CINeol

O utiliza la Búsqueda Avanzada




NOTICIAS de Cine

Especial Javier Ruiz Caldera: Entre parodias y comics

- Por

0 Comentarios

El director barcelonés Javier Ruiz Caldera se ha especializado a lo largo de, hasta ahora su corta trayectoria, en el cine de comedia y a través de este género ha tocado varios palos de manera bastante exitosa en términos generales. Posee esa extraña cualidad de hacer un tipo de cine que gusta, que consigue buenas taquillas, que divierte y que gana con el boca a boca, lo cual le ha permitido ir avanzando en este campo y seguir haciendo lo que le satisface con cada vez mayor libertad.
Sus películas no buscan premios (aunque ha ganado algunos menores) pero se lleva uno de los más importantes para un cineasta: la risa y el aplauso del público que va a las salas, lo cual, ya de por sí, es muy meritorio y todo un premio muy particular que espera también lograr con el último film que nos llega a las pantallas: (Superlópez).

Trabajando abiertamente el género de la comedia, se ha especializado hasta la fecha en dos aspectos principalmente: adaptaciones de comics españoles, que a su vez son parodias de superhéroes o superagentes (Anacleto, Agente secreto y Superlópez) y películas que parodian otros géneros como el terror o la comedia romántica (Spanish Movie, Promoción fantasma y Tres Bodas de Más). En esta doble vertiente, ha sabido beber de buenas fuentes, crear un estilo propio y también rodearse de un gran grupo de profesionales (destacando los actores) que han sabido bailar al ritmo que Ruiz Caldera marcaba, consiguiendo películas bastante aceptables técnicamente, entretenidas siempre, y en muchos casos divertidas. Objetivo cumplido.

Sus comienzos fueron con el cortometraje “Treitum”, la vida de un chico con una extraña familia y considerado un “treitum”, un traidor para la banda en la que está. Una comedia de infancia que supuso el primer pistoletazo de salida a una carrera bastante coherente.

Ha dirigido hasta la fecha cinco películas pero nunca ha participado en sus guiones, contando para ello con escritores de la talla de Paco Cabezas, Cristóbal Garrido, Adolfo Valor, Pablo Alén, Breixo Corral, Fernando Navarro, Borja Cobeaga y Diego San José. Un fantástico equipo de guionistas que le han permitido dirigir estupendas comedias.



También ha sabido rodearse de un gran equipo interpretativo que ha mantenido en algunos casos (especialmente Alexandra Jiménez, Silvia Abril y Carlos Areces) en casi todas sus películas. Ha sabido apreciar el talento para la comedia de los actores de "Muchachada Nui", un surrealista programa de televisión, continuación de "La Hora Chanante" y que ha supuesto una verdadera cantera de actores cómicos. Ha contado a lo largo de sus películas con actores de la talla de los mencionados Alexandra Jiménez, Silvia Abril, Carlos Areces y también Raúl Arévalo, Inma Cuesta, Paco León, Berto Romero, Rossy de Palma, Quim Gutiérrez, Imanol Arias, Dani Rovira, Julián López, Pedro Casablanc, Maribel Verdú o Joaquín Reyes. Todo un lujo y garantía de buenos trabajos para personajes exigentes.

El género de la comedia es uno de los más complicados en tanto en cuanto no hay una objetividad clara, no resulta fácil dar con la tecla adecuada que permita una buena diversión sin caer en la mediocridad, en el oportunismo o en el chiste fácil. Parece que Ruiz Caldera sí suele dar con esa tecla, y sí suele acertar con los mecanismos a la hora de construir historias atractivas, de crear situaciones que divierten y de lograr gustar al público con películas además muy respetables desde varios aspectos formales, técnicos o narrativos.
Una trayectoria humilde, casi discreta, pero importante, que merece un repaso y un viaje hacia la diversión a través del humor más patrio, inteligente y con respeto a las fuentes.


