de finales de los años 70. De hecho, Wilkinson decidió inspirarse revisando revistas de moda de la época como Vogue o Cosmopolitan, incluso Playboy.

Para conseguir algunas prendas, el equipo de Wilkinson tuvo que recorrerse varios mercadillos, mientras que otras fueron adquiridas en tiendas vintage de renombre. Aunque no todo fue comprado, ni mucho menos: el espectacular traje blanco escotado que luce Jennifer Lawrence en la escena del club fue hecho desde cero por el equipo de vestuario. Especialmente llamativos resultan el traje grisáceo de Jeremy Renner combinado con su imposible corbata a colores, el deslumbrante vestido metalizado de Amy Adams con un escote que llega casi hasta el suelo, la medalla dorada que porta a pecholobo descubierto Bradley Cooper o los pañuelos y chalecos que luce Christian Bale y que definen la presión que sufre el personaje.

A FAVOR: La época se presta a un vestuario espectacular y colorido, y sin duda esta cinta aprovecha la oportunidad hasta niveles insospechados. Es una de las películas favoritas del año, y este sería un lugar idóneo para darle un reconocimiento y que así no se vaya de vacío.
EN CONTRA: Lo que más se recuerda de los trajes es precisamente lo que no es tela: los escotes. De hecho, ocupan un lugar secundario frente a los peinados. Además, no ha ganado el premio del sindicato y los Óscar nunca han premiado el vestuario de los años 70, prefiriendo épocas más pretéritas. Y de esas compiten unas cuantas.

Finalista: CDG, BAFTA, Critics' Choice, Phoenix.

EL GRAN GATSBY - CATHERINE MARTIN
(3ª nominación / 1 Óscar en esta categoría)

Catherine Martin ya sabe lo que es tener que hacer un hueco en uno de sus estantes para colocar la estatuilla. Fue por Moulin Rouge y además lo hizo por partida doble, al llevarse también el premio de mejor dirección artística. También consiguió nominación por Australia, es decir, que sus tres nominaciones las ha conseguido con el mismo director, Baz Luhrmann, por lo que su compenetración a la hora de trabajar queda fuera de toda duda. No en vano, son marido y mujer.

Jay Gatsby es un personaje icónico dentro del ideario americano y ha sido llevado ya varias veces al cine, siendo la última vez en el año 1975. Su aspecto más llamativo eran sus trajes, algo esencial en la alta sociedad de los felices años 20 americanos (aunque tan ‘feliz’ década acabase de forma dramática). Gracias a la cantidad de detalles que el autor describe en el libro, el trabajo de investigación y de interpretación que siempre conlleva resultó más fácil. Además de los atuendos de Gatsby, Martin hizo hincapié en el personaje de Daisy, afirmando que su vestimenta refleja su estado anímico: por ejemplo, su traje blanco evoca la melancolía que siente al recordar el día más feliz de su vida, cuando se casó. Como era de esperar, la opulencia en esta película es desmedida, con trajes hechos a base de seda, pieles y terciopelo con un torrente de joyas para remarcar la posición social de sus protagonistas. El filme lleva un tempo acelerado y por momentos hasta resulta algo histriónico, algo que se ve reforzado por los colores intensos utilizados en el vestuario, que sin embargo se suavizan en las escenas más íntimas y reposadas.

A FAVOR: Ha conseguido varios premios importantes durante la temporada. Catherine Martin es muy apreciada por la Academia: cada película que hace con su marido, sale nominada. Además, su trabajo es tan llamativo y excesivo que se queda en la memoria sin importar la opinión que uno tenga del filme. Esta es una categoría en la que influye poco tener más nominaciones, sobre todo para cintas de época.
EN CONTRA: 12 Años de Esclavitud le ha hecho una buena faena al arrebatarle el premio del sindicato, lo que puede indicar que su estatus como favorita no era tal. Competir con nominadas a mejor película que también son de época puede salirle caro.

Ganador: BAFTA, Critics' Choice, Phoenix.
Finalista: CDG, Satellite.

12 AÑOS DE ESCLAVITUD - PATRICIA NORRIS
(6ª nominación / 0 Óscar)

Patricia Norris es la más veterana de la categoría y vuelve por sexta vez a los Óscar con la esperanza de, esta vez sí, alzarse con el ansiado galardón. A sus 80 años tiene a sus espaldas nominaciones por películas de lo más diversas, como Días del Cielo, El Hombre Elefante, ¿Victor o Victoria?, 2010: Odisea Dos y Asesinato en Beverly Hills. En esta ocasión, Patricia sale de los mundos lynchianos (además de El Hombre Elefante ha participado en otras como Terciopelo Azul) para aterrizar en un mundo donde el comercio humano en Estados Unidos está a la orden del día.

En primera instancia podemos pensar, ¿qué vestuario llamativo podrían tener los esclavos, si no disponían de recursos? Pues la respuesta es que, efectivamente, no tenían vestuario más allá de sus cuatro prendas desarrapadas. Pero ahí radica la grandeza de los diseños, en dar credibilidad a dichas prendas, tan alejadas de la opulencia de los trajes y vestidos que podemos ver en películas de corte victoriano o en otras basadas en el mundo de la moda. Para dar esta sensación de desgaste en la ropa, trataron las prendas a base de muchos lavados y exposición al sol, así como pasándolas por diferentes tipos de tierra para darle esa suciedad característica y poner la impronta del paso del tiempo. Por otra parte, no todo es vestuario ruinoso en el filme. Todo esclavo pertenece a un dueño y estos llevan un tren de vida elevado, ataviados con trajes de chaqueta, zapatos procedentes de Italia y tejidos traídos directamente de Francia e Inglaterra, algo bastante común en la América de 1850, donde la gente pudiente se desvivía por estas telas.

