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Javier Fesser. Los milagros y caminos de la risa y el drama

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El director madrileño Javier Fesser se ha ido labrando con los años una filmografía muy particular, que se ha ganado el respeto de casi todo el mundo del cine y sobre todo el cariño general, en cuanto a sus personajes y también en cuanto a sus películas. El estreno este fin de semana de su última película, Campeones (2018), nos ofrece una espléndida oportunidad de acercarnos a su trabajo y a su manera de ver el cine y la vida.

Su seña de identidad comenzó (aunque nunca lo ha abandonado) siendo un humor muy surrealista, un universo propio donde los personajes, muy pintorescos todos ellos, forman parte de una parodia global de aparente sencillez pero de una inteligente comedia satírica. Personajes que hacen reír y a su vez inspiran ternura. Pillos, maleantes, buscavidas, que parecen vivir en un comic muy exclusivo, en un submundo imaginario pero muy identificable, un mundo onírico de imprevisibles consecuencias, donde las profesiones (albañiles, guardias civiles, fontaneros) están dibujadas con brocha gorda pero perfil humano fino, y siempre con sumo respeto, manteniendo la comedia en un estatus de buen hacer cinematográfico.

Sus comienzos fueron en el mundo de la publicidad, con la creación en 1986 de la productora Línea Films, con la que realizó numerosos spots a diversas marcas de importancia. Algunos de estos spots ya tienen una marcada seña de identidad que también encontraremos en las películas, un humor muy personal, con imágenes muy populares de deportistas como Iker Casillas o Pepe Reina canturreando “me siento seguro”, para una conocida compañía de Seguros, o aquel edificio tan similar a 13 Rue del Percebe para una marca de gaseosa, por ejemplo. Posteriormente, y ya pensando en el mundo cinematográfico, funda Películas Pendelton, junto a Luis Manso, con la que comienza a realizar sus primeros cortometrajes. En esta línea, crea el Festival de Cortos Notodofilmfest, de indudable éxito en la red y que nos ha ido dejando verdaderas joyas a lo largo de los años. Ha dirigido cortometrajes y películas y también ha participado en el guión de Cándida, de su hermano Guillermo Fesser.



Muy al estilo del mundo creado por el dúo radiofónico Gomaespuma (no en vano es hermano como ya hemos dicho, de uno de ellos, Guillermo Fesser), Javier Fesser ha sabido trasladar ese mundo al cine, y lo ha hecho con unos patrones propios y con un estilo completamente personal y propio, que destacó especialmente con El Milagro de P. Tinto y que ha sabido mantener hasta nuestros días. La música, jovial, acompaña las andanzas, y la fotografía, muy dinámica envuelve el contenido en una visión innegablemente pintoresca de la sociedad. Curiosamente, y aunque se trata de un cine principalmente de personajes, los efectos especiales siempre han gozado de suma importancia y han sido galardonados con premios en varias de sus películas.

En general, estamos por tanto ante un sentido muy especial de tomarse la vida a guasa, divertirse a cada paso y también de ofrecer un retrato social dramático con cierto carácter crítico, existiendo un nexo común claramente identificable: la humanidad de sus personajes. Una forma muy particular de retratar y también parodiar la sociedad española muy deudora del estilo de Luis García Berlanga, aunque con influencias del cine de animación de Chuck Jones y el personaje de El Coyote y el Correcaminos, en cuanto al gag visual y al ritmo frenético de sus andanzas, además de la capacidad de contar siempre la misma historia de manera distinta. Proyectos arriesgados, novedosos y proyectos solidarios son también señas de identidad del propio Fesser y de su productora.



Aunque la producción cinematográfica de Fesser, en cuanto a largometrajes se refiere no es muy amplia, sería injusto analizar su trayectoria sin tener en cuenta su producción de cortometrajes, muy extensa en este caso, y que nos ofrece claves importantes para entender y disfrutar plenamente de su filmografía. Por tanto, conviene separar ambos campos para realizar una lectura global de su particular mundo cinematográfico.

