Todos los fantasmas que aparecen en la peli parecen querer ayudar a Nicole y a los niños a aceptar la realidad de forma no demasiado traumática. Parece que los traumas existen, aun después de la muerte, porque una de las sirvientes se quedó muda al descubrir que estaba muerta - suponemos que hablaba perfectamente cuando vivía, por tanto. Los encargados de ello son los sirvientes.
El mundo descrito es prácticamente igual al de "el sexto sentido", de ahí el canguelo que les entró a los de la productora cuando vieron el film de Shyamalan - que se estrenó antes -, en el que los muertos sólo ven lo que quieren ver ("a veces notamos su presencia y a veces no" dice el ama de llaves). La idea es que la madre y los niños mueren, y durante unas semanas permanecen solos en la casa. Los niños recuerdan que su madre les puso una almohada en la cabeza y luego despertaron como siempre en su cama, así que ¿por qué deberían pensar que estaban muertos? Nicole lo tiene más claro, porque recuerda que se metió una escopeta en la boca y apretó el gatillo, pero como aquello no concuerda con su forma de pensar, se niega a aceptar que esté muerta - es una mujer dominante y cabezota, como se muestra a lo largo de la película.
Suponemos que es ese "no aceptar la muerte" lo que hace que entre en contacto con "los otros", y la perturbación se hace notar a todos los demás habitantes fantasma de la casa. Podemos imaginarnos a los sirvientes muertos discutiendo si alguien debería hablar con ella y explicarle la situación. Finalmente deciden hacerlo y aparecen los tres en el "mundo" de Nicole.
La aparición del marido es una sorpresa para todos. Posiblemente también el marido ha sentido la angustia de Nicole, y como los sirvientes, se ve llamado a ella para apaciguar su sufrimiento. Sin embargo, no es ese su lugar y él mismo está demasiado traumatizado por el drama de la guerra como para servir de ayuda. Y en cualquier caso, no puede permanecer allí.
Interpretación personal, claro...
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