PELICULAS






Spanish Movie



La ópera prima de Javier Ruiz Caldera es una película valiente desde su reconocible premisa inicial. Se trata de una comedia que parodia gran parte de los grandes éxitos del cine español de los últimos tiempos, y lo hace con respeto (muestra de ello es que algunos de los directores de las películas parodiadas hacen un cameo en la película) y con gran ingenio. Lo hace a través de la fórmula americana del “spoof movie”, que tiene su origen en películas tan grandes como Aterriza Como Puedas o Top Secret, en cuanto a gags o Scary Movie en cuanto a parodias de películas, aunque también bebe de El Jovencito Frankenstein de Mel Brooks. El absurdo y el surrealismo será el objetivo, parodiando películas conocidas y presentarlas en un formato cómico completamente diferente.
En este sentido, en esta película nos vamos a encontrar con parodias de películas tan conocidas como Volver, Los Lunes al Sol, Los Otros, El Orfanato, El laberinto del fauno, La Soledad, Yo soy la Juani, Alatriste, Abre los Ojos, Mar Adentro (2004), [Rec], etc

Para presentar este tipo de película y este tipo de formato, inédito en nuestro país, se ha cuidado mucho el envoltorio y se ha elaborado de manera muy técnica para conseguir los resultados deseados.

Un primer plano inicial, de neblina en un bosque, con una sombra al fondo anticipando el misterio. Está claro, estamos ante una película de terror, o no....
Posteriormente conoceremos a Ramira (Alexandra Jiménez parodiando a la Raimunda de Volver) que nos va a acompañar durante toda la película como guía principal de este tren de los horrores. Y ya desde un comienzo podremos advetir (y disfrutar) de gags, situaciones cómicas y absurdas, y un elenco de personajes variados a cual más extraño.



Escena de polivisión que se funde de manera divertida en una, pasajes musicales al son de “El mundo se equivoca” de La Quinta Estación, personajes grotescos, diminutos, absurdos, ridículos, etc en todo un festín al más puro estilo americano, pero con seña de identidad patria.
A todo esto, hay que añadir los curiosos cameos de Alejandro Amenábar, Álex de la Iglesia, J.A. Bayona, Paco Plaza, Belén Rueda, y el gran Leslie Nielsen, símbolo por antonomasia de este tipo de películas.

La trama es sencilla, y tampoco importa demasiado. Nada más llegar Ramira mata por accidente al niño de la casa, pero no se lo confiesa a la Señora, por lo que toda la historia girará en torno a su búsqueda, hasta encontrarle (vivo o muerto). La búsqueda nos dejará también escenas de diversión como la contratación de la medium Gerarda, y unos espíritus muy maquineros que circularán por la casa.

Todo se muestra con gags divertidos, algunos brillantes y otros menos acertados, pero siempre con la colaboración de interpretaciones actores contrastados en la comedia, como Alexandra Jiménez, Silvia Abril, Carlos Areces, Laia Alda, Óscar Lara, Eduardo Gómez, Joaquín Reyes o Berto Romero.

Sin llegar a la brillantez de las grandes películas americanas de este género, esta valiente película española mantiene el tipo sin complejos, y se muestra desenfadada, fresca y con un aspecto técnico bastante adecuado. Además, y como anécdota, supuso la última aparición de Leslie Nielsen en la pantalla de cine antes de su fallecimiento y la primera de Joselito en 40 años.

El epílogo, con los créditos finales, nos deja tomas falsas y la joya de ver interactuar juntos a dos símbolos de la comedia que ya nos dejaron como Leslie Nielsen y el extraordinario Chiquito de la Calzada. Todo un lujo.


Promoción fantasma



Tras el éxito de Spanish el director Javier Ruiz Caldera se atreve con las películas juveniles de institutos, tan extendidas en el cine norteamericano, pero lo hace con la intención de darles un giro de terror, una vuelta de tuerca al género del terror en el apartado fantasmal.

Los protagonistas son cinco espectros adolescentes que se han quedado atrapados en el mismo colegio donde murieron a causa de un incendio. Nadie los ve, pero son los protagonistas de los extraños sucesos que ocurren de vez en cuando en el Instituto y que ponen en peligro su supervivencia para drama de la directora Tina (Alexandra Jiménez, repitiendo de nuevo con Ruiz Caldera) que no solo tiene que lidiar con este problema sino también aguantar al Presidente de la Asociación de Padres (y único miembro), el señor Otegui (Carlos Areces). La llegada de un nuevo profesor da un aire fresco y de esperanza al Instituto, dado que al parecer, él, Modesto (Raúl Arévalo) sí puede verles, y les intentará ayudar para poder dejar por fin el Instituto.

