Waz

[Staff CINeol]

Ficha


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[johnforhereyes]

¡Ya la vi! Pongo aquí la crítica que he hecho, por si a alguien le interesa, para tenerla más a mano. Y digo que me ha sorprendido el film. Le pongo un 8. saludos!

WAZ
El estreno de WAZ traerá consigo una alteración del orden social de todos nosotros, los mortales. No será tan exagerada esta alteración como lo fue el mensaje radiofónico de Orson Welles adaptando La guerra de los mundos, pero sí que, sin poder evitarlo, hará un poco de mella en nuestro día a día. Dibujemos brevemente la posible situación en la que podremos encontrarnos durante la estancia de WAZ en el cine:
-¿Qué has visto en el cine?
-Waz.
-¿Qué?
-Waz.
-¿Que Qué?
-Waz, W-A-Z, como Saw pero al revés y con Z.
-Ah, vale, y ¿qué tal?
Sí, amigos cinéfilos, esta será una escena que viviréis seguro, segurísimo, si os acercáis al cine a ver el primer largometraje de Tom Shankland con guión del también primerísimo en el arte de guionizar largometrajes para las salas de cine Clive Bradley. La película se ha plantado en el panorama internacional atrayendo al espectador gracias a dos pilares fundamentales: el primero (y el más valioso para los medianamente conectados con el panorama cinéfilo actual) es el hecho de estar protagonizada por Stellan Skarsgard (“Bill “el botas” en la trilogía de los piratas caribeños, Goya en la fallida Los fantasmas de Goya, el maldito violador en Dogville, Jan “el petrolero” en Rompiendo las olas, y un largo etcétera de algunas mejores películas que otras). Un rostro conocido, incluso para aquellos que no conozcan su nombre y su nacionalidad, siempre da seguridad a la hora de comprar una entrada.
El segundo pilar nos remite al aparato comercial, de marketing y de venta emocional o hype, como últimamente se conoce al fenómeno de vendernos películas y otros “productos”, más o menos artísticos, como grandes e inmejorables en su especie, calaña o campo contextual: WAZ se nos presentará en los medios como un film deudor de Saw y, lo más impactante, de Seven.
Ya lo adelantamos: podremos decir a esos amigos, familiares o conocidos que nos interrogarán sobre qué es WAZ que no estamos ante una nueva maravilla como lo fue la película de David Fincher, ni quizás tampoco ante una sorpresa con mayúsculas con el correspondiente boom mediático como lo fue la primera y original Saw. Pero sí que podremos afirmar que WAZ es, desde su desgarro y osadía, sobre todo osadía, una grata sorpresa en forma de buena película.
La primera imagen del film es ya una declaración de intenciones: un coche parado, en medio de la noche en un barrio marginal, un suburbio (la acepción nuestra de la palabra suburbio, y no la de los anglosajones), luces renqueantes y pequeños focos caleidoscópicos, cerca de esa estética presente en films como Collateral o Miami Vice de Mann; y, rápidamente, la cara del conductor: Eddie (Stellan) y su cigarro omnipresente durante toda la película. Arranca el vehículo y la cámara filma desde varios ángulos, más cerca, más lejos con un dinamismo también omnipresente en todo el film y que tras el visionado invita a pensar en Tom Shankland como un nombre interesante en o para futuros proyectos.
La atención del espectador, pues, ya está captada gracias a la fuerza estética que irrumpe en nuestras retinas, ya decimos, desde los primeros segundos de la película hasta el final. Una estética que se caracteriza por mostrarnos “the dark side” de Nueva York, grandes almacenes abandonados, edificios semejantes a psiquiátricos abandonados, paredes destrozadas, asfalto, basura, paredes pintadas, colchones rotos en el suelo, preservativos usados…Todo, siempre, acompañado de una oscuridad donde el neón y las bombillas son la única guía, junto al chispeante cigarro de Eddie, claro está. Una estética, que por qué no, debe bastante a Fincher y a los creadores de Saw, totalmente cierto, sobre todo a ésta última si tenemos en cuenta que WAZno escatima en mostrar, cuando es necesario, sangre e imágenes que, simplemente, es necesario taparse la cara para no ver.
Paralelamente al movimiento del vehículo y el impacto estético inicial, la trama empieza a funcionar. Helen Wescott (Melissa George, recientemente vista en 30 días de oscuridad de David Slade) es la nueva compañera de Eddie y juntos empiezan a investigar el asesinato de una mujer en cuyo cuerpo el asesino ha dejado grabadas las letras “waz”. Ésta nueva detective, frágil, inexperta en el “campo de batalla” (como inexperta es Melissa George en el ámbito que le corresponde a ella) contrasta bruscamente con la desgarradora presencia de Eddie, un Stellan en, consideramos, estado de gracia que se desenvuelve en su papel adoptando para sí todos los clichés posibles del detective solitario, duro, con la barba a medio rasurar, mirada perdida, voz truncada tajante, temido por los elementos y energúmenos de las bandas callejeras…en definitiva, la típica figura literaria protagonista de novelas negras y policíacas encarnada perfectamente en el actor sueco, caracterización cabe decir totalmente buscada a propósito porque el film así lo requiere imperativamente.
Los secundarios acompañan a la magnífica caracterización del protagonista constituyendo personajes (jóvenes pertenecientes a bandas, drogadictos y drogadictas, prostitutas, etc.) que aunque típicos, al menos siempre creíbles y bien manejados, siempre consistentes y aportando mucho, más de lo previsible, a la película.
Esta es, a grandes rasgos, la fórmula con la que, gracias a un buen guión, resultante –que no resultadista-, con sus piezas perfectamente engranadas, como buen relato policial, como buen relato al fin y al cabo, el espectador no se arrepentirá de estar sentado poco más de hora y media frente a la pantalla.
Estaréis de acuerdo en que El coleccionista de huesos, o Resurrección, y otras películas por el estilo no se caracterizan por ser grandes obras, pero sí que, por alguna u otra razón, se nos quedan grabadas en la memoria. Quizás porque la intención de estas películas consiste en sumergir al espectador en imaginerías policíacas que están formadas por personajes arquetípicos que son parte, por qué no, de nuestra mitología actual (quizás Seven sería el Zeus o Júpiter de esta imaginería de la que hablamos) y, como si fuéramos niños, dejamos que nos expliquen un agrio cuento. WAZes un agrio cuento que, como el que no quiere la cosa, dará alguna que otra patada a esta imaginería policial típica y tópica que forma parte de nuestra mitología actual.
Por ello, WAZ merece una oportunidad por parte del público.