CORTOMETRAJES





Aquel Ritmillo

El cortometraje que lo inició todo, es una auténtica declaración de intenciones y un verdadero anticipo de lo que vendrá años más tarde. Ya nos encontramos con personajes pintorescos y situaciones surrealistas. Nos encontramos ante un seductor “con ritmo” que encantado de haberse conocido nos cuenta un poco su vida, y en particular un episodio concreto. En sus últimos días en el hospital, rememora aquellos tiempos en los que el ritmo dominaba su vida, y donde llegó a trabajar como inspector de una empresa de electrodomésticos, un particular “cobrador del frac”. Todos los elementos de Fesser se ponen a disposición de la historia: fotografía, música y un estupendo Luis Ciges que inspira tanto risa como ternura. Una historia divertida, amena y con la marca Fesser ya inscrita desde el inicio. Este primer cortometraje ya obtuvo un Goya en 1995 al Mejor Cortometraje de Ficción lo que sin duda supuso el trampolín necesario para lo que vendría después.

El Secdleto de la tlompeta

Manteniendo el mismo estilo, Fesser aborda una nueva historia marcada por tintes surrealistas. Nuevos y divertidos personajes (guarda forestal, portero, albañil, operarios telefónicos, cura…) al servicio de una historia cuasi absurda y al servicio de una comedia con mucho estilo. Escuchamos a Elvis, a Queen, tenemos personajes “gomaespumosos” e incluso crítica social a un sistema que a veces encumbra la chapuza sin reparo. El padre Lucas parece ser el protagonista, pero lo acaban siendo igualmente el resto de personajes, cada uno en su mundo. Pablo Pinedo protagoniza y Ramón Langa, voz en off nos relata la historia. Una historia cargada de momentos divertidos y de situaciones cómicas. Como broche final, hasta un crítico de cine es parodiado y el corto acaba dedicado a “todos los listos del mundo”. Corto que gustó especialmente en Francia y Alemania, donde obtuvo dos premios.

Javi y Lucy (Serie de Tv)

Aunque no se trata de un cortometraje propiamente dicho, esta serie (difícil de catalogar) realizada para televisión y con posterior éxito en internet, está compuesta de 14 cortometrajes de apenas un minuto de duración que cuentan básicamente la historia de una abuela, su nieto y su particular obsesión por golpearle o ponerle en situaciones de peligro.

Es divertida, ágil, original, y gracias a unos estupendos (e imprescindibles) efectos especiales podemos disfrutar del “maltrato” a un niño, siempre desde un punto de vista ficticio y cómico. Lucy Castillo lo hace estupendamente en el papel de abuela y tendremos posteriormente un par de personajes adicionales que ampliarán el contexto de locura y diversión. Una serie particularmente interesante y divertida.


Binta y la gran idea

Tras obtener los éxitos con sus dos primeros largometrajes (El milago de P.Tinto y Mortadelo), Fesser se embarca en un proyecto solidario, En el Mundo a cada rato, un documental producido por “Tus ojos” en colaboración con UNICEF para contribuir a la protección de los derechos de la infancia en el mundo. En dicho documental, compuesto por cinco historias de cinco directores diferentes, Fesser participa con Binta y la gran idea.

Rodado en Casamance, al sur de Senegal, Fesser se centra en la necesidad de educación que requieren los niños y lo hace de una manera muy brillante. Narrado con la inocente voz en off de una niña senegalesa (Binta), trata sobre la vida cotidiana de un pueblo africano. Pese a la pobreza y la falta de recursos, prima el buen humor, los bueno sentimientos y la esperanza, muy bien acompañadas por una sensacional y selecta música africana. Respecto a “la gran idea”, Fesser se reserva su rincón de humor, y respecto a Binta su lado más humano, su lado tierno sobre la infancia y sobre la inocencia.

Se trata de un cortometraje documental magnífico, humano y esperanzador por todos los poros que respira, optimista, fraternal y jovial con toda su pureza y con todo su aroma africano. Todo un canto al progreso de la humanidad, pero desde un punto de vista humano (valga la redundancia) y desde un espíritu de sencillez y de bondad. El teatro a su vez, cobra su importancia para mostrar la realidad de un mundo cambiante.