Se toma como punto de partida la película El Club de los Cinco, en la cual se inspira (incluso en el número y en un baile que se marcan los cinco espectros protagonistas y su profesor). También encontraremos algún guiño a Brian De Palma y su película Carrie (1976) en cuanto al baile de instituto y alguna ducha ensangrentada, e incluso de Los Cazafantasmas, y los libros flotando. De manera más sutil también podemos encontrar guiños a una película que los guionistas admiran, Regreso al Futuro, en una actuación musical dirigiéndose a los músicos (“vigilad los cambios”) y en un momento final con el estallido de bombillas.
Muchas fuentes y homenajes (con la trama principal en torno a El Sexto Sentido) de referencia quinceañera y ochentera, pero una película muy propia, con un sabor a Ruiz Caldera que ya se va percibiendo con esta dos primeras películas, y muchas ganas de entretener.



Un baile de instituto al más puro estilo americano al son de la música de Whigfield y su mítico “Saturday Night” con baile (mítico también) incluido, abre la película para presentarnos los comienzos de Modesto y sus “encuentros” con fantasmas. Algo que le irá marcando la vida hasta el punto que ya siendo profesor, en edad adulta, le echan de todos los colegios por los que recala, debido a los extraños sucesos que protagoniza hasta acabar en el último instituto, el Monforte, y conocer a la “promoción fantasma” y a Tina.

Volvemos a contar con un gran elenco de personajes (fantástica la pareja de psiquiatras protagonizados por Joaquín Reyes y su padre fantasmal, Luis Varela) y un gran reparto para darles vida, logrando que el disparate y el desenfreno cobren vida dentro de una historia de muertos que no lo son tanto.

La música adquiere un carácter muy importante, y la tendrá también a lo largo de la trayectoria del director barcelonés. Aquí tendremos temas ampliamente reconocibles como el mítico “Saturday Night” de Whigfield, que tanto se bailaba en discotecas, “Total Eclipse of Heart” de Bonnie Tyler que tendrá verdadera importancia en el personaje de Modesto, “Enamorado de la moda juvenil”, de Radio Futura o “Estoy aquí” de Shakira en un momento musical de éxtasis y en el final de la película. Música que forma parte de la vida de cada uno y que a su vez forman parte de toda una generación, y que permiten que la película mantenga cierto tono agradable.

El guion es poco convencional, pero tampoco guarda excesivas sorpresas, y en varios momentos se deja llevar por un romanticismo algo flojo que hace que la película pierda enteros, a pesar del acierto cuando se entra en la crítica social, donde el sistema educativo y las ironías en torno a él son la diana perfecta para poner el acento ("- ¿Por qué no está asustado? - Probablemente viene de una escuela pública"). También tendremos alguna que otra escena bien elaborada, como la del esqueleto al comienzo de la película o las escenas musicales, aunque sin llegar a un nivel demasiado elevado que nos permita estar ante una gran comedia.

En cualquier caso, un producto entretenido que guarda alguna que otra situación divertida y pistoletazo de salida a una carrera de comedias a punto de iniciarse.




Tres Bodas de Más



En un primer plano inicial, muy cercano, tenemos a una Inma Cuesta (Ruth) aparentemente confundida mientras alguien la está hablando. Más tarde conoceremos que la confusión se debe a que su novio la está dejando, en una mesa de invitados de una boda, y con una conversación (a cargo de Berto Romero) de lo más surrealista. Es un inicio de lo más significativo de lo que nos espera en esta divertida comedia de Javier Ruiz Caldera, donde el surrealismo de algunas situaciones grotescas se dará la mano con la comedia más gamberra, sin abandonar el romanticismo o el dramatismo. La boda continuará al son de la música de Jose Luis Rodríguez El Puma y su “Pavo real”.

