Al igual que en el caso de las anteriores, también tenemos algunos nombres conocidos en el apartado actoral, destacando el protagonista: Sam Neill.
Sam Neill protagoniza varios soliloquios dirigidos al "Nazareno", y en este sentido es tal vez la película de la saga en donde un cierto aspecto más teológico del demonio contra Dios está más presente.
El final es un poco precipitado, aunque dada la tonalidad ya "metafísica" por la que la película bordeaba en los antes citados soliloquios, encaja.
Siempre imaginé que en esta tercera parte Damien devendría Presidente de los EEUU y trataría de provocar el Armagedón nuclear hasta que alguien le detendría in extremis, pero resulta que no, que ni por asomo acertó mi imaginación
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