por Irulan » 29 Nov 2005 01:43
La semana pasada estuve viendo esta curiosa película que supone una (en cierto modo) arriesgada reflexión sobre las relaciones entre hombres y mujeres, sobre todo en lo referente al sexo (no es que se muestre, porque no se muestra nada, pero es lo que subyace en todos los personajes, lo que los mueve).
La película funciona de forma circular (de ahí el título), y enlaza distintas historias de esta manera (más o menos): la prostituta y el soldado, el soldado y la doncella, la doncella y el joven, el joven y la mujer casada, la mujer casada y su marido, el marido y la amante, la amante y el poeta, el poeta y la actriz, la actriz y el conde y, finalmente, el conde y la prostituta.
Así, este planteamiento podría haber dado lugar a un film interesante, pero sin embargo la película de Ophüls se queda en lo más superficial y plantea de teoría de que todos, seamos de la clase que seamos, nos enfrentamos igual a las relaciones con el sexo opuesto. Cosa muy básica esta, y con la que se puede estar de acuerdo, pero que se queda en lo simple, pues son otros los factores que nos diferencian y que aquí se omiten, se olvidan.
Además, el hecho de que todas las historias (presentadas al espectador por un personaje divino, que mueve los hilos y produce encuentros y desencuentros) se muevan por los mismo parámetros hace que acaben resultando aburridas, largas y repetitivas.
Sin embargo, es imposible no reseñar su originalidad y valentía, aparte de su belleza formal (el plano secuencia que la abre es un prodigio), y todo ello estando fechada en 1950. Todo un logro.