Turbo

[Staff CINeol]

Ficha


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[Damned Martian]

Flojiiiiisima. A un tris he estado de suspenderla (y eso que yo me suelo tragar todas las pelis animadas con patatas), pero las escenas de carreras levantan el ánimo y hay un par de escenas que merecen la pena, así que le doy el raspado por pena. Porque la verdad es que el conjunto de la peli es de una mediocridad aplastante. No es ya el descaradísimo plagio de ideas que hace DreamWorks de Pixar, cogiendo la trama, personajes y giros de Ratatouille casi punto por punto, pero añadiéndole el mundillo de Cars (más plagios) y algunos elementos de Buscando a Nemo (ese séquito de pec... que diga, caracoles), sino que el producto resultante evidencia que solo saben hacer productos de consumo, no películas en el sentido artístico o humano. Los elementos serán los mismos, pero es todo mecánico, rutinario, carente de creatividad o sorpresa. Cuando quiere ir de drama emotivo e inspirador es un culebrón reiterativo y lleno de peroratas vacías, fruto de guionistas que creen que machacar constantemente una idea la hace más profunda, que piensan que el público es tonto y solo sigue el argumento o se emociona cuando le dices de viva voz insistentemente de qué va la cosa. Habrá por lo menos 15 conversaciones entre Turbo y su hermano (o entre los dos estereotipos hispanos) en las que uno le dice que tiene un sueño y lo va a perseguir, y el otro le dice que no sea loco y se conforme. Pero no diálogos de una o dos frases, sino escenas de varios minutos ahí machacando, y dale, y dale, y sin evolucionar en lo más mínimo, con una trama tan estancada que es descaradísimo que lo único que tenían en mente cuando fueron a hacer la película era el concepto 'caracol veloz'. Y claro, de ahí no se saca una peli. O se saca, peo si tienes ingenio y espontaneidad, no si sigues un manual de tramas requetesobadas y añades unos cuantos chistes malos de lentos-veloces.

Que por cierto, la idea puede resultar curiosa, pero cuanto más avanza la película más incoherente se vuelve. O sea, una rata que cocina es un contraste que funciona porque la rata sigue siendo una rata, y el cocinar es un elemento ajeno pero no opuesto a ella. Podría ser un caracol que cocina, pero siendo una rata hay más contraste por el tema del asco. Sin embargo, en Ratatouille le daban un sentido: se había criado viendo en televisión al chef en la casa donde vivía. Lo veía por casualidad, claro. Y luego se mantenía cocinando en la clandestinidad porque así eran las cosas en este mundo: lo incongruente de una rata inteligente y cocinera solo llega hasta cierto punto de suspensión de incredulidad, hay que situarla en un contexto real o reconocible, donde una rata es una rata y punto. Y da asco, y si la ves quieres matarla.

Aquí en cambio quieren rizar el rizo y cogen las características del caracol para hacer lo opuesto, y solo se les ocurre hacerlo por una mutación extraña, pero antes ya tenías caracoles cultivando un huerto (WTF?) y al prota poniéndose en la tele vídeos de carreras (¿él solo? ¿cómo? ¿cómo maneja la tele, el vídeo o cómo sabe siquiera lo que son?). Pero es que luego la cosa es aún peor, porque todos tratan al caracol como si fuese, en el mejor de los casos, un perro. Yo veo a un caracol y no se me ocurre hablarle, pero aquí parece que automáticamente todo el mundo asume que es inteligente, que entiende lo que le dicen, lo que da pie a escenas muy estúpidas. Y luego ya cuando llegan a Indianapolis, para cagarse. Y mejor no entremos en el resto de caracoles corredores, porque eso ya es un despropósito mayúsculo concebido solo para intentar vender muñecos distintos en las tiendas. En fin, que llega un punto en el que está claro que el guionista ya ha decidido que esto es un mundo paralelo cuyo parecido con la realidad es pura casualidad, y donde va haciendo las reglas que le convienen. Y así no hay forma de entrar en su juego.

Lo peor es que tampoco se dan cuenta de algo muy sencillo: lo importante es el viaje. En Ratatouille tenemos una rata normal que aprende y se esfuerza por ser cocinera, descubriendo un talento innato. Es el pequeño que llega a conseguir su sueño, es un don nadie como cualquiera de nosotros que trabaja y lo consigue. Aquí es una mutación por casualidad. Antes no era nadie, y después solo es alguien porque tiene superpoderes de droga y esas cosas. No consigue nada por su esfuerzo, sino por sus poderes o gracias a la suerte. Y el hispano igual: todos sus planes eran disparatados y un fracaso, hasta que este es un éxito... por pura chiripa, porque seguía siendo un plan absurdo. No ha cambiado en nada su actitud para conseguir algo, le ha llovido del cielo. Al final el mensaje no es esforzarse para superar las limitaciones o buscar formas en las que cumplir tu sueño si algo te lo impide, sino que por muy mal que lo hagas, tú sigue intentándolo sin aprender de tus errores y limitaciones, que ya tendrás un golpe de suerte que no tenga nada que ver contigo y te arreglará la vida. ¿Quieres ser un cantante famoso? Pues preséntate a castings, que ya te tocará la lotería y podrás pagarte un disco. Valiente mierda de mensaje.

5-/10

[Sabio]

Es totalmente absurda, tal y como deja claro Damned Martian, pero qué demonios, me lo he pasado pipa en la parte de las carreras


Ho!