Primera jornada en el Festival Internacional de Cine de Valladolid... y de hecho, primera ocasión en que un servidor está acreditado para cubrir un festival, por lo que tras un agotador viaje, la sobrecarga de información al recoger las acreditaciones hizo que estuviese algo desorientado al principio. Y precisamente, casualidades de la vida, de eso tratan en mayor o menor medida las primeras películas vistas, todas ellas pertenecientes a la Sección Oficial. La verdad sea dicha, mi desorientación mucho menos que las de los protagonistas de estas historias, aunque ellos no tuvieron a su disposición la excelente organización del certamen castellano-leonense.

La maratón comenzó con Amerrika, ópera prima de Cherien Dabis. Se trata de una simpática dramedia sobre una mujer palestina que emigra a Estados Unidos en plena fiebre post-11S, con las dificultades extra de integración que eso implica para un árabe. Es una película que entra fácil, que tiene un discurso de enjundia bien estructurado -si bien un tanto obvio-, aunque también peque de ser algo inocentona. Y es que, al intentar alejarse del tópico de poner un/os malo/s para mostrar la intransigencia de la sociedad, da la sensación de que 'to er mundo é güeno' menos unos pocos, que sólo son ignorantes los pobres. El resultado, sin embargo, es apreciable y entretenido, y no sería extraño que se alzase con el premio del público en vista de su facilidad para conectar con cualquiera.