Al ver películas como
Nikita, uno se hace todavía más consciente de dos hechos: la escasez de ideas en Hollywood y la bajísima calidad que, como regla general, ostentan las versiones americanas de éxitos extrafronterizos; en este caso
La asesina, protagonizada por Bridget Fonda y que no se desvía ni un milímetro de la historia original de Luc Besson salvo en momentos puntuales, aquellos en que Besson se desmadra con bizarradas de enfant terrible (toda la parte de Jean Reno y la embajada soviética nos sirven como ejemplo) que nunca pegarían ni con cola en los rutinarios thrillers estadounidenses. Además, la convencional Fonda también sale muy perjudicada en su comparación con Anne Parillaud, auténtica maestra de ceremonias que hace suyo al personaje desde la primera secuencia, imprimiéndole un personalísimo estilo de "chica dura" del que Besson ya nunca se separaría en posteriores trabajos (
El quinto elemento,
Juana de Arco...)
Las escenas de acción, otra seña de identidad bessoniana, tan imaginativas como siempre. Algunos directores españoles deberían tomar buena nota de cómo rodar este tipo de escenas. Tchéky Karyo defiende su tópico personaje con eficacia y profesionalidad, mucho mejor que el posterior Gabriel Byrne. A destacar también el homenaje/cameo de Jeanne Moreau, la gran dama de la nouvelle vague, que los idiotas productores americanos identificaron como un personaje de cierta relevancia. En fin. Historia frenética, ritmo endiablado y banda sonora monumental (Dios bendiga a Eric Serra
) para un clásico del cine de acción desde ya. Está claro como el infierno que los gabachos saben hacer buen cine.
8/10