Vaya por delante que los llamados "thrillers políticos" me apasionan. Pues bien; creo afirmar que nos encontramos ante la piedra de toque del género. Con una puesta en escena brillante hasta en el último detalle, un uso del cinematógrafo simplemente perfecto (es de las pocas películas en que la cámara no se nota ni un ápice), soberbia fotografía en B/N y un elenco de actores en estado de gracia,
Tempestad sobre Washington se erige como una película fundamental para todo cinéfilo que se precie. Henry Fonda, ese descomunal actor que de no haber sido intérprete habría llegado a presidente, da inicio al igualmente descomunal circo de tres pistas que es la política estadounidense.
Así, la función que nos ocupa, se compone de tres actos: primero; la designación por el presidente de los EEUU de un nuevo Secretario de Estado y la conmoción subsiguiente que dicha decisión provoca, comisión de investigación del Senado incluida. Segundo; Fonda y su particular "Torquemada", hombres con sólidos principios frente a frente, se ven abrumados por el peso de intereses y poderes que les superan, intereses que se mueven en la sombra y que nunca revelan su verdadero rostro. Tercero; tiene lugar la decisión final sobre el destino del nuevo Secretario, con resultados que nadie podría preveer... En todos ellos, el enérgico y genial Charles Laughton aporta su granito de arena, ejerciendo de inmejorable maestro de ceremonias. Su senador de Carolina representa al perfecto "perro viejo" y conservador del sur, curtido en mil batallas políticas y defensor acérrimo de principios completamente obsoletos.
Por si fuera poco, entre tanta testosterona y grandes ideales derramados sobre la pantalla, también encontramos un buen puñado de escenas en las que queda perfectamente reflejada la condición humana de los personajes, algo más que politicuchos de cartón-piedra. Es aquí, junto a sus esposas, amantes, hijos o secretos inconfesables del pasado, cuando mejor observamos sus flaquezas y debilidades, y cuando resultan más vulnerables; por consiguiente, más creíbles.
En fin, que no encuentro palabras para recomendaros esta OBRA MAESTRA ABSOLUTA de la historia del cine. Nota: 9.5/10, y se la pongo con la cabeza bien alta