El cortometraje ganó numerosos premios nacionales e internacionales, destacando especialmente la Nominación al Oscar 2007.


La cabina

En su siguiente trabajo corto, nos encontraremos con el humor negro de Fesser. Un hombre se adentra en una cabina para llamar por teléfono y encontrará una serie de mensajes en ella que la advierten de que si sale le dispararán. Desde una ventana podemos observar a un francotirador, que es el autor de esas amenazas.

Historia corta pero intensa, con ciertos toques de suspense, humor negro, y una mordaz crítica a los extremos de una sociedad enferma. La fatalidad asume su protagonismo en un final muy original.
Interesante corto en lo que supone un indudable homenaje a La Cabina de Antonio Mercero con el sello de autor de Fesser.





Depresión

Nuevamente tenemos el humor negro. Un encarcelado (no sabemos por qué) le habla a su compañero de celda (ambos están atrapados con grilletes) en lo que supone un monólogo absurdo de una relación de amistad marcada por la soledad.

Este aislamiento provoca previsiblemente la absurdez de dicho monólogo que resulta inquietante pero siempre divertido. Un trabajo sencillo, corto pero muy interesante que supone un paso más en la manera de ver la fatalidad, que juega con lo absurdo tiñéndolo esta vez de humor negro inocente y que frivoliza sobre la muerte sin entrar en ninguna polémica.

Ultima voluntad

Con Luis García Berlanga nuevamente en el pensamiento (El Verdugo) nos encontramos con otro particular verdugo, al estilo Fesser, que ofrece la última voluntad a una víctima a la que va a cortarle el cuello de un hachazo.

Nuevamente nos encontramos con un particular humor negro en la situación y en la conversación entre ambos. Verdugo y reo se enzarzan en una discusión que deriva en un final tragicómico y nuevamente original. Corto que mantiene la línea de alto nivel y de comedia inteligente.

El regalo

Se trata de una breve historia de humor, casi un chiste que juega con un hecho cotidiano para desarrollar un humor simple y sencillo en torno a un abuelo que no quiere nada de regalos.

Es uno de los más flojos de Fesser, pero aún así tiene su gracia, es entretenido y funciona en su sorpresa final.

Eternos

Basado en el cortometraje I love you Miss Collins, del Notodofilmfest, este cortometraje forma parte del proyecto global sobre el fin del mundo, Al Final Todos Mueren.

Dos astronautas españoles pasan los últimos momentos del planeta Tierra en el espacio exterior, ante la inminente explosión de un asteroide sobre el Planeta, y desde esa perspectiva se crea un diálogo épico y un tanto absurdo sobre el devenir de la humanidad y sobre el fin del mundo.

Corto muy divertido que deja una situación un tanto ridícula y que frivoliza con mucho humor negro sobre la propia humanidad.


Dolor

Ernesto Alterio y Athenea Mata protagonizan este también divertido cortometraje que juega a provocar y que aparenta ser una pareja que tienen problemas graves, cuando en realidad se trata de una torpeza a la hora de montar una tienda de campaña. La mujer llora dolorida, en lo que parece ser una víctima de maltrato. Se emplea el mismo diálogo habitual de una pareja rompiendo, pidiendo otra oportunidad, disculpándose, etc, pero la realidad muestra otra historia que se torna en comedia surrealista nuevamente.

El cortometraje nos deja en su tramo final, un momento también muy divertido, donde la realidad y la ficción se funden y el propio Fesser aparece entre reproches de la actriz principal. Fresco y original.





Invictus, el Correo del César

Tras el éxito de Pepe Reina como speaker de la Selección española de fútbol y el buen hacer en spots publicitarios de humor, Fesser vuelve a contar con él para vestirle de época y ofrecerle el papel de un soldado romano en busca de la gloria. Volvemos a tener personajes pintorescos, esta vez de época que permiten que el cortometraje histórico derive por situaciones cómicas al estilo Monty Python. Tendremos también la presencia de un verdugo, con su correspondiente e inevitable función.

