En primer lugar; Los matones del colegio: ¿alguien se cree a esos matones? Le pegan cada día y después le dicen algo así como "¿qué hay en tu mundo para que no quieras salir de él?" ¿En serio? ¿Eso es lo que diría un matón de escuela a un chaval al que acaba de pegar? Y la intervención final del matón es de traca. Se levanta, se acerca al protagonista y le dice que ya no le va a pegar más porque sabe que en el fondo es lo que el protagonista quiere, y le da la mano. Es el matón de escuela más redicho, más pedante, más artificial y menos creíble de la historia de la ficción. Por otro lado, toda la historia del acoso escolar no aporta absolutamente nada a la trama. Está incluido en el metraje como podía no haberlo estado, como podían haber metido un par de escenas en un zoo. Es puro relleno.
En segundo lugar; El gigante: Es el protagonista de la historia, es quién le da nombre a la película, todo gira en torno a él. ¿Y qué es? Nada. Desde el principio sabemos que el monstruo es nada, que es un personaje dentro de la mente del chaval. Sus historias no significan nada, toda su parafernalia de efectos especiales digitales, destrucción, y el suelo abriéndose espectacularmente, todo es presuntuosa vanidad, despliegue de efectos especiales por el mero gusto de ver cosas chulas en pantalla, porque en todo momento el espectador sabe que la historia va de una madre que se muere, y por eso todas las chorradas CGI del gigante, sus puñetazos contra el suelo destruyéndolo todo, sus gritos... Todo es pura nada argumental, es todo envoltorio.
Por último; La gran revelación final: A pesar de saber de qué iba todo, durante la película el puñetero monstruo insiste en que hay una verdad oculta, algo que el niño no quiere confesar. Ya imagina uno que será una chorrada desde el principio, ¿le habrá provocado la enfermedad a la madre de alguna manera? No, es demasiado estúpido. No sé, veamos a dónde nos lleva esta historia. ¿Qué? ¿La gran revelación es que tras meses de sufrimiento el niño deseaba que todo acabara, que su madre muriera para dejar de sufrir, y eso le hace sentir culpable? ¿Esa es la gran verdad que había que sacar a la luz y que justifica casi dos horas de película? Increíbles efectos especiales, un monstruo mítico protagonizando momentos espectaculares para sustentar una historia que va de una mujer que se muere y su hijo que sufre.