Gracias, gracias, gracias Steven Spielberg; Eso si, solo apta o para jugones o para quien vaya al cine libre de prejuicios.
Manda cojones que un señor de 60 y largos años haya sido el único que ha conseguido transmitir la sensación videojuego por primera vez en una sala de cine. Si ya con Scott Pilgrim se intentó llevar esa sensación al juego (en una película más que notable), aquí llega al paroxismo y a la excelencia (y se acierta de pleno).
Está claro que el material de partida, es de por si, por lo menos, susceptible de ser filmado por jugones, pero, en vez de hacer un montaje videclipero, o buscar falsa solemnidad, Spielberg ha cogido la propia narrativa de los videojuegos, de sus cinemáticas, y lo ha elevado al amplificatio; en esta película todo es A LO GRANDE (y a mi, en este caso, el exceso me ha convencido y me ha enganchado).
No hay explicación de una hora con las reglas del mundo, no hay pausas para respirar, aquí, desde el segundo 1 se le da al START, y no hay respiro hasta el final, ole sus cojones.
Además, una cagada del cine actual (el tratamiento de los personajes) aquí está de puta madre resuelta, importan los avatares y los reales, están bien escritos los avatares y los reales, te importa lo que le pasen a los Avatares y a los reales, y eso, amigos y amigas, se le llama cuidar el guión.
Además, la nostalgia no es el motivo de la película, es un elemento más (no como pasaba en la inefable Super 8, o en Stranger Things, aquí, de hecho y por como está rodada, la nostalgia se va a la mierda, salvo por las referencias (obvias, por el guión), hay mucha más profundidad en el discurso de la peli; la alienación (voluntaria), la ruptura social (a veces, voluntaria), la virtualización como medio real de escape, y, la conclusión
Acojonante, no hay destrucción, sino que de hecho, se le reconoce el valor y se le da continuidad para casi todos los días, con lo que es un excelente guiño a favor de la subcultura gamer
Además, técnicamente es apabullante (3d A MUST),
La carrera al estilo Mario Kart es sencillamente delirante, así como la batalla final, o la secuencia de la discoteca...
Foto cámara en mano todo el metraje (para mi gusto, quizá demasiado, pero yo tengo un poco de cinetosis), disrupción además entre la foto del mundo real y la foto en OASIS;
Actores tb en muy buena línea (Ben Mehndelson se está convirtiendo en el Malo por excelencia, y está de puta madre)..
9/10