Al igual que el viernes 22, ayer también se presentaron en la sección oficial dos películas a concurso.

En la sesión de las nueve de la mañana se presentó la película de Carlos Sorín, El camino de San Diego. En ella se nos cuenta el viaje que realiza “Tati” Rodríguez, al enterarse de que su ídolo Maradona está muy enfermo, para regalarle una talla de madera. La cinta sigue el camino ya marcado por Soria anteriormente en Historias mínimas y más tarde con Bombón, el perro. La película como sus dos predecesoras cuenta un viaje en clave de comedia dramática y para ello se ayuda de actores no profesionales, y de un guión original y entrañable, que nos muestran la otra cara de argentina y que sirve como reflejo de las situaciones por las que ha pasado el país.
Aunque siempre hay un pero y en este caso es que la cinta sufre un bajón considerable en el ritmo durante los 20 minutos previos al final de la misma. El hecho de estar ante personajes interpretados por “personas de la calle” le da un punto de realismo y cercanía muy grande consiguiendo que les cojamos cariño e incluso a pesar de lo surrealista de la situación nos sintamos identificados con ellos.
La película fue recibida con aplausos por el público, como ya va siendo habitual en la sección oficial, donde a pesar de proyectarse buenas películas, no había ninguna que fuese excelente o mereciese una gran ovación.