Especial Óscar 2014: Mejor Maquillaje y Peluquería

Se puede decir a día de hoy que el maquillaje es la hermana pobre de las categorías de los Óscar. Desde hace unos años, es la única que solo tiene tres nominadas. Ni siquiera es un número variable: siempre tres. Y eso, pese a que ha sido renombrada como ‘maquillaje y peluquería’, dos factores fundamentales para la caracterización de los personajes y la fidelidad a la época en la que se sitúan las películas. Por no mencionar que hay algunas cintas que hacen virguerías muy complejas. Tradicionalmente suelen ganar películas de época, fantásticas o biopics, donde maquilladores y peluqueros dan rienda suelta a su creatividad o deben ajustarse a recrear un personaje histórico. Este año las nominadas abarcan un poco de todo, desde las que buscan el realismo hasta las que cambian radicalmente la apariencia de sus actores. Eso sí, se echan de menos cintas con trabajos tan elaborados y minuciosos como La Gran Estafa Americana (la única que este año había ganado premios en este apartado), El Hobbit: La Desolación de Smaug, Los Juegos del Hambre. En Llamas, 12 Años de Esclavitud o Rush, entre otros.

BAD GRANDPA

Steve Prouty (1ª nominación)

Quién les iba a decir a los cenutrios de Jackass cuando estaban tirándose en patines por una ladera o encendiendo pedos con mecheros que iban a poder acudir pasear por la alfombra roja de los Óscar como cualquier nominado. La culpa la tiene este spin-off de la popular serie, que viene a ser una mezcla entre Borat y Los Mayores Gamberros, con Johnny Knoxville caracterizado como un anciano amoral, grosero y políticamente incorrecto que viaja con su nieto por todo el país. El quid de la película es que buena parte de los gags son grabados con cámara oculta, con personas reales que reaccionan a las burradas de Knoxville, lo que hace que el maquillaje sea indispensable. Steve Prouty dirige por primera vez en su carrera este departamento, tras haber trabajado en filmes como Hairspray, Thor o Synecdoche, New York, y se enfrenta a un reto que a muchos les haría sudar tinta. Porque una cosa es que el maquillaje a cuerpo completo quede bien en película, con una iluminación, unos filtros y un retoque posterior adecuado, y otra muy distinta lograr que un actor de 42 años parezca un viejo de 86 para una persona que está cara a cara con él. Y además, conseguir que las decenas de prótesis y piezas (por ejemplo, eran 11 por cada mano) durasen todo el día de rodaje.

A FAVOR: Hacer anciano a un actor joven es un truco que siempre funciona para atraer votos. Además, cuenta con el extra de dificultad de tener que ser realista e invisible al ojo del espectador de primera fila, algo que pocas películas podrían cumplir.
EN CONTRA: Como esta categoría la vota todo el mundo, no solo los expertos en este ámbito, pocos van a ser los que vean el ‘Jackass presents’ y se atrevan a darle el voto. De hecho, es más probable que los académicos tiren el screener por la ventana a que vean la película. Y sin verla, es dudoso que quieran premiarla.

DALLAS BUYERS CLUB

Adruitha Lee, Robin Mathews (1ª nominación para ambas)

