Un ladrón en la alcoba

[Staff CINeol]

Ficha


Coméntala aquí.

[JazZe]

Grandísima película de manos del maestro Lubitsh. Un alarde de inteligencia, elegancia y estilo como muy pocas veces se puede ver. La narración de la película está tan magistralmente realizada, que es un continuo asombro plano tras plano. Te hace partícipe de la historia desde el principio, y es que Lubitsh quiere que pienses, que montes tú la historia. Él no te enseña las cosas, te las insinua y tú eres el gran artífice de los momentos más interesantes. Una genialidad tras otra. Puertas que esconden actos que no se deben ver, camas vacias que enseñan más que camas llenas, silencios que dicen mucho más allá que cualquier discurso, y un sin fín de momentos memorables que arrancan una sonrisa y una mueca de sombroso al espectador.

El resto de los elementos del film son magníficos, como cabe esperar. Supongo que se puede destacar las actuaciones, y es que el trio protagonista sabe dar justo lo que necesita el momento, y la pareja formada por Charles Ruggles y el inconfundible Edward Everett Horton aportan ligereza a la trama, dando el equilibrio perfecto a la historia.

Pero es que lo mejor, y aun repitiéndome, es Lubitsch. La carga sexual del film es asombrosa para su época, porque incluso sin verse absolutamente nada directamente, está presente en todo momento. Es una lástima como hoy en día no se hacen estas cosas, y es que hoy todo se enseña, y muchas veces las insinuación y el dejar volar la imaginación del espectador, hacen mucho más que un desnudo. Para mi, en la película podemos encontrar aspectos muchos más modernos que incluso en películas de hoy en día. Las vidas de los personajes, las relaciones, las situaciones, la forma de vivir... todo eso aun lo vemos en la vida de hoy, y parece mentira que lo refleje una película de 1932.

La película es un maravilloso juego para el espectador, y una joya cinematográfica. Simplemente brillante.

[morneo]

Lo primero.... ¡¡¡ Adoro a Lubitsch !!!

Que maravilla de película, que dirección de Lubitsch, que fantásticas actuaciones, que banda sonora tan buena y tan apropiada. Con "Un ladrón en la alcoba" asistimos a una de las más exquisitas comedia románticas de Lubiitsch, en la cual un elegante y fino ladrón, Marshall, se enamora de una mujer rica, Kay Francis, a pesar de tener una novia cómplice en el robo, Miriam Hopkins.

Es una película que habría que diseccionarla punto por punto.Empezaré por Lubitsch. Creo que es la mejor película que le he visto dirigir. Ya no es "Estilo Lubitsch", es "Estilazo Lubitsch". Vemos en el principio como con un travelling de cámara, nos lleva de una habitación a otra, un manejo de cámara que se hace habitual en la película: hacia una puerta abierta, otra que se cierra, a cuando alguien enciende la luz, a una escena en concreta (tremenda esa escena en la que la pareja esta abrazándose y enfoca al espejo y después a su sombra), de como nos sugiere lo que pasa, como la escena del reloj, en la cual adivinamos la que pasa y sobretodo esa chispa de fina comedia que reina toda la película. Para mi ha sido un ejercicio de dirección, una maravilla, de ofrecernos 85 minutos de pura demostración de como rodar una fina comedia. Además, Lubitsch juega tb con la esplendorosa música, conjugando con ella momentos divertidos, cuando Monsieur La Valle y Monsieur Filiba hablan sobre Constantinopla y con la música adivinamos lo que estan hablando, nos lo sugiere sin decir nada. Eso unido a más y más detalles fantásticos de dirección, junto con un guión armonioso, magnificamente mostrado en pantalla.

Por otra parte, los actores están magníficos. Herbert Mashall encaja perfectamente en el perfil de su personaje, en el de un pícaro y elegante ladrón que tiene una relación de complicidad manifiesta con su novia en la película Miriam Hopkins, una actriz que al año siguiente trabajaría de nuevo con Lubitsch en "Una mujer para dos". A todo eso hay que unir la luminosa presencia de Kay Francis haciendo de incauta e ingenua millonaria, que sucumbe en los encantos de este astuto y fino ladrón. Pero todos, todos los actores están bien en la película, ya que Edward Everett Horton ( A quien ya he visto tres veces en distintas películas esta semana) hace una actuación que arranca enseguida nuestra sonrisa, con sus gestos, sus caras, sus expresiones de sorpresa. Un secundario de enorme calidad, que también comparte escenas divertidas con Charles Ruggles, como aspirantes al amor de la millonaria.

