Cine-ojo

[Staff CINeol]

Ficha


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[Damned Martian]

Se suele decir que DW Griffith fue el director clave para la evolución del cine narrativo. Pues sinceramente, sin quitarle mérito a Griffith, creo que los rusos han aportado más al lenguaje cinematográfico que él. Puede que Griffith marcase cómo hacer el cine "clásico" americano, el de los 30-50, pero tanto Eisenstein como Dziga Vertov se adelantaron 40 años a su época y marcaron las pautas de lo que hoy entendemos por cine moderno.

Cine-ojo no llega al nivel de perfección y asombro de El Hombre con la Cámara, pero poco le falta. Montaje frenético y sincopado, enfoques imposibles, travellings de todo tipo... incluso se permite experimentar con la marcha atrás como instrumento narrativo. Todo para imprimir un ritmo tremendo al film y al mismo tiempo convertir lo que podría haber sido un simple NO-DO comunista en un documento de enorme poder emocional. Y es que da la sensación de que Vertov estuvo algo coartado por el régimen de Stalin a la hora de plasmar la realidad soviética (así están ahí esos rótulos propagandísticos, ese seguimiento de los voluntarios del partido y sus consignas...), pero de alguna forma su poder para transmitir mediante el montaje y la imagen consiguió superar esas barreras para mostrar también la realidad detrás de la propaganda: la de un pueblo pobre y lleno de miserias, la de unos ciudadanos que en realidad no hacen caso alguno a las consignas que se les intentan inculcar, la de una sociedad consumida por las mismas taras que los países capitalistas (la droga, el crimen...).

Como ejemplo valga reseñar ese paseo de varios minutos por el manicomio, recreándose en los locos y en su precario estado de higiene y cuidado, utilizando como excusa el que habían metido allí a un cocainómano y se había rehabilitado (algo que explican en 30 segundos, 20 de los cuales se utilizan para ver que nadie de los que le rodean se lo toma en serio, y que el hombre sigue estando fatal). Al parecer el régimen se dio por satisfecho, pero la habilidad con el montaje hace que esa escena transmita mucho más de lo que los rótulos quieren hacernos pensar. Otro ejemplo, el de la vieja que parece estar enfadada y quejándose durante un buen rato del trabajo de los voluntarios (por cierto, ¿explotación infantil?), y le ponen como rótulo "gracias por vuestro trabajo, camaradas". Una gran disonancia entre las proclamas impuestas y lo que Vertov parecía querer transmitir.

En fin, uno de esos documentos imprescindibles para todo amante del cine, y para entender el cine moderno (1970 en adelante).

8/10