Buena película, aunque, analizándola en frío, su excelencia no es tan grande como parece en un primer momento. Una vez se enfría el retrato de sus peculiares personajes y se supera la imagen de la cárcel como un lugar reinado a medias entre los presos y el alcaide, la sensación que me quedó es que el conjunto acaba perdiendo en garra y poderío en el tercer cuarto (el último se ve "amenizado" por el trágico suceso). La película se disemina en las historias de varios presos, que como son retazos de varias historias y todas procuran que tengan su interés y su gancho, la variedad hace que la película avance con un ritmo excelente y manteniendo el interés, pero al final te preguntas que sentido tenía poner ahí a siete o a doscientos si a la hora de la verdad no hay otra justificación narrativa que el mero hecho de estar unidos por los barrotes ni tampoco se aproveche el efecto dramático de habernos dado a conocer a esas personas, pues en su desenlace, que a pesar de ver un baño de sangre, se respeta (quizá demasiado) a esos personajes con los que se han tomado la molestia de mostrarnos. Quizá hubiese venido algo más de equlibrio para tampoco caer en melodramas.
Todo y así, es una película muy recomendable. Otra exploración de los bajos fondos brasileños perfectamente compelentaria de Ciudad de Dios, pues nos muestra otra parte del crimen, la de muy poca monta. Su calidad artística tampoco deja nada que desear: la ambientación es sensacional, la sensación de estar recorriendo esos agujeros infestos es brutal; la dirección de Babenco es muy solvente y los actores cumplen estupendamente, consiguiendo crear la sensación de que no son actores si no personajes filmados.
Muy recomendable para todo aquel que disfrutó de Ciudad de Dios (es decir, la mitad del planeta
)