Ruth trabaja en un laboratorio, con una jefa algo cargante y con un nuevo becario que le aportará algo de frescura a su vida. Es una treinteañera torpe, muy segura en su trabajo como bióloga, pero muy insegura en las relaciones personales y amorosas. Su vida está marcada por los desencuentros amorosos y por las decepciones. Fruto de esos desencuentros amorosos, y del azar, se le presenta un plan muy provocativo: asistir a las bodas de tres de sus ex, que la han invitado a su evento, por el cariño que la guardan. A las primeras bodas acudirá con su compañero becario, y la película se centrará en estos eventos como punto de partida y desarrollo de la comedia. Cada uno de sus exnovios representa una época muy diferente de su vida y de ella misma, y aún la tienen mucho aprecio.

Es inevitable encontrar similitudes entre la vida y personalidad de Ruth y la de El diario de Bridget Jones o de Novia a la Fuga, y también en el desarrollo de historias y personajes. Pero Ruth tiene su mundo propio y su propia personalidad, gracias al gran trabajo de Inma Cuesta. Con una buena capacidad para la comedia (en su primera y acertada incursión en este género) sabe llevar al personaje a situaciones extremas, sabe luchar contra la vergüenza de aparecer en camas extrañas tras noches de alcohol, o de salir ligeramente airosa de situaciones embarazosas (nunca mejor dicho) como cuando la pillan amamantando a un bebé que no es suyo, con “ese pezón tan negro!”, o no sentirse humillada cuando la tiran unos niños globos de agua. Aprende de las situaciones y en cierto modo, aunque le cuesta (nunca mejor dicho), se ríe de ellas, bailando, por ejemplo, una conga improvisada. Para ahondar en sus miserias, recurre a la mítica canción de la banda Europe “Carrie”, que tendrá una importancia romántica en el desarrollo de la película. En ciertos aspectos, esta película es pionera en el tema del feminismo bien entendido, encontrando mujeres liberales, que no se avergüenzan por pasar una noche de fiesta y no acordarse de la cama en la que se despiertan y en definitiva, mujeres del nuevo siglo que ni dependen de hombres ni necesitan dar explicaciones.

El elenco de exnovios que la invitan a sus bodas es realmente cómico y muy acertado. Por un lado tenemos a Paco León como surfista vividor que estuvo con ella en su primera etapa de a vida. Su segundo exnovio ha descubierto que es en realidad es una mujer y es transexual, con la pequeña humillación que eso supone para ella, al no haberse dado cuenta nunca. Y el tercero es el reciente, Berto Romero, en un papel a su altura y con sus características.

En la primera boda conoce a un serio cirujano, (Quim Gutiérrez). Ambos se enamorarán, aunque en los días posteriores y en la segunda boda, se irán descubriendo las sorpresas que irán poco a poco cerrando la comedia.



Estamos ante una comedia fresca, de buenos actores y buenas interpretaciones que llevan un guión sólido por caminos firmes, en base a un cocktail de personajes (protagonistas y secundarios) que enriquecen la historia. La derivación hacia la comedia romántica quizás baje de nivel el tono general que la película adquiere por momentos, pero en general, y aunque peca de ciertos convencionalismos en este terreno, no la perjudica seriamente, aunque es evidente que tanto en el aspecto de comedia como de romanticismo, se bebe de muchas fuentes americanas. En este sentido, la sombra de Kevin Smith, Will Ferrelll incluso Alexander Payne sobrevuela frecuentemente, así como películas como la mencionada El diario de Bridget Jones o Zoolander.

Sin duda Inma Cuesta, “muy payasa y con una vis cómica brutal” en palabras del propio director es la que lleva el peso de toda la película y con bastante solvencia.

El epílogo, también es bastante divertido, trasladándonos a 25 años antes, en una conversación padre-hija muy esclarecedora...

En línea generales todo funciona bien, los gags disparan y aciertan (obra de los coguionistas Pablo Alén y Breixo Corral) y todo se mantiene al nivel preciso de comedia agradable, entretenida, desenfadada y con algunos momentos de brillantez en torno a diálogos sin complejos. La selección de la música es precisa y adecuada con el tono general de la comedia, con estupendos temas de El Puma, Europe, Texas, Brotherhood of Man, Kc & The Sunshine Band o Linda Miranda, siempre bien encajados en las escenas y acompañando la historia concreta.

