Seis grados de separación

[Staff CINeol]

Ficha


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[kanuac]

Uso y abuso.
Ése podría ser el título alternativo de esta película. De ser una pizca más pedante la recomendarían como purgante de estómago en las farmacias.

El comienzo parece extirpado de alguna de Woody Allen; una escena como tantas donde se expone y mofa de lo despistados y bobalicones que son los aburguesados y las clases altas. El problema es que no es un comienzo sino un modus operandi.

Pese a tener a Donald Sutherland y un inspirado Will Smith -incluso un Ian McKellen que pasaba por allí- la película reincide en demostrar un vocabulario y unas actitudes lo más engoladas y antinaturales posibles, sin recurso cómico, sin brillantez, porque todos se toman muy en serio, la trama se toma muy en serio y los arrebatos filosóficos -que parecen patinazos de barra de bar- se toman muy en serio. El espectador, mientras tanto, pasmado como un perrillo, espera a que deje de suceder eso o que suceda con algún sentido.
Pero la comedia deforme sigue, el amago de náusea nunca deja de acechar y el pestazo ochentero a trasnochado es hasta narcótico. Sólo en momentos puntuales se vuelve sobria para decidir avanzar la historia con claridad. Y hacia el final, se redime.

Las tramas anudadas están bien expuestas, Donald Sutherland, camaleónico, siempre tiene una compostura perfecta para la circunstancia y Will Smith hace la película visible. Stockard Channing demuestra capacidad pero su papel no me parece bien escrito.
¿Lo demás? Que lo reciclen.

5.5/10