La historia de Roma puesta patas arriba con un correcto (y no siempre divertido) Pepe Reina que protagoniza y destaca en todo el cortometraje y unos secundarios al servicio de la historia y con el sello Fesser. Funciona casi siempre y nos deja un capítulo histórico para reir.

Bienvenidos

Encontramos inevitable semejanzas en este cortometraje con (Binta y la gran idea): voz en off de niña narrando su propia historia, y la perspectiva del concepto de civilización y de progreso desde una óptica diferente, donde primer, segundo, y tercer mundo, al igual que sucedía en Binta, adquieren percepciones relativas dependiendo de a qué nos estemos refiriendo. En este caso, la cámara de Fesser se acerca a un pequeño pueblo peruano donde internet está a punto de llegar y revolucionar.

El cortometraje pertenece a un proyecto llamado "Luces para aprender", una iniciativa para llevar luz e internet a pequeño colegios aislados de Iberoamérica. Nuevamente Fesser tira de solidaridad, y lo hace con un corto sencillo pero muy emotivo, lleno de ternura y cuestionando conceptos que tienen que ver con el progreso y con la humanidad. Una ficción narrada casi como documental sobre dos hermanos que tienen que recorrer tres kilómetros para ir a la escuela, y lo hacen con alegría e inocencia. Todo una declaración de amor a la humildad y sencillez desde un cine con mucho tacto y sentimiento.

Servicio técnico

En este particular y excéntrico cortometraje tenemos por primera vez en el particular mundo de Fesser a Javier Gutiérrez, que más tarde participará en Campeones (2018), en un papel muy a su medida, además de la deportista con discapacidad Teresa Perales, que sin ser actriz profesional responde muy bien al papel. La situación (surrealista cómo no) nos presenta a un supuesto reparador del Servicio Técnico de telefonía, que después no lo es, o sí, depende, y que parece ser más tarde un bromista, o no.

Una comedia de situación, muy divertida y siempre con la duda de saber a qué juega el personaje de Gutierrez y cómo va a terminar todo. Una broma de corto, un corto lleno de bromas.

17 años juntos

Por encargo de una entidad bancaria, pero con libertad absoluta creadora, Fesser nos muestra en esta ocasión el contraste de clases, las diferentes maneras de afrontar la vida según en qué situación se sitúe cada persona. El drama de la inmigración y la separación de los seres queridos es el corazón de este drama cargado de ternura y de sorpresas, donde una pareja de una familia acomodada celebran su aniversario con la promesa de un regalos muy especial.

El final nos deja una pequeña sorpresa al que se le añaden pequeñas gotas cómicas, en un cortometraje particularmente emocionante con cabida para la reflexión y para el silencio.



PELICULAS




El Milagro de P. Tinto



Estamos ante la película que causó sensación en su momento, y que podría catalogarse ya de película de culto de la comedia española. No se había visto algo similar en pantalla y supuso un gran éxito de taquilla, completamente merecido.
La película comienza con lo que podría ser un pequeño cortometraje inicial llamado “La llave”,en blanco y negro y que lógicamente tendrá relación con el devenir de toda la película posterior. En este –terrorífico- comienzo, nos encontramos en un internado psiquiátrico alemán donde dos niños están realizando un examen ante un malvado doctor alemán, interpretado magníficamente por Pepe Viyuela. En este contexto, Luisito, bombona naranja en mano (algo que llevará siempre consigo) escapa del psiquiátrico.

A partir de ahí, la historia se centrará en el verdadero personaje protagonista, que es P.Tinto, (curiosamente el segundo apellido de Fesser es Petinto y el nombre de P.Tinto se utilizaría para un robot de misión astrobiológica) y con voz en off del propio P.Tinto iremos conociendo su pasado y su presente, incluyendo su romance infantil con Olivia, la que será posteriormente su esposa, y su deseo desde sus inicios por tener un hijo (aunque sin saber muy bien cómo). Cuando se van a vivir juntos, en una casa alejada del mundo, sus intentos de ser padre se mezclarán con la llegada de un curioso ovni y dos extraterrestres (no menos curiosos) llegados de otro Planeta, la llegada también de un hijo de adopción (el “negro”) y la posterior reforma de la habitación del niño a cargo de un extravagante fontanero y albañil. Todo un cocktail de personajes, situaciones e historias que nos trasladarán a un mundo cómico mágico y surreal.

