Pues debo confesar que me esperaba algo notablemente superior. De hecho, la película no empieza mal, e incluso promete, pero por desgracia la buena sensación inicial se va dilucidando con el paso de los minutos, que cada vez se hacen más largos, llegando a parecer que el tiempo se ha detenido y la película no va a terminar nunca. Una pena, porqué se podría haber hecho una cinta bastante divertida y diferente, teniendo en cuenta la forma en que comienza. Al final se acaba convirtiendo en un
Chatch me if you can estilo locaza... Por otra parte, si lo que querían era alejarse del tono cómico y darle un aire dramático, también fallan en ello, pues el mensaje es transmitido de forma muy difusa y no consigue despertar ninguna emoción.
Jim Carrey no sabe si decantarse por su gama de muecas o el registro dramático en el que ha venido desenvolviéndose de forma sobresaliente, y es por ello que su actuación acaba sin cuajar, ya que no termina de estar convincente por ir su personaje dando tumbos de uno a otro registro. Para mi, mejor Ewan McGregor, aunque tampoco llega a ser una gran actuación.
La escena más divertida es aquella en la que Carrey, ya en la cárcel, le va mostrando a un novata McGregor como allí absolutamente todo se puede conseguir a base de "hacer una mamada".
Fallida y muy aburrida. Puntuación: 4/10