por Villano » 12 Ene 2006 22:17
A veces resulta bastante pomposo que alguien te sale la cantinela de "pues la novela es bastante mejor, la han destrozado". No siempre es cierto, muchas veces se dice como cliché más que sea así. Ese tipo de afirmaciones tienen un claro origen: esta película. Si búscais en el disccionario la palabra desastroso os saldrá citada La Tabla de Flandes como sinónimo.
De entre las novelas de Arturo Pérez-Reverte, La tabla de Flandes no es una a la que tenga especial aprecio aprecio, pero aún y así duelen ver ciertos fusilamientos (imaginaos entonces como se debió sentir el "pobre" Pérez-Reverte). Consigue que otra mala adaptación de Pérez-Reverte, El club Dumas, parezca mejor, y eso que se cometieron otros tantos sacrilegios poco acertados. Claro que Polanski, por lo menos, aunque le saliera una pelícla muy irregular, cuanto menos su película se deja ver. No se puede decir lo mismo de La Tabla de Flandes.
En ésta se respetan algunos pasajes, pero las piezas del puzzle se colocan con tal torpeza que se consigue lo peor que le puede pasar a un thriller: que pierda el suspense. Aunque a decir verdad, lo peor con diferenecia son las aportaciones que se le ocurrieron al genio Jim McBride. El cambio en los personajes le sienta como un tiro, a quien la pareció buena idea meter a un garrulo ajedrecista por ahí en medio? De verdad que cobró por eso? Y el final sale por ahí de repente, a lo bruto; las escenitas con el amante de Menchu y su erotismo de tres al cuarto, le quitaron la jugosa sustancia a los diálogos del viejo propietario del cuadro... en fin, un desastre que no hay manera que funcione. Pero eso no es todo, encima la puesta en escena no se puede calificar de otra manera que no sea torpe, torpe con avaricia. Qué penoso que lo que abunden sean las interpretaciones de cartón piedra. Solo es pasable a ratos, en los otros es directamente catastrófica. El único acierto que le veo fue rodarla en Barcelona y la elección de sus localizaciones, el resto pura basura.
Un director con un mínimo de profesionalidad podría haber hecho una película mínimamente correcta. Este no es el caso y por eso no me extraña que el tal Jim McBride haya desaparecido del mapa para irse al peo con billete solo de ida.