Esta fase de la película nos dejará momentos ya históricos, como la famosa forma de tener hijos: "tralarí tralará", con estiramiento de tirantes, las conversaciones de los extrateterrestres, con el “pedazo de invento la gaseosa”, las situaciones con Usillos, el reformista (y ufólogo aficionado) todoterreno, particulares “encuentros en la tercera fase” y viajes al pasado, y un larguísimo etcétera donde todos los personajes son protagonistas y donde todos compiten en excentricidad y en simpatía.

Con aroma de anteriores cortometrajes, Fesser logra desarrollar una historia muy completa, donde no parece que falte nada, con personajes propios interpretados magníficamente por actores como Luis Ciges, Silvia Casanova, Pablo Pinedo, Pepe Viyuela, Javier Aller, Emilio Gavira, Janfri Topera, Tomás Sáez, Manuel Romano o Eduardo Gómez . Algunos ya habituales en su cine y que lo seguirán siendo el proyectos posteriores. Todos los actores sumidos por completo en la historia y en la forma de la propia historia, entregándose al servicio de la parodia y del surrealismo cómico. Una historia escrita por el propio Fesser y por su hermano Guillermo Fesser que cuenta con todos los elementos para una comedia total, muy personal y de sello inconfundible que será capaz de trasladar también en años posteriores a nuestros más conocidos personajes de comic.

La película obtuvo el Goya a los Mejores Efectos Especiales y Javier Fesser estuvo Nominado a la Mejor Dirección Novel. Extraordinario y explosivo comienzo en el mundo del largometraje y sobre todo prometedor presagio de un estilo muy diferente en nuestro cine.


La Gran Aventura de Mortadelo y Filemón



Cinco años después del éxito de P.Tinto nos llegaría un proyecto extremadamente arriesgado, y para el que se cuenta con quizás el director más apropiado para afrontarlo. Fesser ya había demostrado que podía manejar a la perfección mundos cómicos absurdos, y el comic Ibáñez de Mortadelos y Filemón guardaba ciertas similitudes con ese mundo, por lo que el resultado podía ser muy acorde con el espíritu de las viñetas, como finalmente así fue.

En la primera escena ya tendremos oportunidad de conocer al Profesor Bacterio, primero en su particular lucha con un peculiar mosquito, y posteriormente con uno de sus inventos, el DDT (Desmoralizador De Tropas, mismas siglas que un comic antiguo) que está experimentando con unos particulares legionarios.

El robo del DDT, su intención de venta al dictador de Tirania (en su intento por conquistar Reino Unido) y su posterior aventura en la que participarán (cómo no) Mortadelo y Filemón, en paralelo al Inspector Mazas, compondrán toda la historia llena de personajes secundarios divertidos y llena de situaciones cómicas de muy elevado nivel tanto narrativo como visual.

Fesser no se olvida nunca del espíritu del comic, con todos los personajes de Mortadelo y Filemón, pero también tendremos la propia Rue del Percebe y el personaje, siempre quisquilloso de Rompetechos.

La historia es ágil y dinámica, cargada de momentos absurdos, divertidos, desternillantes algunos, con la carcajada siempre preparada y con un elenco de actores que como ocurría en la anterior película están completamente comprometidos con sus papeles, destacando principalmente Benito Pocino en el papel de Mortadelo y sobre todo Pepe Viyuela en una magnífica interpretación (y difícil de superar) de Filemón. El resto de secundarios están también estupendos y todos ellos logran crear un espíritu de personajes que combinan a la perfección el comic de Ibáñez con el mundo de Fesser. Una película donde también destaca la gran labor de los efectos especiales, imprescindible para poder llevar con acierto el mundo tan particular del comic.

