The Lost Missile tenía el problema de que su desarrollo era un poco precario. Esta película tiene un argumento similar (también parecido al de Armageddon, menos lo de subirse al asteroide), pero está infinitamente mejor. Paolo Heusch dirige con un pulso firme, una gran capacidad para crear tensión y un gran compromiso por mantener los hechos en una esfera real, científica, plausible. El guion es muy sólido y efectivo, con personajes bien definidos (dentro de que es un reparto coral sin un claro protagonista, y por tanto sin grandes profundizaciones psicológicas) y POR FIN papeles femeninos que no son de meras comparsas.
El resultado es un filme cercano a los thrillers confeccionados por la generación de la tele estadounidense (los Lumet, Pakula y demás), que juegan con la carrera contrarreloj de forma muy firme y agobiante. Además, su retrato de los desastres naturales que van afectando al mundo es muy realista (en concepto y ejecución) y conduce a una exploración del caos y el desmoronamiento de la civilización realmente estremecedor.
Por si no quedase suficientemente claro que esta cinta italiana es una joyita a descubrir, su final está cargado de ironía en múltiples sentidos:
-la salvación a través de las armas que se crearon para destruirnos.
-que lo meteoritos sean destruidos por la misma fuerza que los lanzó hacia nosotros.
-el nuevo amanecer de la humanidad donde se ha llevado a cabo un desarme inesperado, lo que abre la pregunta de cómo será la reconstrucción y los equilibrios de poder.
8/10