por The Lobo » 13 Sep 2014 03:16
Habiendo visto por fin la película la comento como dividido en dos personalidades fracturadas. Una visión como mero aficionado al cine; otra como vecino de Granada, con una inevitable visión ideológica.
Como aficionado al cine, (sin ser un gran sesudo analista cinéfilo) me ha parecido innecesariamente larga, lenta, aburrida, predecible y escasa de interés. Y no, no soy un fanático de la acción y la adrenalina al que pequeños silencios se le hacen larguísimos. De hecho soy fan (y acérrimo defensor) de la película "Drive", que suele ser calificada por sus detractores con calificativos parecidos a los que yo empleo con "Caníbal".
Creo que todos esos silencios y pausas, sólo buscan contribuir a que se le de más solemnidad a la historia de la que realmente tiene. Una trama sencilla, muy simple, y muy lineal, sin más. Eso sí, Antonio de la Torre interpreta magistralmente su papel, es un crack.
Como vecino de la ciudad en que se ambienta la película, siento valoraciones diferentes respecto a la cinta, pero para explicarme necesito contextualizar un poco;
Rivalidad entre Andalucía Occidental y Andalucía Oriental. Muchos no lo saben, pero éramos dos comunidades, que fueron anexionadas incumpliendo un referéndum (la voluntad del pueblo) a principios de los años 80 del siglo XX. Una maniobra donde las costumbres, las tradiciones, la cultura de la Andalucía Occidental (con Sevilla como referente) fagocitaron y eclipsaron las costumbres y modos de vida de los andaluces orientales. Desde ese momento surge la televisión (y radio) de "todos" (Canal Sur), donde se habla de cofradías, de carnavales, donde se oyen sevillanas y flamenquito, con un marcado acento occidental.
En Granada y en el resto de ciudades orientales empezamos a ser colonizados por coros rocieros, trajes de sevillanas, y por el sentido del humor basado en chistes de leperos, mientras nuestros propios trajes regionales, tradiciones, y palos musicales, pasan al olvido.
A nivel económico asistimos a grandes construcciones de infraestructuras en la parte occidental, mientras que por ejemplo, las costas granadinas y almerienses pasan a ser las únicas excluidas del conocido como "corredor mediterráneo". En Oriente no se invierte.
La Alhambra y Sierra Nevada... Se administran desde Sevilla. Y los orientales, después de tres décadas, asumidos con estoicidad para seguir con nuestras vidas.
Dentro de este marco absolutamente subjetivo, basado en detalles objetivos, con el que muchos discreparán seguro (y con el que muchos coincidirán) llega a mis ojos de "granaíno malafollá" información sobre esta película, que aparte de ser pausada, solemne, y con una aureola de artisticidad, (eso ya me atrae), está ambientada en Granada, cosa que me llama aún más la atención.
Llama la atención porque en mi ciudad no se suele rodar más que cuando es estrictamente necesario (véase "Isabel", o "Requiem por Granada"), y hasta para decidir dónde se rodaba "Juego de Tronos" (¿en Granada o Sevilla?) tuvo que mediar una empresa de la Junta de Andalucía con el resultado que los "orientales" ya nos figurábamos desde el principio. En definitiva, es raro que se ruede en Granada, y hay que verla.
Nada más comenzar, un montón de logos de patrocinio, entre ellos "Canal Sur" y la Junta de Andalucía, y eso me hace sonreír...
Después, la matrícula en el coche del protagonista. La GR, "raro" -pienso- cuando vivimos en tiempos donde las matrículas ya no se identifican por ciudades. Detalles míos.
Durante el transcurso del principio ya queda claro; es la historia de un asesino repugnante... "¡Y tiene que ser de Graná! ¡Estos patrocinios sevillanos!" Pienso bromeando conmigo mismo.
Los escasos personajes que aparecen son secos, hostiles, no hablan con acento granadino, pero se hace ver que así son esos granadinos. De nuevo mi vena de "graciosillo sarcástico" me hace divertirme con la idea retorcida y cínica de que pueda ser una cosa pretendida. Pero en serio, lo que se dice en serio, no lo pienso en ningún momento.
Pero es entonces cuando observo otro detalle. En uno de los cortes de radio en el taller del protagonista, el locutor hace mención a que la ciudad de Granada está "pintarrajeada por los grafitis". Se comenta durante bastantes segundos en medio del silencio sepulcral de la escena. La suciedad y la mala imagen de la ciudad, y cómo ese asunto es trascendente en la vida pública. Y eso, ya sí me parece un detalle relevante y con significado nada inocente. Es tan irrelevante para la trama, que se me hace poco sutil y poco casual. Ya no es que una de las pocas películas patrocinadas por "la Junta" y "Canal Sur" que se ruedan en Granada esté protagonizada por un personaje granadino deleznable y sus vecinos los "malahostias", es que además se meten "cuñitas" muy "sutiles" de que la ciudad anda hecha una mierda por culpa de los grafiteros, cosa que se manifiesta como lo que yo empecé a considerar en aquel momento como "detalle malicioso no casual".
El resto del película, transcurre mientras se dan los aspectos climatológicos menos frecuentes en la ciudad de Granada; lluvias torrenciales, frío intenso, ¡nieve! ¡En Granada! Cosa que se ve un día cada diez o veinte años. En definitiva, la Granada más fría, más inhóspita, más oscura, menos apacible y donde un loco que te observa te puede matar si vas de turismo por la montaña, por la ciudad, o la mismísima costa tropical.
En definitiva, todo un "no vaya usted a Granada" que la Junta y "Canal Sur" se prestan amablemente a patrocinar.
Pero luego investigo; el director y guionista de la cinta es Manuel Martín Cuenca, un cineasta almeriense, que además estudió en Granada (en la misma Facultad que yo). Y el Ayuntamiento y otras instituciones culturales de la ciudad se felicitan por haber tenido la suerte de acoger el rodaje, que ha favorecido notablemente al turismo en la ciudad...
Oye, ¿y si realmente toda esto de los ataques a Granada no era más que una chorrada de mi inconsciente, que se aburría con el lento transcurrir de la cinta, y necesitaba de una trama algo más intrincada y retorcida para mantenerse despierto? Entonces seguro que todo es un producto de mi imaginación malintencionada que ha visto en los huecos silenciosos un caldo de cultivo para desatar teorías conspiranoides. O tal vez puede que para un andaluz oriental, todo lo que he dicho les parezca pura realidad... O quizás es una broma... O una crítica oculta como broma... O un... ¡Vaya usted a saber!
Lo que si es incuestionable es que como película no me gustó nada salvo la interpretación de De la Torre, y le doy un 3/10.
¡Un saludo!