- Hay que ver que bonita pero a la vez cruda historia sobre un tardío encuentro padre-hijo. Hay que ver que blanditas parecen las crisis nerviosas y desvaríos de un indigente cuando son tratadas con la poca gana con que lo hace el señor Weitz y cuando al problemático personaje lo interpreta un Robert de Niro que a ratos está sobreactuado, a ratos esta calmado y a ratos no sabe ni que hacer delante de la cámara. Y con que profundidad nula se trata los traumas infantiles de las relaciones paternofiliales y maternofiliales de un Paul Dano que parece que no sabe hacer otra cosa que poner cara de flipado y tontaina (ah no calla, que es la cara que tiene en siempre este muchacho!). Y hay que ver como las relaciones personales son escritas con esa sutileza que solo el Hollywood más casposo sabe poner en pantalla, esas en las que en una escena chico conoce a chica, le dice una frase, y al segundo están en la cama. Bien! Toques de comedia! Y yo pensaba que esto era un drama. Hay que ver que sutiles parecen los problemas de los sin techo gracias a pelis como esta.
Y ya para rematar...
Hay que ver como se puede salir de problemas de drogadicción gracias a "Being Flynn". Un chaval puede caer en las droguitas porque... no se, porque le parece muy duro tener que ayudar a sobrevivir a su olvidado padre, teniendo que trabajar en un centro social y abandonando (momentáneamente, ojo!) su deseo de escribir. Vas a un par de sesiones de Ayuda a Drogadictos, pones cara de palo, y en la siguiente escena:
1.- Tienes un curro super guay de profe de niños pequeños.
2.- Has escrito y publicado una obra.
3.- Recuperas la relación con tu padre, el cual no solo ha escapado a la muerte de la calle y/o el centro de indigentes, sino que tiene casa subvencionada! Y está de puta madre!
4.- Tienes mujer e hija. Negras, para demostrar que tú no eres igual que tu padre o por caprichos del destino.
Una película donde todo es superfluo a más no poder y que encima pretende ser profunda y enternecedora.
Le doy un 5/10 porque al verla después de "Fin", aprobaría hasta a "Manos: The Hands of Fate" por haberme echado unas risas con ella. Si no, otro gallo cantaría.
EDITO: Mira, no. Le voy a dar un 4.