Especial Alatriste: Viggo Mortensen

¿Conoces a Viggo Mortensen? ¿Sabes todo lo que crees sobre él? Prueba a averiguar si son verdaderas o falsas las siguientes afirmaciones:

1. Viggo tiene orígenes españoles.

FALSO. Viggo nació en Nueva York, el 20 de Octubre de 1958 para más señas, de madre neoyorquina y padre danés. La razón de que hable español fluidamente es que vivió en Argentina y Venezuela entre los 2 y los 11 años. De aquel tiempo le ha quedado ese acento meloso adquirido entre las granjas de aves que dirigía su padre, Viggo Senior, y el colegio interno al que le mandaron cuando tenía 7 años.

2. Viggo tiene nacionalidad estadounidense.

FALSO. Viggo es en realidad ciudadano danés, país que visita frecuentemente y en el que vivió durante algunos años. Tras el divorcio de sus padres cuando él tan solo tenía 11 años, Viggo se trasladó con su madre y hermanos de vuelta a Nueva York. Sin embargo, tras terminar sus estudios de Política y Español en la universidad de Saint Lawrence en 1980, se instaló en Dinamarca junto a su padre.

3. Viggo habla 5 idiomas

VERDADERO. De hecho incluso más. Habla con fluidez inglés, español y danés y se defiende con el sueco y el noruego (su abuela era noruega). Además tiene conocimientos de italiano y francés, adquiridos en la universidad, y, porqué no decirlo, ¡de élfico! De hecho, durante el rodaje de la trilogía de El señor de los anillos, Viggo pidió a Peter Jackson que añadiera a su papel de Aragorn más frases en el lenguaje de los elfos. Una curiosidad: en 1980, con 22 años, trabajó como traductor para el equipo sueco de jockey durante los Juegos Olímpicos de Lake Placid. Allí pudo asistir al famoso partido que EEUU ganó ante la URSS y que quedó reflejado en la película El Milagro (2004, Gavin O'Connor) protagonizada por Kurt Russel.

4. Viggo siempre soñó con ser actor.

FALSO. De hecho Viggo anduvo algunos años perdido sin saber muy bien qué hacer con su vida. Después de graduarse y mudarse a Dinamarca hizo todo tipo de trabajos mientras encontraba su vocación. Condujo camiones, trabajó en los muelles, fue vendedor de flores y comenzó a escribir poesía y relatos cortos. En 1982 se enamoró y siguió a su novia de vuelta a Nueva York esperando tener un largo romance y una fructífera carrera como escritor. No tuvo ninguna de las dos cosas. Su siguiente trabajo, como camarero, le dejaba tiempo libre suficiente como para empezar a tomar clases de interpretación en el Warren Robertson's Theatre Workshop. Durante tres años se dedicó al teatro en Nueva York y Los Ángeles y, gracias a su interpretación en la obra Bent, recibió el Dramalogue Critics' Award. Fue entonces cuando consiguió su primer papel cinematográfico en la película Único Testigo (1985, Peter Weir). Viggo ya era actor.

5. Viggo no fue el primer candidato para interpretar a Aragorn.

VERDADERO. La primera opción de Peter Jackson para el papel de Aragorn fue Stuart Townsend, el Dorian Gray de La liga de los hombres extraordinarios. Sin embargo, después de tan solo cuatro días de rodaje, se avisó a Stuart de que debía abandonar el rodaje. Según el propio actor, después de dos meses de duro entrenamiento casi se sintió aliviado de dejar la película, pero después de notificársele que no cobraría porque no había trabajado lo suficiente, la cosa no le hizo tanta gracia. Al parecer Jackson había cambiado de idea sobre él, ahora buscaba a alguien totalmente diferente y al menos veinte años mayor. Pasara lo que pasase, el guión llegó precipitadamente a manos de Viggo.

6. Viggo pensó en rechazar el papel de Aragorn

VERDADERO. Por extraño que parezca pasados algunos años, Viggo no las tuvo todas consigo al principio. Lo grandioso del proyecto y las expectativas que estaba levantando le hicieron temer por conseguir una fama no del todo deseada. Siempre celoso de su vida privada temía a las masas de fans.
Que finalmente aceptase el papel se lo debemos a Henry Mortensen que por entonces tenía 13 años y era un gran admirador de la obra de Tolkien. Nacido en 1987, Henry es fruto del matrimonio entre Viggo y Exene Cervenka, cantante del grupo punk "X", a la que conoció en el rodaje de Salvation! (1987) y de la que se divorció diez años después. Ante la insistencia de su hijo cantando las alabanzas del personaje de Aragorn, Viggo decidió aceptar.

La fama alcanzada tras el estreno de La comunidad del anillo aún resulta difícil para Viggo que disfruta paseando con entera libertad, hecho del que han sido testigos algunos de nuestros colaboradores que afirman haberse cruzado con él por el centro de Madrid. Viggo ni siquiera acude a las ceremonias de los oscar ni aún aquella en la que El retorno del rey consiguió once históricos premios. Según el propio actor, su madre y sus hermanos insistieron en que viera la ceremonia y al descubrir que no tenía televisor en su casa le arrastraron hasta la de un amigo. “Me fui a la habitación de invitados y traté de dormir pero no hacía más que oír una y otra vez El retorno del rey, El retorno del rey, así que acabé por volver al salón”

7. Viggo es pintor, poeta, músico y fotógrafo en su tiempo libre.

VERDADERO. La verdad es que Viggo tiene una vida muy ajetreada cuando no rueda. Antes de saltar a la fama con El señor de los anillos ya había publicado un libro de poemas titulado "Ten Last Night". Es dueño de la editorial Perceval Press en la que ha publicado otros libros de poesía y fotografía. Por si tenéis curiosidad por la obra de Viggo, aquí tenéis, aunque suele escribir en inglés, una muestra en español.

