por Villano » 26 Dic 2017 13:57
Ni en la más optimista de mis estimaciones previas suponía que esta película me podía gustar un poco. Estaba convencido que vería un biopic convencional, con guión hagiográfico al uso y actores famosos imitando a personajes públicos famosos. Ni modo. Resulta que de la misma forma que Hazanavicius realizó The Artist con los códigos del cien mudo, La redoutable contiene los códigos del Godard de los 60: chistes meta-cinematográficos, juegos formales, juegos de palabras a doquier y comentarios políticos camuflados aquí y allá.
Según las necesidades de la escena, Hazanavicius puede estilizar un plano con música envolvente y el blanco y negro si es romántica y si se trata de una fractura sentimental hace que el lenguaje también se desvirtúe o también rescata esos subtitulos jugetones que Godard empleó en películas como Pierrot le fou. Así, el retrato del personaje, termina contagiándose de todas sus características, tanto de artista como de personaje, pues en no pocos montemos se nos muestran las contradicciones en la vida de un hombre comprometido con el maoísmo mientras vivía una vida de burgués bohemio y parecía envuelto las ínfulas de grandeza. Si alguien ha leído la biografía escrita por Colin Mccabe, comprobará las coincidencias y comprenderá que Hazanavicius acierta en no glorificarlo ni demonizarlo, representando a través del guión como los sucesivos desengaños y desencuentros avinagraron su carácter, alimentaron sus inseguridades y le sumieron en fuertes dilemas.
La película y el libro se parecen tanto una oca y un hueco, pero me parece que todo lo cambiado se hace con acierto y que a fin de cuentas refleja con coherencia y solvencia la etapa artística de Godard que le llevó de hacer La chinoise a las películas con el colectivo Dziga Vertov. Me quito el sombrero ante Hazanavicius por correr riesgos, por meterse en terrenos religiosos (cinematográficamente hablando), por no hacer otra película con vocación de público amplio y sin embargo hallar una fórmula que le permite continuar explorando el terreno que cató en su obra de consagración.
Muy recomendable de cara a realizar una jugosa sesión doble con el documental Two in the wave, la película que narra la amistad entre Godard y Truffaut.