Una película que en su momento supuso un buen éxito de taquilla y sirvió para que Ruiz Caldera siguiese “jugando” con ese maravilloso juguete que es la comedia y diese un paso adelante en su filmografía.


Anacleto, Agente secreto



“Anacleto nunca falla”. Esa es la premisa de este personaje de comic de Manuel Vázquez Gallego, llevado ahora al cine, y que escucharemos en varios momentos de la película. Y lo cierto es que a estas alturas ya bien podríamos decir que Javier Ruiz Caldera nunca (o casi nunca) falla a la hora de entretener.

Nos encontramos ante un Anacleto maduro, muy otoñal (Imanol Arias tenía 59 años en ese momento) pero con mucha energía a pesar de que de vez en cuando se le escape aquello de “demasiado viejo para esto”...

En la primera escena vemos un coche atravesando el desierto a toda velocidad. Un coche antiguo conducido por un hombre al que aún no vemos el rostro, pero que lleva un cigarrillo gastado en la boca. La música de tensión nos invita a pensar que algo va a suceder, pero...el coche se avería, por lo que le toca atravesar el desierto a pie. Poco glamuroso, pero...es lo que hay.

Rápidamente sabremos que nos encontramos ante Anacleto, Agente Secreto, en una misión de traslado de un preso peligroso, su archi-enemigo. En el accidentado traslado, el preso se escapa y en venganza por todos los años encerrados amenaza a su hijo con matarle.
Esto dará a pie a la verdadera trama de la película. Por un lado, la voluntad de Anacleto de impedir que le suceda nada a su hijo (el cual desconocer que su padre es un agente secreto) y por otro lado la relación parterno-filial que existe entre ambos, que irá cambiando a lo largo de la película hasta depararnos verdaderas sorpresas finales, presentando no sólo una película de acción en tono de comedia, sino también una película sobre la relación entre padre e hijo.

La vida de su hijo Adolfo es bastante patética, trabaja como vigilante en una empresa de electrodomésticos, su novia está a punto de dejarle por aburrido y la relación con su padre es bastante distante. Tiene un buen amigo, Martín (Berto Romero), que a su vez es hermano de su novia, que le sirve de hombro donde arrimarse y que nos dejará varios momentos realmente divertidos entre ambos, y con su hermana y novia de Adolfo.

El primer intento de matar a Adolfo nos proporciona ya un momento interesantísimo y además muy divertido, dado que el propio Adolfo desconocer sus cualidades para la defensa personal (enseñadas por Anacleto sin que apenas lo precibiese) por lo que se ve sorprendido él mismo por lo que sucede y por lo que él mismo ha protagonizado. Le costará mucho además poder contárselo a Katia, su novia..

Anacleto no va poder ocultarle más su secreto a su hijo (no es charcutero como él pensaba todos estos años), y a partir de ahí la historia se vuelve dinámica, más divertida (con la perplejidad de Adolfo ante situaciones y frases como “mi archienemgigo”) y muy emocionante. La relación entre padre-hijo cambia y eleva el tono de las conversaciones a una comedia de alto nivel y de grandes momentos, hasta el punto de que esta pequeña subtrama se vuelve grande y toma importancia en la historia. Adolfo descubre a un nuevo padre, pasa de odiarlo por pensar que es un auténtico perdedor que hace embutidos, a admirarlo en su nueva y desconocida faceta.



Aunque evidentemente se toma el personaje del comic, lo cierto es que Ruiz Caldera se permite varias licencias (aunque se respetan varios aspectos estéticos del comic y del personaje, como la pajarita, el traje y el cigarro) y está más interesado en el propio personaje que en las tramas o mundo gráfico que le precede, por lo que estamos más bien ante una reinvención del personaje, una especie de reboot, con un guión coescrito por Fernando Navarro, Pablo Alén y Breixo Corral, donde abunda el surrealismo más cómico y las situaciones más disparatadas en torno a la parodia de los agentes secretos en general (películas como Mentiras Arriesgadas, Jungla de Cristal o Kingsman: Servicio secreto) y de las películas Bond en particular. Una película muy salvaje, donde a pesar de tratarse de una adaptación de cómic tiene aspectos muy realistas y se aleja de lo fantástico que podría suponer tratar escenas de acción, alejándose también de extras para las escenas de acción, lo que le supuso algún pequeño percance al propio Imanol Arias.

