El reverso tenebroso del buñuelesco Simón: producción de presupuesto despreciable VS. producción mastodóntica del megalómano De Laurentiis (el Flavio Briatore del cine); actores desconocidos en su mayor parte VS. reparto estelar y cosmopolita; desmitificación irónica de los Evangelios VS. reproducción literal del Génesis, aunque ello signifique tirar la casa por la ventana; duración de mediometraje VS. duración exasperante y a todas luces innecesaria para lo que se quiere contar; etc. Al casi siempre estupendo Huston cabría exigirle, como mínimo, agilidad narrativa, pero ni eso encontramos en este soberano peñazo de proporciones bíblicas. Además, el título de la película resulta engañoso; en lugar de
La Biblia... en el principio, bien podría titularse Abraham y amigos, por la desmedida proporción de metraje adjudicada a este personaje. Me explico:
- Adán y Eva, Caín y Abel, junto con la creación, deben ocupar a ojo de buen cubero unos 25 minutos.
- Noé y compañía, otros 25 minutos. Como mucho 30.
- La torre de Babel, despachada en 5 minutos y a otra cosa, mariposa.
- Abraham, Sara, Lot y otros israelitas del montón, el resto. Y la peli dura la friolera de 168 minutos!!!
Ello se traduce en una descompensación brutal, apenas mitigada por algún que otro logro visual (ej: el arca y el embarque de bestias en su interior, la torre de Babel, el uso de cornamentas para simular un ejército de antorchas, el personaje de Peter O'Toole...) y narrativo (Abraham, desesperado ante la perspectiva de sacrificar a su hijo, mientras deambula por las solitarias ruinas de Sodoma). Sin embargo, viniendo de Huston, la película constituye un fracaso casi total, un patinazo considerable para el artífice de joyas como
Cayo Largo,
Moulin Rouge o
El hombre que pudo reinar. Y eso que aún no he visto el engendro ese protagonizado por Stallone y Pelé, que entonces apaga y vámonos!
4/10