Hacía años que no me reía tanto con una película. La capacidad que tiene Javier Fesser de empaquetar humor ibañezco -y lo bien que conjunta con el suyo, la bombonita
- como durante el comienzo llega hasta a saturar. Brutal.
Respecto a las voces, francamente bien, aunque cuesta algo hacerse a la de Víctor Monigote (como Tronchamulas reversizado).
El trabajo de riqueza visual y animación de los madrileños Ilion Animation Studios no tiene pega alguna.
Lo mejor que he visto nunca de Mortadelo y Filemón -con permiso de los clásicos de los Estudios Vara- y una de las historias más fieles al humor del genio catalán de las viñetas.
La principal queja tal vez puedan ponerla algunos padres debido al abundante uso -o mejor dicho, insinuación- de tacos. Ah, y aquellos a los que les estomague Julio Iglesias.