A mí me gusta tanto como la primera aunque hay que decir que, mientras en la original la historia estaba muy bien atada, en la secuela está demasiado forzada.
Primero, la parte buena. Me parece una buena historia (si hubiese sido una película única o la primera hubiese tenido otro desenlace), buen tempo, buenos efectos especiales (para la época) y, sobre todo, la interpretación de Julian Beck, que hace de Kane un personaje que rebosa maldad por todos los poros de cuerpo. Escalofriante.
Segundo. ¿Por qué digo que la historia está muy forzada?
Vamos, a ver, en la primera película el origen de todos los problemas es que el promotor construyó sobre un antiguo cementerio y trasladó sólo las lápidas pero no las tumbas con los cuerpos, por lo que, obviamente, los espíritus estaban cabreados y lo demostraron así. Sin embargo, en esta película, pasan olímpicamente de eso y resulta que encuentran bajo la antigua casa de los Freeling una cueva en la que posteriormente se sabrá que se recluyeron unos sectarios liderados por Kane y que murieron allí.
Lo dicho, si esto fuera un guión original sin depender de la primera película, estaría muy bien y justificado, pero al no ser así, es todo muy forzado. Además,
para hacer más especial a la niña y justificar que el fantasma de Kane la persiga, hacen que tenga poderes y, para más inri, resulta que su abuela también los tenía.
Saludos.