Jonathan Alberti, 18 de febrero de 2008.

[MrFloppy]

Uff, qué coñazdo de película.
Es lo que tiene que te lleven a ver cosas obligado

[johnforhereyes]

Uff, qué coñazdo de película.
Es lo que tiene que te lleven a ver cosas obligado

[Martin Riggs]

Pese a tener buenos detalles, la peli pierde gas a velocidad de vertigo convirtiendose en una experiencia aburrida aunque no del todo insatisfactoria.

[eastwood]

A mi me ha parecido aburrida, sosa e insustancial. Aunque parezca mentira la mejor es Melissa George que es la única que parece no estar perdida y eso que Salma es mucha Salma.

Un 4, por la morenita.

Un saludo

[Miniviciao@]

A mi me ha gustado, Stellan Skarsgard me ha convencido con un personaje interesante, quizás la película se retroalimenta demasiado con la violencia, no ha estado nada mal y desde luego no me aburri ni mucho menos.

WAZ:7

[Sandra Escudero Pol]

Pese a tener buenos detalles, la peli pierde gas a velocidad de vertigo convirtiendose en una experiencia aburrida aunque no del todo insatisfactoria.

deacuerdo contigo y le pongo un 6/10 por que el final es coherente,no puede acabar de otra manera.
Besitos y salu2.