A FAVOR: Ha conseguido el premio del sindicato, el más importante para los diseñadores. A sus 80 años y con seis nominaciones, va siendo hora de que la Academia premie a la nominada. Además, la película es la favorita para la victoria, por lo que este premio puede servir para rellenar un poco su cuenta de trofeos (a los votantes les gusta que su ganadora tenga al menos 3 estatuillas)
EN CONTRA: El Gran Gatsby viene pisando muy fuerte durante la temporada, obteniendo el resto de premios importantes. La modestia y pobreza de los ropajes no suele ser bien valorado en esta categoría, que prefiere la opulencia barroca.

Ganador: CDG, Las Vegas.
Finalista: Critics' Choice, Satellite, Phoenix.

THE GRANDMASTER - WILLIAM CHANG
(1ª nominación)

Para darle un toque diferente a la categoría, la Academia ha decidido nominar por sorpresa a esta producción de Hong Kong basada en la figura de Ip Man, el maestro chino de artes marciales que fue maestro del archiconocido Bruce Lee. William Chang, frecuente colaborador de Kar Wai Wong y también diseñador de producción, es famoso por mostrar la cultura china al mundo de la forma más fiel y elegante posible, poco dado a estridencias pero sin renunciar a lo icónico.

Nos situamos en Shanghái en la década de los años 30, donde la modernidad de nuestros días (y del mundo occidental) aún no había hecho acto de presencia. Por lo tanto, nos encontramos con vestimentas clásicas de la cultura china, patentes sobre todo en los vestidos bordados y floridos de los personajes femeninos. Hay imágenes que, entre la fotografía y el vestuario, parecen escenas salidas de un cuadro de una pinacoteca, donde se combinan los tonos oscuros con los claros, combinándolos con los colores del fondo, haciendo que los tonos de los vestidos sean como la paleta de colores de un cuadro. Curiosamente, algunos de los trajes más vintage fueron adquiridos en la archiconocida tienda online eBay, como el abrigo de Gong Er, con ese cuello de terciopelo que otorga muchísimo carácter a su personaje.

A FAVOR: Como en todo el cine de Kar Wai Wong, hay escenas realmente llamativas por la combinación de diseño y fotografía, lo que potencia la vistosidad de los trajes empleados. El factor exótico juega en su favor…
EN CONTRA: …siempre y cuando fuese una película popular, pero no lo es. Inexistente en la temporada de premios, durísimos rivales, nominado novel y a todas luces la única sin posibilidades de premio.

THE INVISIBLE WOMAN - MICHAEL O'CONNOR
(3ª nominación / 1 Óscar)

El británico Michael O'Connor ya saboreó las mieles de la victoria gracias a su trabajo en La Duquesa y se quedó a las puertas con Jane Eyre. Aunque también es responsable de los diseños de vestuario de cintas tan variopintas como Dredd 3D, La Legión del águila o El Último Rey de Escocia, está claro que ha encontrado en la época victoriana su gran filón. Por otro lado, es la época más explotada por el cine de las islas y la más premiada por la Academia, así que el futuro que le espera a O’Connor es muy dorado.

El vestuario del filme convierte al afamado escritor inglés Charles Dickens en un auténtico galán, pero con la sobriedad característica de un caballero británico. La cinta alterna entre dos escenarios distintos, donde la vestimenta cambia de forma acorde: la campiña inglesa y la gran ciudad, Londres. Para vestir a las actrices, que sin duda son las estrellas de la función en este apartado, Michael O'Connor estudió los libros de Dickens, donde éste deja clara su preferencia por los vestidos color pastel con bordados florales. Sin embargo, su amante secreta, Nelly Ternan, va normalmente ataviada con ropas oscuras y cofia, para acentuar ese aire de secretismo que destila la historia. Por otro lado, uno de los detalles más llamativos son los fantásticos sombreros de copa que llevan los personajes masculinos que aparecen en la película.

A FAVOR: Puede ser la tapada de la categoría, como el propio nombre de la película indica: la nominada invisible que da el campanazo. La época victoriana es de lejos la favorita de los académicos en esta categoría, solo rivalizada por las épocas anteriores (de las que no hay nominada ninguna cinta). O'Connor ya ganó este Óscar por La Duquesa aunque el filme no estaba nominado a nada más, así que podría repetir experiencia.
EN CONTRA: El Gran Gatsby satura los sentidos, 12 años de esclavitud tiene de su parte al sindicato y a los votantes de la categoría reina, La Gran Estafa Americana tiene también su nicho de partidarios y es muy llamativa... En cambio, ¿cuántas personas han visto este pequeño filme sin apenas distribución ni campaña promocional que se precie? Ni siquiera los ingleses le dieron el BAFTA.

Finalista: BAFTA, Satellite.

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