Partiendo de la base de que se trata de una película de adolescentes con Lindsay Lohan, la verdad es que no me esperaba gran cosa, así que me he sorprendido cuando, al menos, tiene altibajos interesantes y algunos momentos bastante buenos.
Primero de todo, una crítica constructiva a toda la industria cinematográfica estadounidense: África no es un país pequeño. África es un continente enorme con multitud de países, de culturas, de lenguas y de religiones, que poco tienen que ver unos con otros. La verdad es que resulta insultante el trato que le dan en la mayoría de series y películas: que si me voy a África, que si vuelvo de África (como si fuera pequeña y homogenea, vamos), que si barritas energéticas suecas para dar de comer a los pobres negritos... en fin... indignante.
Yo creo que lo más potable de la película, además del cuerpecín de la chica
y unos cuantos momentos y frases que después comentaré, es la evolución que sufre la protagonista,
pasando de ser una niña tremendamente inocente a convertirse en una divina, más mala que la quina, para luego volver a ser una chica normal. Es interesante ver cómo se produce esa evolución hacia el lado oscuro "del mundo de las nenas", lo fácil que resulta ser seducido por ese lado oscuro.
Después me gustaría comentar el final de la película. Personalmente, cuando
el autobús atropella a Regina se me quedó la misma cara que en el final de Malditos bastardos (las comparaciones son odiosas, lo sé, y quizá me esté jugando el baneo), pero os juro que se me quedó la misma cara. Lo que pasa es que los guionistas no tuvieron los cochifritos necesarios para dejarla muerta y bien muerta dándole un giro de 180º a la película.
Sobre el tema de crítica social y acidez, francamente, es lo mismo de siempre. En todas las películas se hacen las mismas distinciones: los chupiguays por un lado, los raritos (o del club de mates) por otro; los asiáticos, los negratas, las divinas, los deportistas... y hasta una madre que vive a través de su hija... Hacer esta pseudocrítica es ya un cliché del género.
Pero bueno, un poquito de por aquí, un poquito de por acá, momentos curiosos y algunas frases ocurrentes hacen que la película aguante el tipo.
Entre los mejores momentos para mi gusto, cuando la madre de Regina se va al baile y se pone detrás de su hija para salir en la foto
o cuando las divinas se disfrazan y, mientras la madre les está haciendo fotos, al pobre padre se la cae una lagrimita al ver a su niña vestida de putón verbenero. El momento del autobús, como ya he comentado, es impactante, y la escena del vestuario, con toda su moralina, también resulta entretenida. En esa misma escena, luciendo una gran acidez, en pleno momento de moraleja, al guionista no se le ocurre otra cosa que
echar a una chica que no era del instituto pero también quería sincerarse.
Me gustó mucho este momento por el gran contraste que supone, con todos sincerándose, todo precioso, y de momento aparece de nuevo ese cáncer social de rechazar al que no es de aquí aunque sea como nosotros.
Y por último, comentar algunas de esas frases que me han gustado:
- Creo que tengo poderes "extrapectorales"
(Karen)
- Lo que faltaba, no me fui del Bronx para esto (Director Duvall)
- No adelgazarás por llamar "gorda" a otra, no serás más lista por llamarla "estúpida". Es hora de que dejéis de trataros de "putón" si no queréis que los chicos digan lo mismo de vosotras (Srta. Norbury)
Saludos.
PD.: Se me ha hecho raro ver a Neil Flynn fuera de Scrubbs