por kanuac » 22 Ene 2012 22:44
Si tuviera que quedarme con dos palabras para definir "La prima cosa bella" serían naturalidad y mimo.
Bajo la calculadísima capa de amargura que impregna al personaje de Valerio Mastandrea (Bruno, de adulto) hay una melancolía dulce y atenta, ansiosa, que se desvive por el cariño. Sólo se le utiliza a él -bueno, el padre le sustituye en cierto modo en las escenas de niño- para aparentar ese desprecio, cubriendo así a todo el resto de personajes y dar una impresión equivocada, intención que en todo momento se intuye. Es fácil prenderse de una película que avanza con tal frescura, pasmosa ella, donde todo es interesante, todo es emotivo y todo tiene un sentido — Un perenne mensaje de esperanza con el que puedes coincidir o no pero siempre está ahí.
Qué inusual conjunto de actores -y qué buen proceso de casting- donde adultos y niños combinan tan logradamente bien; Nadie se queda detrás en sus competencias.
Redonda es decir poco.