Esto es como cuando Homer Simpson entra en una cantina australiana a pedir una de esas famosas cervezas gigantes aussies, y le ponen un bidón encima de la barra: "¿Es lo bastante grande para usted, yanqui?" "Ehhmmm... sí... es bastante grande...", responde un decepcionando Homer. Con esta película pasan 3/4 partes de lo mismo. Se titula
La Bruja con plena justicia y merecimiento. Lo que no está tan claro es todas esas sutilezas y la orgía de indicios que adornan gran parte de su metraje, ¿para qué? ¿Qué clase de película quieres hacer con ingredientes que nada tienen que ver con el resultado final? Por supuesto hay cosas destacables, como las excelentes interpretaciones de todo el reparto, y la bonita fotografía de esa Nueva Inglaterra colonial, pero a mí las historias sobre satanismo me aburren sobremanera.
P.D: ¿El cachondo del director ha escogido el mismo corte musical que Kubrick en
2001, o me lo estoy inventado? En caso afirmativo, ay hamijo, qué poca vergüenza...