También hay que añadir el vestuario y la luminosidad de toda la película, además de unos 85 minutos la mar de entretenidos, ya digo, por la dirección de Lubitsch, por los actores, se hace casi imprescindible de ver. Es una de esas películas que gustaran a quienes gusten mucho de Lubitsch, porque estamos ante una de sus mejores obras. No serás de las más conocidas, pero por lo menos para mi de las que más me ha gustado. Ya tengo ganas de descubrir y ver otra película de Lubitsc. Este alemán engancha

[JazZe]

Es una película que habría que diseccionarla punto por punto.Empezaré por Lubitsch. Creo que es la mejor película que le he visto dirigir. Ya no es "Estilo Lubitsch", es "Estilazo Lubitsch".

Es que si te digo la verdad, cuando al principio veía algo que me gustaba pensaba "uys, esto me lo apunto para luego", pero es que llegó un momento en que era imposible recordarlo todo, porque es que practicamente en cada escena había un frase ingeniosa, un plano magnífico, y sobre todo mucha insinuación. A mi esos guiños, y ese juego que se trae con el espectador, es que me encanta. Es pura inteligencia y astucia.

Edward Everett Horton ( A quien ya he visto tres veces en distintas películas esta semana) hace una actuación que arranca enseguida nuestra sonrisa, con sus gestos, sus caras, sus expresiones de sorpresa. Un secundario de enorme calidad

Es de esos actores a los que se les coge cariño. Es imposible no verlo y pensar que solamente con sus apariciones, ya sabes que te lo vas a pasar bien. Era un secundario de lujo.

[morneo]

Grandísima película de manos del maestro Lubitsh. Un alarde de inteligencia, elegancia y estilo como muy pocas veces se puede ver. La narración de la película está tan magistralmente realizada, que es un continuo asombro plano tras plano. Te hace partícipe de la historia desde el principio, y es que Lubitsh quiere que pienses, que montes tú la historia. Él no te enseña las cosas, te las insinua y tú eres el gran artífice de los momentos más interesantes. Una genialidad tras otra. Puertas que esconden actos que no se deben ver, camas vacias que enseñan más que camas llenas, silencios que dicen mucho más allá que cualquier discurso, y un sin fín de momentos memorables que arrancan una sonrisa y una mueca de sombroso al espectador.

Es que lo primero que he pensado en acabar la peli es "Que genialidad de Lubitsch", porque cualquier director con ese argumento y guión, no le hubiera dado la vitalidad que le da este alemán, haciendo que esta comedia valga más y curiosamente si hacer nada más, solamente mostrando silencios, puertas, jugando con la música, con gestos....una gozada

El resto de los elementos del film son magníficos, como cabe esperar. Supongo que se puede destacar las actuaciones, y es que el trio protagonista sabe dar justo lo que necesita el momento, y la pareja formada por Charles Ruggles y el inconfundible Edward Everett Horton aportan ligereza a la trama, dando el equilibrio perfecto a la historia.

El resto está a un nivel magnífico, pero si me tuviera que quedar con alguien sería com Edward Everett Horton, sus apariciones son sensacionales, con esos momentos de dudas, sus disputas con Charles Ruggles, lo dicho, un gran secundario, un lujo

Pero es que lo mejor, y aun repitiéndome, es Lubitsch. La carga sexual del film es asombrosa para su época, porque incluso sin verse absolutamente nada directamente, está presente en todo momento. Es una lástima como hoy en día no se hacen estas cosas, y es que hoy todo se enseña, y muchas veces las insinuación y el dejar volar la imaginación del espectador, hacen mucho más que un desnudo. Para mi, en la película podemos encontrar aspectos muchos más modernos que incluso en películas de hoy en día. Las vidas de los personajes, las relaciones, las situaciones, la forma de vivir... todo eso aun lo vemos en la vida de hoy, y parece mentira que lo refleje una película de 1932.

