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Un CINeoliano en Zinemaldia'06. Silbidos Vs. Ovaciones

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Un día más, y van 5?!?!, uno ya no sabe en que día vive con tanta película, prisas por ver a los actores y directores y aunque no lo parezca de vez en cuando el cuerpo nos pide que paremos y nos pongamos a dormir un rato. Pero el cine como buena fábrica de sueños no nos permite que nos tiremos en la cama, si no que nos invita a seguir soñando en la oscuridad de la sala.
Ayer fueron dos películas, tan distintas y distantes como sus países de procedencia las que se proyectaron para competir por la concha de oro.

La primera en proyectarse fue al coreana ORAE DOIN JUNG WON / THE OLD GARDEN, donde se relata la historia de un hombre que abandona a su novia para enrolarse en la militancia activa, pero es detenido, sometido a un juicio manipulado y condenado. A su salida de la cárcel 18 años después, volverá a recordar sus años jóvenes y a intentar rehacer su vida.
El film como buena película oriental que se precie tiene un tempo lento, jugando sobre el filo de la navaja del aburrimiento y sobretodo la perdida de interés por parte del espectador en algunos momentos de la cinta.
El film a pesar de tener una magnifica dirección y una fotografía preciosa, falla en una parte importantísima como es el guión, al querer abarcar tantos puntos de vista (el del hombre, la mujer, la hija, etc.) se deja en el aire las situaciones externas que impulsan a los personajes a actuar de una u otra determinada manera.
Si hubiese que definir la película en dos palabras sería bonita y vacía. El público tuvo una acogida bastante fría de la película concediéndole un tímido aplauso al final de los créditos.



La segunda en presentarse fue la francesa Mon fils à moi, película en la que se cuenta como la aparente normalidad de una familia de clase media se resquebraja cuando se descubre que la madre mantiene una ambigua relación de amor-odio con su hijo, situación que al niño le resulta insoportable.
La cinta es una sucesión de escenas que lo único que buscan es que el espectador coja más manía a la madre, sin explicarnos en ningún momento las razones, ni el porque de las reacciones de dicho personaje.
El film a pesar de durar 90 minutos se hace pesado y reiterativo hasta llegar a un final, previsible desde 20 minutos antes de acabar la película.
Al finalizar entre el tímido aplauso de una parte del público se pudo escuchar los primeros silbidos del festival.



Por otra parte en la sección Zabaltegui Nuevos directores, asistimos a la proyección de tres películas.
En primer lugar la española La Distancia nos cuenta la historia de Daniel, un boxeador joven, que ha estado en varias ocasiones a punto de conseguir el título, pero es derrotado una vez más. Tras el fracaso, comete un robo y es encarcelado. En la cárcel Guillermo, un policía atormentado por su homosexualidad, chantajea a Daniel para que cometa un asesinato dentro del presidio. Daniel recobra la libertad tras ejecutar el encargo y vuelve a lo único que sabe hacer, boxear. Recuerda la última conversación con el hombre al que asesinó, en la que le hablaba de su mujer, una puta más dentro del club que él regentaba, y va a conocerla. Esta decisión le traerá problemas y se destaparan algunos secretos que colocaran a Daniel en un peligroso cruce de caminos.
El film es una buena muestra de cine negro donde se nos muestran las cartas desde el principio, pero se nos esconde la jugada que realizará cada personaje. Nos encontramos con una película bien dirigida y que se soporta en un buen guión, y sobretodo en unas magnificas actuaciones, de gente como José Coronado, Lluis Homar, Federico Luppi, y a pesar de contener algunos de los clichés típicos del cine americano de suspense, consigue sorprender por la forma de tratar la historia y sobretodo sirve para demostrar que en España también se puede hacer un cine de género de calidad.



ACTUALIZADO

A todos nos gustaría congelar el tiempo, para poder disfrutar más del momento, observar todos y cada uno de los detalles que lo envuelven. Sean Ellis nos cuenta en Cashback, segunda película proyectada dentro de Zabaltegui nuevos directores, la historia de Ben Willis, estudiante de Bellas Artes, que sufre de insomnio como consecuencia del abandono de su novia, Suzy. Para hacer más llevadera la vigilia, empieza a trabajar en el turno de noche del supermercado del barrio. Aquí conoce a gente de lo más variopinta que ha desarrollado su propia manera de hacer frente al aburrimiento de un turno de ocho horas. Ben se imagina a sí mismo parando el tiempo; de esta manera, es capaz de apreciar la belleza de un mundo congelado con la gente dentro, especialmente con Sharon, la cajera callada que quizás guarde el secreto para resolver el problema del insomnio de Ben.
La película es un prodigio de dirección, con planos imposibles y originalísimos, que se acompaña de un guión divertido, cómico, romántico, original y totalmente cautivador. Ellis, acompañado de unos actores en estado de gracia, construye una joya de cine moderno, con diálogos que provocaron la carcajada general en la sal y aplausos durante la proyección.
Pero la película no es solo risas, también hay tiempo para una historia de amor, inusual, bella, cautivadora y con un final para enmarcar.
Coma ya he escrito una autentica joya con potencial de película de culto que recibió al final de la proyección una grandísima ovación.



La última película del día fue la danesa SØnners (Hijos) cinta donde Lars, socorrista de una piscina de barrio, descubre que hay un señor mayor, que abuso de él en su infancia, que anda tonteando con los adolescentes de su barrio. Lars monta en cólera y se embarca en una cruzada para detener al supuesto pervertido. Sin embargo, dicha cruzada terminará por estar pronto fuera de control, poniendo en peligro precisamente a aquéllos a quienes pensaba proteger.
El film cuenta, a pesar de tratar un tema tan delicado como la pedofilia, con numerosas escenas cómicas y diálogos llenos de humor negro. Erik Richter Strand aborda el tema desde al ambigüedad, sin mostrarnos malos y bueno, sino solo como son personas, con tendencias más o menos enfermizas, pero simplemente personas.
La cinta tiene mucha fuerza y un ritmo que engancha desde el primer minuto y no suelta al espectador hasta el fantástico final. Además de la magnifica dirección hay que destacar a todos los actores que bordan su papel y dan al guión aún más fuerza si cabe.
Una película arriesgada que podría haber caído en lo absurdo fácilmente, pero que acaba saliendo más que airosa y así lo demostró el publico con una gran ovación durante la mayor parte de los títulos de créditos finales y en el posterior coloquio con el director y el guionista.

Esta tarde tendréis más noticias de San Sebastian.

Un Saludo.
Carlos Fernández

 

Fuente: CINeol | Visitada: 2525 veces