por Villano » 06 Jul 2007 16:02
Se supone que la gracia de esta película se encuentra en la confrontación de la sordidez de las situaciones con la inocencia de la mirada de la niña, pero a mí la verdad es que no me ha calado nada esa fórmula, ya que ni me ha divertido ni tampoco me ha conmovido o hecho sentir otra cosa que no sea tedio. Vemos cosas muy pasadas de rosca como a Jeliza-Rose preparándole el chute al padre (un Jeff Bridges muy cumplidor), entre otras barbaridades, pero lo cierto es que el poder de esa situación no sale por ninguna parte. Honestamente, me he aburrido bastante con la película porque tiene demasiado momento de vacío y salvo la escena en la que la niña bucea por su casa sumergida bajo unas aguas imaginarias, no tiene tampoco ninguna escena particularmente remarcable, de esas que te dejan con los ojos abiertos como platos. Aunque lo peor de todo es que la película da la sensación que va a la deriva, casi no tiene argumento y, en fin, que dura mucho más de la cuenta. Si le hubiesen quitado unas cuantas escenas de buen seguro que la película hubiese salido ganando y la historia no se hubiera resentido lo más mínimo.
La película posee unas cuantas pinceladas de genialidad y Gilliam no he perdido del todo su inventiva plástica, pero creo que se repite bastante. No hace mucho vi El Rey Pescador y otra vez he visto los mismos contrapicados, otra vez vuelve a poner repetidamente la cámara a un costado del actor de turno, de nuevo vuelve a dar la brasa con la lente anamórfico para darle ese aspecto como deformado a la imagen... me pregunto si este hombre todo lo va a hacer igual hasta el fin de sus días.
Y lo mejor, lo más destacable, el gran hallazgo de esta película sin duda alguna es la niñita que hace de Jeliz-Rose, la absoluta protagonista de esta historia, Jodelle Ferland. Está incomensurable, genial, brillante, absolutamente maravillosa. Dice Al Pacino que los niños son los mejores actores del mundo y viendo a esta niña la verdad es que hay que darle la razón. Transmite una inocencia y una ternura absoluta, pero sin que se llegue a caer en compadecencias baratas. Increible, lástima que su monumental actuación luego no encuentre eco en el resto de la película.
Sin duda una película provocadora... de somnolencia.