No sé qué me ha molestado más: que la peli vaya dando vueltas y más vueltas y más vueltas todavía sobre sí misma (no me refiero a giros, me refiero a que se queda estancada en lo mismo una y otra vez) sin conseguir decir nunca nada interesante, que los personajes sean completamente incoherentes, delirantes y estúpidos, que la trama no se sostenga por ningún lado e intente crear suspense en base a trampas baratas sin lógica alguna, que el protagonista sea más soso que un polo de agua, que el final sea un insulto al sentido común, que los efectos especiales sean de auténtico descojone, o que Manuel Gómez Pereira tenga tan poca mano para manejar la cámara que es capaz de calcar los mismos planos una y otra y otra y otra vez, incluso de una escena a la siguiente.
Por lo menos la primera media hora está medianamente interesante y Clara Lago realiza una magnífica interpretación, lo que tiene más mérito teniendo en cuenta la mierda de personaje que le ha tocado.
Por cierto, dos momentazos para destacar:
- Cuando se ve que alguien baja al pozo donde están los cadáveres, enfoca con la linterna una mano de un muerto, y se ve la linterna seguir como si nada... hasta que encuentra el anillo y ahí se detiene. ¡Coño! ¡Un obrero se encuentra una fosa de cadáveres, y lo que le llama la atención es un anillo de los moros! Vamos, hombre, no insultes mi inteligencia...
- Esos efectos especiales del final, cuando el chaval se tira en la moto... ¡sublimes! Sobre todo porque la mitad de los planos en donde se nota que han manejado un 386 para hacerlos, ni siquiera hacían falta meter ordenador, bastaba con rodarlo como una persona normal! Pero vamos, cuando arranca la moto y se ve el corta-pega avanzar por la pantalla, es un descojone.
4/10