Es de la misma manera que hizo un año después con "Una mujer para dos", de darle un cariz sexual no directo a la película y manejado con una sobriedad brillante, como esa escena del mayordomo llamando a la puerta equivocada, denotas lo que pasa o lo que comentaba del reloj, que en tres minutos enfocando sus manecilla y viendo como pasan las horas, despierta nuestra imaginación adivinando lo que está pasando. Que genialidad

La película es un maravilloso juego para el espectador, y una joya cinematográfica. Simplemente brillante.

La película es una joya de grandes dimensiones. Lástima que no sea tan conocida como sus obras "Ser o no ser" , "El bazar de las sorpresas" o "Ninotchka", pero merece estar a su altura por derecho propio

[morneo]

Es que si te digo la verdad, cuando al principio veía algo que me gustaba pensaba "uys, esto me lo apunto para luego", pero es que llegó un momento en que era imposible recordarlo todo, porque es que practicamente en cada escena había un frase ingeniosa, un plano magnífico, y sobre todo mucha insinuación. A mi esos guiños, y ese juego que se trae con el espectador, es que me encanta. Es pura inteligencia y astucia.

Por eso te comentaba que una película que habría que diseccionarla punto por punto. Cuando he visto ese travelling al principio desde una ventana a otra, ya pensaba en que próxima secuencia, movimiento de cámara, etc., me iba a sorprender Lubitsch. Muchas de las escenas están rodadas de tal manera que quedan por el recuerdo. Lo que otro director lo hubiera filmado con un plano medio, él no, como la escena del beso, en la cual enfoca el espejo, se oye una palabra de amor, enfoca la cama y otra palabra de amor , enfoca a sus sombras y se ve el beso. Por esas cosas, está película debía ser visionado por muchos directores para que vieran como se dirigía con maestría y como bien dices, inteligencia y astucia

Es de esos actores a los que se les coge cariño. Es imposible no verlo y pensar que solamente con sus apariciones, ya sabes que te lo vas a pasar bien. Era un secundario de lujo.

Lo vamos a poner en el mismo grupo que Alan Hale

[JazZe]

Por eso te comentaba que una película que habría que diseccionarla punto por punto. Cuando he visto ese travelling al principio desde una ventana a otra, ya pensaba en que próxima secuencia, movimiento de cámara, etc., me iba a sorprender Lubitsch. Muchas de las escenas están rodadas de tal manera que quedan por el recuerdo. Lo que otro director lo hubiera filmado con un plano medio, él no, como la escena del beso, en la cual enfoca el espejo, se oye una palabra de amor, enfoca la cama y otra palabra de amor , enfoca a sus sombras y se ve el beso. Por esas cosas, está película debía ser visionado por muchos directores para que vieran como se dirigía con maestría y como bien dices, inteligencia y astucia

Es que hay tantos momentos... la forma de "conocerse" ellos, el descubrimiento de François, los momentos en el pasillo antes de que Colet se vaya a la fiesta, el momento "Adolph"... y todos. Es que son todos.

Lo vamos a poner en el mismo grupo que Alan Hale

Juas... o Felix Bressart . Hay tantos...

[morneo]

Es que hay tantos momentos... la forma de "conocerse" ellos, el descubrimiento de François, los momentos en el pasillo antes de que Colet se vaya a la fiesta, el momento "Adolph"... y todos. Es que son todos.

Ohhh, la manera en que se conocen los dos ladronzuelos: Yo te robo la cartera, yo te robo el reloj, yo te robo el liguero ..... y finalmente acaban igual . Sensacional, todo es sensacional. Es una película digna de un diseccionado completo

[Damned Martian]

Tampoco es para tanto. La peli está bien, entretenida, moderadamente graciosa, con algún toque de estilo destacable, con sus cosas implícitas y ese ligero atrevimiento moral en las relaciones que les molaba antes del código Hays, pero dentro de una semana no me voy a acordar de la mitad de las cosas. De hecho, no hay ninguna escena de esas que me incite a comentarla a posteriori.

7/10