King of New York

[Staff CINeol]

Ficha


Coméntala aquí.

[Villano]

Al principio de la película, cuando vemos como el personaje de Chrisopher Walken va retomando el contacto con su viejo mundo, la película tiene un tono fascinante que por momentos me recordó a Mulholland Drive, creía que estaba ante otra película de atmósfera tenebrosa y absorbente o si no ante un thriller en plan Demonlover o Corrupción en Miami. Pero no, el director de esta película es Abel Ferrara, un hombre obsesionado con mostrar el vicio y el exceso de las drogas, el sexo y la violencia, todo porque sí, sin que se esfuerce en que parezca razonable, a pesar de los fallidos intentos de profundizar en sus personajes. Y encima el tono made in Mulholland Drive se diluye. Entonces se nos presenta el gran conflicto: unos polícias vengadores contra un criminal que luego, absurdamente, se intentará justificar como un justiciero violento en plan The Punisher cuando vemos claramente que la cosa no va de eso. Contradicciones muy poco interesantes y poco razonables para una película que carece de esa intensidad inicial con unos sicarios de lo más tópicos, de esos de malos porque sí.

Ferrara rueda bien sus pelícuilas, pero el ritmo es tan poco afortunado y la atmósfera se pone tan densa que a base de escenas de relleno uno va perdiéndole el interés a lo que sucede hasta que te llega a apetecer que acabe la cosa pronto. Una pena que Ferrara no mantuviera el clima del principio, estaríamos ante una grandísima obra y no ante una película que a base de irrealidad termina por no impactar a pesar de sus denodados esfuerzos por conseguirlo.

Me cuesta pillarle el rollo a Ferrara, a pesar de que a través de una aprente malicia pueda ofrecer películas interesantes y alternativas, siempre hay algún punto dónde se pierde y deja la cosa en punto muerto, crasso error porque dado su gusto por la sobriedad, es muy díficil reengancharse. Aquí no llega a los límites de Teniente Corrupto, pero por ahí le ronda.

[Polcius]

Al principio de la película, cuando vemos como el personaje de Chrisopher Walken va retomando el contacto con su viejo mundo, la película tiene un tono fascinante que por momentos me recordó a Mulholland Drive, creía que estaba ante otra película de atmósfera tenebrosa y absorbente o si no ante un thriller en plan Demonlover o Corrupción en Miami. Pero no, el director de esta película es Abel Ferrara, un hombre obsesionado con mostrar el vicio y el exceso de las drogas, el sexo y la violencia, todo porque sí, sin que se esfuerce en que parezca razonable, a pesar de los fallidos intentos de profundizar en sus personajes. Y encima el tono made in Mulholland Drive se diluye. Entonces se nos presenta el gran conflicto: unos polícias vengadores contra un criminal que luego, absurdamente, se intentará justificar como un justiciero violento en plan The Punisher cuando vemos claramente que la cosa no va de eso. Contradicciones muy poco interesantes y poco razonables para una película que carece de esa intensidad inicial con unos sicarios de lo más tópicos, de esos de malos porque sí.

Lo suscribo absolutamente.

Es una lástima, porque como dices el principio pinta realmente bien.

4/10