Dos Semanas en otra Ciudad

[Staff CINeol]

Ficha


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[el predicador]

Interesante propuesta la que nos ofrece Minnelli años después de su celebrada Cautivos del mal. Más que una secuela, yo diría que es el reverso de la moneda de aquélla, un reflejo en el objetivo de la cámara de cine. De nuevo, repite Kirk Douglas en el papel protagonista, aunque con un personaje radicalmente distinto al ambicioso productor Shields: actor en crisis, internado en un sanatorio de lujo, que recibe la irrechazable propuesta de su antiguo camarada de armas. Este no es otro que Edward G.Robinson, cuyo personaje está dirigiendo una superproducción en Roma. Pese a las dudas iniciales, el otrora astro de la gran pantalla decide volver a trabajar en compañía de su amigo, a su manera tb en declive.

Por el camino, seremos testigos del reecuentro de Douglas con el lado más sórdido de la gran pantalla: divas caprichosas, actores con carácter, paparazzis, infidelidades, reproches, alcohol en abundancia, fiestas decadentes, productores iracundos, etc. Si bien la trama dista de ser tan interesante como la de Cautivos del mal (a la que, por cierto, se hace referencia en un cachondo pase privado), la película está rodada con elegancia, buen gusto y sentido narrativo. A destacar el original contraste producido entre el clasicismo musical de David Raskin y las canciones italianas de moda en aquella época. En resumen, un film bastante aceptable, especialmente recomendado a aquellos que disfruten con el género "cine dentro del cine".


Nota: 6.5/10