Como todos los años por estas fechas, el primer festival de cine de importancia del año en Europa ha llegado a su fin. El Festival de Berlín, llamado más propiamente BERLINALE, cerró las puertas de su 61ª edición, en la que una película iraní consiguió brillar incluso por encima de la otra gran favorita, la nueva cinta de Béla Tarr, y a la vez servir como resurgimiento del cine de este país de Oriente Medio, que después de años de estar en todos los galardones de los festivales internacionales, llevaba bastante tiempo pasando muy desapercibido. El premio fue aplaudido por todos, ya que junto a la película del realizador húngaro, eran las dos cintas que mejores críticas habían recibidos y se perfilaron desde el momento de su proyección como las dos candidatas más claras al Oso de Oro. Y como a todos nos gusta barrer para casa, el premio a mejor director se tenía que quedar en Alemania: Ulrich Köhler se alzó con el galardón una decisión que no terminó de gustar, pues el filme había sido abucheado en la rueda de prensa.

Los premios más importantes de los distintos jurados (entre ellos el oficial, presidido por Isabella Rossellini) han sido este año los siguientes:

(Más fotografías en la galería)