En el aspecto técnico, vuelve a contar con Arnau Valls Colomer en la fotografía, y la música (tan importante siempre) correrá a cargo de Javier Rodero. Todo es impecable en este sentido, una película que mantiene un aspecto fresco, bien elaborado y con escenas de acción muy bien diseñadas y realizadas con peleas, disparos y saltos al vacío de gran nivel.

Como no podía ser de otra manera, el plano interpretativo es fundamental y dar vida a personajes tan variopintos se antojaba complicado, por lo que Ruiz Caldera vuelve a contar con actores de gran solvencia para la comedia y algunos habituales en su cine, por lo que tendremos a Alexandra Jiménez, Carlos Areces, Berto Romero, Rossy de Palma, Emilio Gutiérrez Caba, Eduardo Gómez y Silvia Abril en unos grandes trabajos y todos entendiendo y acertando con el tono de la comedia y con el espíritu que rezuma. Sin duda alguna, la pareja formada por Quim Gutiérreze Imanol Arias (fue el primer y único candidato para este papel por parte de Ruiz Caldera, en seguida le vino este actor a la cabeza) es una de las mejores que se han visto en nuestro cine. Una química muy especial entre ambos y un evidente talento para la comedia de dos actores de gran peso, permite que Anacleto y Adolfo sean dos padre e hijo fantásticos, con una historia por contar y con mucho por ofrecer.

Anacleto supone la película de confirmación de Ruiz Caldera en la comedia, una cuarta película que parece conjugar todos los mejores valores que hasta el momento habíamos visto en sus películas y que le va a suponer la oportunidad de afrontar un reto a un mayor: llevar a la pantalla a un superhéroe de comic.


Superlópez



En esta ocasión vuelve a la adaptación de un comic español, el creado por el dibujante Juan López Fernández (Jan), no del todo popular en cuanto a lectura, aunque sí en cuanto a icono. Es uno de los míticos personajes de la escuela Bruguera que se llevan al cine, como lo fueron Zipi y Zape, Mortadelo y Filemón o Anacleto y llevarlo a las pantallas del cine ha debido suponer todo un reto. Como ya hiciese con Anacleto, Ruiz Caldera tiene más interés por el personaje en sí que por el comic, y manteniendo el espíritu de éste (aunque se aleja de la crítica social que el comic contenía), ha sabido llevarlo a su propio universo personal, y de la mano de los guionistas Borja Cobeaga y Diego San José han creado una historia verdaderamente divertida que si bien bebe del comic, se trata claramente de una parodia de Superman, y si aquel provenía del Planeta Cripton, éste proviene del Planeta Chitón.

La llegada al Planeta Tierra es similar a la de Superman, en una nave lanzada desde el planeta Chitón y con el riesgo que suponía permanecer en su propio planeta. Sus padres le envían a la Tierra y allí es recogido por una humilde familia española. El bebé parece normal, excepto por un algún pequeño detalle: un destacado mostacho, que será en adelante su símbolo personal y una inusual fuerza que le permite romperle el dedo al improvisado padre nada más llegar.

La película cuenta a grandes rasgos su infancia y los problemas que va teniendo debido a sus poderes, lo que le permiten destacar por encima del resto de los niños para fastidio de su padre que observa las dificultades de su hijo, y siempre le recuerda: “en este país para ser feliz hay que ser mediocre”.

La historia se centra finalmente en un treintañero Superlópez, un tipo normal que trabaja en una empresa, donde tiene a su mejor amigo como jefe. A la empresa llegará nuestra Lois Lane particula, Luisa (Alexandra Jiménez, habitual en el cine de Ruiz Caldera) que enamorará tanto a López, como a su jefe Jaime (Julián López).



