Mystery Train

[Staff CINeol]

Ficha


Coméntala aquí.

[Villano]

Película Jarmuschiana como la que más: fina ironia reposada, excentriciad, gotas de absurdo, extranjeros y algunos momentos de cálida humanidad. Las tres historias, sutilmente unidas más allá del marco geográfico (el hotel), van, para mí gusto, de más a menos.
La película arranca fenomenalmente con la historia de los japos, ambos protagonizan los momentos más entrañables y simpáticos de toda la película, sin salirse por ello de la atmósfera de extrañeza que recorre el film de principio a fin. Ellos ocupan los primeros 35 minutos, que son absolutamente gloriosos.
La historia de la mujer de Benigni y la charlatana también tiene momentos divertidos pero no tiene tanto carisma como la primera historia. Resulta curioso ver como todos intentan darle el palo a Nicoletta por ser extranjera, pero no es nada en comparación si se mira por ejemplo ese momento en el que la japonesa intenta hacer reír a su novio, que como siempre lleva esa expresión semptierna de enterrador en la cara, y después de mucho esforzarse, cuando ella ya se ha dado por vencida, él le replica todo convencido y con esa misma expresión que él ya era feliz.
Lo curioso de la historia en la que sale Joe Strummer, la última, es que potencialmente debería ser la mejor: el tipo borracho descontrolado porque la novia le ha dejado (la compañera de cuarto charlatana de Nicoletta Braschi), un atraco, el descontrol, no obstante la sensación que me dejó es que no acaba de explotar, como que le faltaba algo. A pesar de eso, se deja ver. Buscemi borda un personaje que se convertiría en su papel arquetípico, los disparates se suceden al por mayor y hasta cierto punto es graciosa... pero sin la historia de los japos seguramente la película no dejaría tan grata sensación. Supongo que Jarmusch también es consciente de ello y por eso hacia el final los vuelve a hacer comparecer junto con los otros personajes, aunque en realidad el unir los caminos de los personajes, si se mira estrictamente, no aporta nada a ninguna de las historias.
Y no olvidemos los momentos de la recepeción, los de la extraña pareja, que son pocos pero para mí gusto los más tronchantes por su dosis de absurdo.
Los otros planos también están en sincronia con las otras películas de su director: una puesta en escena muy pulcra y cuidada, una buena selección de temas puestos casi en el mejor momento posible y un sentido del ritmo que a veces parece que quiera tocarte lo que no suena pero que en realidad solo exige unas gotas de paciencia.

Curiosa forma de abordar la figura de Elvis. Nada parece indicar que no pueda gustar a los entusiastas de Jarmusch, como digo es 100% jarmuschiana, así que los neófitos en la materia mejor que empiecen por otro lado.