Como ya ocurriese en anteriores cortometrajes, volvemos a tener la figura del verdugo, y unos cuantos guiños más a su propio cine.
En general estamos ante una estupenda adaptación tanto de Javier como de su hermano Gullermo Fesser y una película que ha sido de las más taquilleras del cine español, logrando a su vez cinco Goyas, en las categorías de Montaje, Dirección Artística, Dirección de Producción, Efectos Especiales, Maquillaje y Peluquería.



Camino (2008)



Sorprendentemente, y pese a los éxitos de sus comedias anteriores, Fesser decide cambiar completamente de registro y se lanza sin ningún tipo de vértigo hacia el drama, en un historia compleja y complicada donde a priori tiene poco que ganar y mucho que perder. Asume los papeles de director, guionista, productor y montador con la clara intención de crear un producto propio y completamente diferente a sus anteriores trabajos. El resultado no pudo ser, nuevamente, más exitoso.

La película comienza en el momento final, en un hospital donde una niña, rodeada de seres queridos, parece encontrarse en sus últimos momentos. A partir de ahí, necesitaremos conocer la historia.
Y la historia no puede ser más triste, pero a la vez bonita. Inspirada en un caso real, nos cuenta el avance de una enfermedad en una niña (Camino) que está descubriendo las cosas bellas y luminosas de la vida, a pesar de la oscuridad en la que a veces la quieren trasladar los fanatismos religiosos. La amistad y el amor forman un fuerte eje en la vida de Camino, que pronto irá descubriendo que la vida a veces nos tiene preparadas desagradables sorpresas.

Fesser no sólo trata la enfermedad infantil, sino que lo hace con una fuerte crítica social, hacia el fanatimos religioso y en particular hacia el Opus Dei. Un compromiso crítico que suscitó mucha polémica en su momento, con fuertes críticas del Opus, que acusó a la película de deformar la realidad y de ofrecer una radiografía falsa y manipulada de la institución. Así mismo, la familia de la niña protagonista en la que se basaba la película tampoco quedó muy satisfecha con el resultado, por lo que Fesser en un momento dado, tuvo que reconocer que se inspiraba en varios casos reales y que en todo caso, formaba parte de la ficción.

Toda la polémica no embarró una película conmovedora, con grandes momentos de magia narrativa y visual, con unas grandes interpretación tanto de Nerea Camacho en el papel de Camino como de Carme Elías en el papel de su madre, y con un sentimiento tan poderoso que emociona en no pocos momentos. Un gran trabajo de un Fesser que a estas alturas ya demostraba que podía con todo, que no se cerraba a ningún género y que era capaz tanto de hacer reír como de hacer llorar, con verdadero acierto y sin recurrir a elementos artificiales, tan sólo mostrando la vida desde un ojo observador inquieto.

La película se alzó con siete Goyas 2009: Mejor Película, Director (Javier Fesser) Actriz (Carme Elías), Actor de Reparto (Jordi Dauder), Actriz Revelación (Nerea Camacho), Guión Original (el propio Fesser) y Efectos Especiales y supuso nuevamente el aplauso del público y el respeto de la crítica.


Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo



Tras un comienzo donde se presenta la terrible amenaza que se cierne contra la T.I.A. tenemos una poderosa presentación de Filemón, con voz de Ramón Langa (o lo que es lo mismo, de Bruce Willis), en un extraordinario ejercicio de animación al más alto nivel, con un Filemón al más puro estilo James Bond. Por desgracia, todo era un sueño, y los verdaderos Mortadelo y Filemón tienen que dar los mejor se sí (que no es mucho) para salvar a la TIA del maléfico Jimmy el Cachondo.

Si en la anterior película de Mortadelo y Filemón, Fesser hubiese tenido limitaciones para abordar la adaptación del comic, en formato animación puede dar rienda suelta a su imaginación e ingenio, y el resultado es una película ténicamente sobresaliente y con un guión y una historia particularmente divertida, a la altura del comic de Ibáñez.

Todo funciona bastante bien y la película puede gustar tanto a niños como a adultos, sentando las bases de la buena adaptación al comic nacional y creando un estilo de presentar el humor de Ibáñez muy apropiado.