TRAGUÉ
TRAGUÉ EL BAGRE
Y EL ANZUELO
Y LA FE QUE
TAN DULCE TENIA
LA TARDE DEL DIA
QUE TE CONOCI.

ME VI EN TUS OJOS
Y EN TUS BRAZOS;
UNA VIDA ENTERA
EN TU BOCA VIVI
LA TARDE DEL DIA
QUE TE CONOCI.

Pero además de escritor, Viggo ha grabado varios discos de jazz incluyendo en ellos fragmentos de sus poesías y le encanta la música experimental. Además, tiene su hueco en la banda sonora de El retorno del rey para la que compuso “Aragorn´s Coronation” y cantó los versos de Tolkien. Pero la cosa no queda ahí porque Viggo es también pintor. Los cuadros pintados por David Shaw, su personaje en la película Un crimen perfecto son de hecho suyos, así que, si alguna vez os encontráis en una galería de arte con una exposición de pintura abstracta no os extrañéis deque Viggo pueda ser el autor.

8. Viggo había leído todos los libros de Alatriste cuando le ofrecieron el papel.

FALSO. Viggo no conocía la obra de Arturo Pérez-Reverte cuando le llegó el guión y, al igual que le había ocurrido con El señor de los anillos, la idea le enganchó tanto que leyó todos los libros de las aventuras del capitán. En un principio se levantaron las críticas por elegir a un actor danés para interpretar al arquetipo del español del siglo XVII pero el director, Agustín Díaz-Yanes, siempre salió en defensa del actor: "también en la época había tipos rubios como él, aunque quizá no tan guapos" dijo en rueda de prensa. El propio Pérez-Reverte parece encantado con su protagonista. “Yo había visto a Viggo Mortensen haciendo de oficial de La teniente O’Neil con esa cara de h… de p… que tenía en la película y pensé que sería un magnífico Alatriste, porque en realidad es eso, un asesino”.

9. Viggo confía la interpretación al instinto y la naturalidad.

FALSO. Viggo prepara sus personajes con meticulosidad y no sólo investiga todo lo que puede sino que se sumerge por completo en ellos. Durante el rodaje de El señor de los anillos, Peter Jackson estuvo media hora dando instrucciones refiriéndose a él como Aragorn y Viggo no llegó a darse cuenta. Se dice incluso que durante los descansos del rodaje aprovechaba para familiarizarse con su caballo o que dormía con el vestuario puesto para darle un aspecto más real.
El primer paso que tuvo que dar Viggo para preparar el personaje de Alatriste fue deshacerse de su acento. Criado en Argentina principalmente, el acento bonaerense no era el más indicado para el aguerrido español. El segundo paso, practicar la esgrima. A pesar del duro entrenamiento recibido para la saga de Tolkien, Viggo decidió reforzar sus conocimientos con la espada en el Centro Nacional de Esgrima de Madrid, centro curtido ya en esto de entrenar actores. Entre sus alumnos podrían destacarse Antonio Banderas, que practicó para convertirse en el zorro, o Assumpta Serna y Omero Antoniutti, la pareja protagonista de El maestro de esgrima, otra adaptación de una novela de Reverte.

Pero además de prepararse en los aspectos más evidentes, Viggo decidió sumergirse en las gentes de la época, saber cómo vestían, cuál era su aspecto, su ambiente. Y qué mejor modo que estudiar la obra de Velázquez. Es cierto, durante una primera etapa de su preparación del personaje y durante la promoción de Océanos de fuego en Madrid, Viggo visitó el museo de El Prado para empaparse del arte del pintor y de la Edad de Oro española.
Lo importante era saber cuanto más mejor, como por ejemplo ¿de dónde procedía Alatriste? Ante la ausencia de referencias por parte del autor, Viggo emprendió un viaje por Castilla en busca de las posibles raíces del héroe, recorrido que le llevó hasta León. Allí, y con el beneplácito de Reverte, dio por terminada su búsqueda con un Alatriste leonés y un Viggo prendado de la ciudad. No solo portó la bandera de la provincia durante el rodaje sino que estará personalmente en el preestreno de la película en el Teatro Emperador de la ciudad de León.
Y es que los personajes que interpreta siempre parecen dejar algo impreso en el actor que asegura no estar deseando deshacerse de ellos cuando acaba un rodaje. Ya sea el amor por una ciudad, ya sea el tatuaje con el número 9 que luce toda la comunidad del anillo, o el caballo que usó en el rodaje de Océanos de fuego, al que adoptó tras finalizar la película.

10. El rodaje de Alatriste fue duro y complicado

FALSO. Nada más lejos de la realidad. Al parecer y según las diferentes ruedas de prensa que el equipo concedió, “se lo estaban pasando en grande” dijo el propio Viggo. No sólo el proyecto le encantó sino que su entendimiento con el resto del reparto y especialmente con el director fue perfecto. “Agustín Díaz Yanes es un director muy inteligente y muy claro en explicar lo que quiere de ti mucho antes de empezar a rodar. Eso es genial porque te permite relajarte y explorar. Además crea una atmósfera de calma y trabajo en equipo capaz de conseguir que cada uno de nosotros se sienta parte lo que se está haciendo. Me siento muy cómodo con este personaje. Va a ser muy difícil olvidarme de él cuando lo deje”.