por Villano » 26 Jun 2008 14:12
Después de ver esta película, tengo la sensación que el próximo trabajo de Baumbach será otra historia de una familia resquebrejada por los problemas del pasado en la que habrá la figura de algun intelectual amargado que querrá someter y controlar a su entorno y que cuando vea que no puede acabará por dinamitar ese entorno y, por supuesto, también habrá otro adolescente pringao de largas melenas, extrañado prespecto a su sexualidad. Y puede que lo haga con aún más pesimismo catastrofista, como es este caso. Y es que esta película, viendo que el invento le funcionó, no es más que un más de lo mismo respecto a 'Una Historia de Brooklyn', en la que ya se veían muchas cosas que aquí se vuelven a reabordar. Quizá amplia un poco más el cerco, pero no veo que suponga un paso adelante o un giro de tuerca respecto su anterior película.
Por una parte, me gusta como arranca la película, el planteamiento de la situación y los personajes, a los que dota de cierta complejidad aparente, con dos caras y problemas soterrados, pero a medida que avanza la historia, y por mucho que se sirva de diálogos a ratos incisivos y reflexivos entorno a sus personajes, el desarrollo está tan limitado que tienen que surgir eventos externos y arbitarios para que los acontecimientos se precipiten hacia sus conclusiones, no ya contundentes como me parece que pretende, si no directamente forzadas e histéricas. Parece una película hecha por un imitador de Eric Rohmer con mono de heroína, la verdad. En su ímpetu por ir más lejos, lo que hace es abandonar el estudio de sus personajes hacia la mitad para convertir aquella voz madura y sombría en una especie de vocerío histriónico, regodéandose en escenas de lloros y crisis nerviosas a las que se llegan sin un desarrollo convincente o coherente. No me puedo creer demasiado lo que ocurre hacia el final de la cinta y mucho menos intentar implicarme con ese circo disparatado de personajes automasturbatorios. A Baumbach le ha faltado el temple de Rohmer o Bergman, a quienes homenajea e imita con escaso acierto (unos vecinos llamados Vogler, ¡qué original!) para lograr que su película sea esa reflexión/sátira impúdica, mordaz y descarada sobre la familia a la cual aspira convertirse.
En cuanto a las cualidades técnicas de la dirección, por ahí tampoco me resulta convicente. La cámara al hombro llega a ser excesiva, demasiado traqueteo por que sí, y está muy encima de los actores, hasta hacerse algo pesado. De tanto en tanto procura alejar el objetivo un poco para que se vea que la historia transcurre en un lugar conncreto, pero en general la impresión que me da es que es demasiado limitada, la película es un repetir los cuatro o cinco recursos una y otra vez y sin demasiada gracia, llegándose a poner bastante monótona. Ni siquiera me parece que la dirección de actores esté realmente aprovechada. Jack Black está bastante desbocado (y para mal) y la Kidman regala unos cuantos buenos momentos gracias a su gran oficio, pero en el desenlace no acaba de explotar.
Hacía tiempo que esperaba poder ver esta película y, supongoq ue se nota, el resultado finalmente me resulta decepcionante. No cumple ni en plano emocional ni en el intelectual, ni te hace vibrar ni te hace pensar, no es más que otro intento fallido norteamericano de parecer más listos. Sólo espero que algún día encuentren más temáticas más allá de las familias disfuncionales, el paso a la madurez y demás temas resobados que con tan poco pudor han estado estrujando durante la última década.