The Underneath (Bajos Fondos)

[Damned Martian]

Año: 1995
Género: Thriller
País: USA
Formato: Color
Duración: 99 minutos
Título Original: Underneath

Dirección: Steven Soderbergh
Producción: John Hardy
Guión: Steven Soderbergh / Daniel Fuchs / Don Tracy (libro)
Fotografía: Elliot Davis
Música: Cliff Martinez

Intérpretes:
Peter Gallagher (Michael Chambers)
Alison Elliott (Rachel)
William Fichtner (Tommy Dundee)
Elisabeth Shue (Susan Crenshaw)
Adam Trese (David Chambers)
Joe Don Baker (Clay Hinkle)
Paul Dooley (Ed Dutton)
Shelley Duvall (Enfermera)

Sinopsis:
Michael Chambers regresa a su localidad natal para la boda de su madre, después de haber huido por unas deudas de juego de las que su mujer tuvo que hacerse cargo. Ahora tendrá que empezar una nueva vida, enmendar sus errores y hacer las paces con su mujer. Pero no todo será tan fácil...


Curiosidades:
Steven Soderbergh no pudo firmar con su nombre el guión por motivos legales, por lo que utilizó el alias de "Sam Lowry" (el personaje de Jonathan Pryce en Brazil).

[el predicador]

Soderbergh puede ser, cuando quiere, un cineasta singular, pero esta The Underneath difícilmente puede calificarse de rareza, tanto de puertas para fuera (la historia del perdedor que vuelve a sus orígenes para cagarla todavía más ya está muy vista), como de puertas para adentro (en su filmografía el thriller no es un género que escasee, precisamente).

No se trata de una mala película, ni mucho menos; a buen seguro, Soderbergh disfrutaría jugando con las constantes temáticas del Noir, fragmentando la narración en tres tiempos diferentes (pasado, presente y una especie de irresistible futuro inmediato) y cambiando las tonalidades cromáticas según corresponda. Los actores están bien, aunque se nota cierta debilidad en el protagonista, Peter Gallagher, y en el antagonista, William Fichtner, ambos acostumbrados a desempeñar roles más secundarios. Mejor lo hacen la desconocida Alison Elliott, como sugerente y nada obvia femme fatale, y la estupenda Elizabeth Shue; lástima que esta última salga poco.

En cuanto al resto, lo ya dicho: la peripecia del, a priori rehabilitado, pero en el fondo vividor abonado al fracaso no sólo es muy típica, sino que resulta previsible en su desarrollo. La resolución, aparte de precipitada, no se entiende y rompe el ritmo narrativo, dejando bastantes cabos sin atar. Más suerte la próxima vez, Steven.


5+/10