Cuando uno ve esta nominación puede pensar que se trata de una simple recompensa del gremio de los maquilladores a una de las nominadas a mejor película. Suele pasar. Hay cintas que aprovechan la marea para aparecer en sitios donde objetivamente no habrían sido consideradas de no ser porque gustaron mucho como película. Pocas películas pueden lograr más de 10 nominaciones sin al menos un par de estas. Sin embargo, pese a que a priori sea el trabajo menos vistoso de las tres nominadas, en absoluto se puede decir que esta sea una nominación de compromiso. Una cifra saca de dudas: 250. En concreto, 250 dólares. Ese es el presupuesto con el que contaban las maquilladoras para la película. No para un día de rodaje, o para un personaje: para TODO. 9 dólares por día de rodaje para maquillar a todos los actores y los extras, crear las manchas y cicatrices que exhiben los enfermos de sida en fase terminal, crear el cambiante aspecto de Rayon, con sus coloretes y pelucas, y lograr que los actores parezcan más sanos (cuando están medicándose) o más demacrados y delgados (cuando avanza la enfermedad) sin que ellos cambien de peso. Y cambiar ese maquillaje tres o cuatro veces al día. Todo ello fue posible con la creatividad de Adruitha Lee y Robin Mathews, dos habituales del cine indie acostumbradas a los presupuestos ínfimos, a sacar partido al neceser de sus madres y a emplear soluciones caseras para los grandes retos, como utilizar harina de maíz para simular la dermatitis.

A FAVOR: Es la única de las nominadas que también lo está a mejor película. De hecho, la diferencia de calidad y aceptación por parte de la Academia respecto a las otras dos es abismal, lo que la convierte en la favorita. Además, se ha comentado bastante el tema del escaso presupuesto con el que contaban, lo que siempre le da un empujoncito a su causa por ser un caso de David vs Goliath.
EN CONTRA: Es la menos vistosa y obvia de las tres nominadas. De hecho, todo lo que aparece en el filme, tanto el travestismo como el sida, lo hemos visto en infinidad de películas que no recibieron atención por parte de la Academia. La única fue Philadelphia, pero esa fue hace 20 años, era igual de realista y no ganó.

EL LLANERO SOLITARIO

Joel Harlow (2ª nominación / 1 Óscar), Gloria Pasqua Casny (1ª nominación)

De todos los nominados este año, Joel Harlow es el único que repite. De hecho, ya sabe lo que es ganar una estatuilla. Lo hizo con su otra candidatura, por Star Trek, donde se encargaba de la parte de las prótesis. En El Llanero Solitario, en cambio, su labor es la de coordinar a todo el departamento para crear una gran variedad de maquillajes. El más destacado es el del personaje de Toro, interpretado por Johnny Depp en dos momentos distintos de su vida: cuando es joven y guerrero, llevando siempre la cara pintada de blanco y negro y un cuervo en la cabeza (que debe mantenerse pegado a la peluca e inmóvil incluso durante las complejas escenas de acción); y cuando es un anciano, lo cual permite a los maquilladores emplearse a fondo para convertir todo su cuerpo en una arruga manchada y colgandera. Su nivel de realismo es muy pobre comparado con las otras nominadas, pero sigue siendo una tarea mastodóntica. Pero la labor de Harlow y la peluquera Gloria Pasqua Casny no se queda ahí, ya que hay decenas de personajes y cientos de extras que requieren de su atención: mujeres con elaborados tocados, indios con pelucas y pinturas, vaqueros sucios y mal afeitados, villanos con cicatrices que les cruzan la cara… Y a todo ello hay que añadir los efectos de las escenas de acción sobre los personajes, desde el polvo a la sangre, pasando por el humo o el agua. La película habrá sido una debacle comercial y crítica, pero no se puede poner en duda la calidad de sus aspectos técnicos.

A FAVOR: Si se premiase la cantidad de maquillaje, sería sin duda la ganadora. Es la que tiene más trabajo y más vistoso de todas las nominadas, además de tener más variedad de técnicas aplicadas. A la hora de hacer que los votantes la vean, esta es la que tiene más fuerza promocional detrás (Disney, Bruckheimer, Depp) y la más conocida y popular…
EN CONTRA: …aunque su fama es la de bodrio y la de ser uno de los mayores fracasos económicos del año, que ha conseguido incluso romper la relación entre Disney y Jerry Bruckheimer. No hay nadie que sienta la necesidad de acuñar el término “la oscarizada El Llanero Solitario”. El maquillaje de viejo de Depp será muy complejo y patente, pero también ha sido ridiculizado por su total falta de realismo.

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