En este sentido la historia no contiene ninguna originalidad especial, y lo divertido de la película vendrá en las situaciones, diálogos, frescura de los personajes, y elementos de parodia de películas de superhéroes que continuamente se emplean para crear situaciones surrealistas o de verdadera comicidad. Una cena en un restaurante donde ante una posible pelea se niega a emplear sus poderes delante de Luisa, nos indican el anonimato que Superópez ha decidido mantener en base a los consejos de sus padres, y la normalidad de su vida para poder llevar una existencia tranquila. Pero cierto día, un tren en marcha a toda velocidad y a punto de estrellarse cambiará su vida cuando intente pararlo y salvar las vidas que van en él. A partir de ahí la vida de Superlópez dará un vuelco, con su entorno, pero sobre todo con Agatha, una sexy mujer de Chitón que vino a la Tierra para atrapar a Superlópez, o como también es llamado en su planeta, “el arma definitiva”.

Uno de los elementos más divertidos de la película es sin duda la sencillez del personaje y su ubicación en un país como el nuestro, dando pie a numerosos clichés que Ruiz Caldera empleará con acierto. De este modo, frases como “superhéroe y español no pega” serán habituales en las conversaciones de los personajes y notaremos también un cierto aire de comedia regional al estilo Ocho Apellidos Vascos (Borja Cobeaga y Diego San José fueron sus guionistas) en algunos momentos de la película.

Una vez que Superlópez es consciente de su origen y de todos sus poderes, la película se vuelve desenfadada, divertida y con gran variedad de momentos cómicos, en torno a su peculiar traje, la relación con sus padres (muy bien interpretados por Pedro Casablanc y Gracia Olayo) y con su amigo y casi novia. Sus aprendizajes a la hora de volar, su poca habilidad a la hora de ponerse y quitarse el traje, o su relación con el clon de Luisa nos dejará verdaderos momentos divertidos y de elevado nivel.

El apartado técnico es impecable, tanto la música de Fernando Velázquez y las canciones seleccionadas (marca de la casa de Ruiz Caldera) como la fotografía de Arnau Valls Colomer y los efectos especiales están a la altura de la historia y permiten que nunca se pierda en ningún detalle formal. La novedad en nuestro cine de ver un superhéroe volando o luchando contra un robot gigante al estilo Transformer está resuelto con bastante solvencia y profesionalidad.

El plano interpretativo vuelve a ser muy destacado, con Alexandra Jiménez, Julián López, Pedro Casablanc, Gracia Olayo, Maribel Verdú, y Gonzalo de Castro en muy buen estado de forma y dando vida a papeles muy bien logrados, y sobre todo Dani Rovira, un Superlópez de altura que golpea tan fuerte como la carrera que lleva hasta este momento en el mundo del cine. Si bien en un principio la película iba a estar dirigida por Álex de la Iglesia y protagonizada por José Mota, lo cuál nos hubiese dejado una película completamente distinta, lo cierto es que la elección final de Javier Ruiz Caldera y Dani Rovira parece haber sido un acierto a tenor del resultado que nos deja.

Superlópez es una de esas películas de las que no se espera mucho y acaba sorprendiendo agradablemente, y consiguen en la línea del cine de Ruiz Caldera, gustar y hacer pasar un rato divertido, por lo que vuelve a cumplir con su objetivo y da un paso más en la carrera de un cineasta que se ha convertido en un experto en la comedia en general y en las parodias en particular.



---------------------




Todo un quinteto de películas que nos deja una estupenda sensación de pasar ratos muy agradables, divertidos y entretenidos, nos confirma que estamos ante un director con talento para la comedia y con muchas ganas de afrontar nuevos proyectos.

Recientemente ha dirigido y presentado el cortometraje "22 otra vez", donde vuelve a homenajear (en este caso a Atrapado en el Tiempo o "El día de la marmota") y donde vuelve a emplear ligeros toques de comedia y gran emotividad que la ocasión merecía (es un spot sobre la Lotería de Navidad).






@sergio_roma

 

Fuente: CINeol | Visitada: 1263 veces