La película ganó el Goya al Mejor cortometraje de animación y al Mejor Guión adaptado. Un nuevo acierto de Fesser en un nuevo proyecto nuevamente muy arriesgado.


Campeones (2018)



Marco Montes es el segundo entrenador del equipo madrileño del Estudiantes. Por circunstancias de la vida (y alguna copa de más), pierde su trabajo, su carnet de conducir y es obligado a realizar labores sociales si no quiere acabar entre rejas. El destino le lleva a entrenar a un equipo de baloncesto un poco especial, formado por personas con discapacidad mental. El ego y la soberbia de Marco se pondrá a prueba en un mundo donde deben primar por encima de todo la humildad, la paciencia y sobre todo el cariño, características que Marco parece no poseer. Por tanto, el eje de la película lo encontraremos en la posible redención de una personalidad muy egoísta y soberbia puesta a prueba en un mundo singularmente complicado.

El argumento, a priori, se presenta muy convencional e incluso previsible, por lo que la historia en sí va poco a poco careciendo de interés en favor de las situaciones que se van creando, que por pequeñas que sean adquieren cierta importancia. No cabe duda que el trabajo de interpretación es lo más valioso de esta película, un trabajo con actores no profesionales y con una generosidad enorme por parte del actor Javier Gutiérrez (con un tema que le toca de cerca), en un trabajo, una vez más, sobresaliente. Esta magnífica dirección de actores hace que los personajes sean lo más importante de la película, sus personalidades, sus problemas y sobre todo su particular mundo se presentan al espectador como una oportunidad de acercase a unas vidas no siempre conocidas y no siempre valoradas o apreciadas.

El entrenamiento del equipo tendrá como fin la participación en el Campeonato Nacional, y lo que ocurre mientras tanto es donde Fesser se centrará para abordar esta comedia. En este sentido, es aspecto deportivo es muy clásico, casi al estilo americano, aunque adquiere algo de emoción en el tramo final, pero en líneas generales no resulta relevante, más allá del objetivo en sí, que es la creación de un equipo y la convivencia de los miembros.

El conjunto de la película es tierna, melodramática y con inevitables momentos de humor protagonizados por los miembros del equipo y por su entrenador. Quizás se eche en falta un poco más de riesgo a la hora de afrontar desde una perspectiva social el problema de la discapacidad (como vimos en Yo, también), y aunque bien es cierto que hay un par de situaciones comprometidas, en general se quedan en la superficie, sin profundizar mucho más y sin confirmar la postulación hacia una crítica social más contundente.

Paralelamente a la formación del equipo de fútbol tenemos algunas pinceladas de la vida de Marcos, su relación sentimental, sus amistades, que resultan entretenidas, no perjudican la acción de la trama principal pero que se presentan muy flojas en cuanto a contenido y en cuanto a desarrollo dramático realista. Así, el personaje de la pareja de Marcos, Sonia, protagonizado por Athenea Mata, está muy desfigurado, y muy poco convincente a la hora de afrontar un tramo tan complicado como los problemas de pareja.

Por lo demás, estamos ante una película simpática, amable, divertida, con ese trasfondo social que la hace casi imprescindible como retrato realista de una parte de nuestra sociedad, y con esa carga emocional que la hace muy entretenida y familiar.




Una observación global de tanto Cortometrajes como de películas nos deja la sensación de estar ante un cineasta único, que pareciera estar al márgen de lo convencional y que junto a su productora y Luis Manso, parecen estar dispuestos a romper moldes, más de lo que ya lo han hecho. Fesser demuestra valentía en muchos de sus proyectos, buen hacer con la cámara y con los guiones y sobre todo una extraordinaria personalidad para reflejar en la pantalla historias que a él mismo le gustaría ver y disfrutar.

Ante todo esto, es difícil pronosticar hacia dónde va a seguir discurriendo su cine, si hacia la comedia más original de El Milagro de P. Tinto o La Gran Aventura de Mortadelo y Filemón, o hacia el drama más solidario y comprometido de Camino (2008) o la actual Campeones (2018).

En todo caso, visto lo visto, será imprescindible seguir sus pasos, y desde aquí, contarlo.





@sergio_roma

 

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