James Franco, Anne Hathaway, Steve Martin, Alec Baldwin, Hugh Jackman, Jon Stewart, Ellen DeGeneres y Chris Rock. Estos eran hasta ahora los ocho actores que sucedieron al inimitable Billy Crystal presentando la ceremonia de entrega de los Oscar desde que este decidió retirarse de dicha labor. Este año, otro nombre se unirá al club, y no será precisamente una cara nueva: Eddie Murphy.

No necesita presentación, pero por si acaso, ahí están las declaraciones de los productores de la gala. "Eddie es un genio de la comedia y uno de los mejores y más influyentes artistas de espectáculos en directo", afirma Brett Ratner, que casualmente (ejem) acaba de dirigir al actor en la comedia Tower Heist. Pero obsérvese que en lugar de destacar su labor en el cine, donde últimamente está claro que destaca en un sentido peyorativo, tanto Ratner como Don Mischer aluden a "sus actuaciones icónicas, sobre todo sobre un escenario" para venderlo como una elección excitante. Y ciertamente, el Murphy de ahora está muy lejos del que empezó de monologuista o en el Saturday Night Live.

Por su parte, el actor dice una sarta de tópicos tan grande en el comunicado de prensa de la Academia de Cine estadounidense, que no sería de extrañar que hubiesen copiado/pegado lo de cualquier otro presentador sin hablar con él siquiera.

La segunda visita de Eddie al Teatro Kodak (después de estar nominado como mejor actor secundario por Dreamgirls) será el 26 de febrero de 2012. ¿Estará a la altura?