El Más Salvaje entre Mil

[Staff CINeol]

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[Damned Martian]

En la línea de dramas familiares como Quién Teme a Virginia Woolf o la obra completa de Tennessee Williams, solo que menos afectada y excesiva. De hecho, la contención y elegancia de su puesta en escena es una de las cosas que realmente te atrapan. Esa mirada tranquila permite que los personajes se desplieguen en toda su complejidad sin juzgarles, y acaba asentándose en una sensación de profunda tristeza por la descomposición lenta y agónica de todo un estilo de vida, expresado a través de una familia en perpetuo conflicto. A esta rigurosidad decadente contribuye la limpieza de la fotografía en blanco y negro, de las mejores que he visto, que ofrece una luminosidad absoluta hasta en las escenas nocturnas, para expresar esa turbiedad a flor de piel que se respira en el ambiente, pero que cede en un par de momentos climáticos a la oscuridad y el claroscuro, para demostrar la vergüenza y la tragedia sin ambages que se produce en esos momentos, los únicos en los que se permite una mirada valorativa sobre los hechos. Desde luego, la labor de Martin Ritt es una auténtica clase de cine.

Y qué decir de las interpretaciones. Los cuatro protagonistas están uniformemente soberbios, componiendo unos personajes con tal cantidad de matices que es imposible meterles en una categoría, decir que este es bueno y este es malo. Son personas con una idiosincrasia personal que puede ser mejor o peor, pero que tiene su motivo y procede de la falibilidad de todo ser humano. A destacar, sobre todo, un impecable Paul Newman que para mí ofrece quizás su mejor interpretación (y eso es mucho decir: como mínimo es top3 de su gigantesca carrera) y una Patricia Neal absolutamente arrebatadora, carismática, llena de cinismo, dolor y esperanzas que se resisten a romperse del todo. Sin duda un Oscar merecidísimo.

8/10