Por un lado, la suicida Echegui, que pasa de intentar quitarse la vida a ser la alegría de la huerta en lo que tarda un desayuno. Luego la Machi, que sí, que acaba de librarse de un marido que la puteaba y que eso tiene que resultar liberador, pero vamos, que si por ella fuera se llevaba a todo el pasaje a vivir con ella. Del zapatero argentino mejor ni hablar, es un tópico con patas. La pareja de recién casados, que podían aprovechar su luna de miel follando como conejos, pero qué coño, vamos a jugar al bingo con estos cuatro desconocidos que seguro que mola más.
Y el colmo de los colmos. Ya descubierto el pastel y sabiendo que hay otro chaleco bomba descontrolado en el avión, TODOS se suben a bordo sin avisar a las autoridades para encargarse ellos de neutralizarlo. OLE TUS HUEVOS GUIONISTA.