Ambientada en la guerra de Corea, no es un film bélico, mas bien un thriller. La acción transcurre en un espacio reducido, un camarote( no el de los marx) se convierte en el escenario donde la victima ya tiene su suerte echada, solo sus ojos, su mirada, nos impiden saber quien sera su verdugo. Y es aquí donde cobra fuerza la película, donde las interpretaciones de los protagonistas en una batalla emocional hacen de esta cinta una pequeña joya. La conversación (confesión, manipulación) de Kirk Douglas con su soldado (Robert Walker) explicándole lo sucedido con un antiguo compañero ... inconmensurable, que grande eres Kirk, una vez mas, demuestras lo que significa actuar.